DOMINGO 25 DE JUNIO DE 2000
* Eduardo Galeano *
La ultratumba
Según dicen los que saben, los enterradores confundieron los muertos. Palada va, palada viene, han metido a Nenona Santamaría en la tumba de Froilán Rotundo, y Froilán Rotundo ha ido a parar a la tumba de Nenona Santamaría.
La virtuosa mujer, que yace bajo la lápida del canalla, no recibe flores ni visitas. El, hombre de infame memoria en todo el golfo de Maracaibo, tan malo que la gente hacía cola para odiarlo, tiene un jardín encima y nunca le faltan dolientes con quienes conversar.
A Socorrito, la hija de Nenona, le suena rara la voz de la mamá, un vozarrón de matón borracho, pero ha de ser la muerte, piensa, que la ha dejado ronca. Sentada en el suelo, junto al mármol tapado por la florería, Socorrito cuenta tristuras y recibe consejos.
Le gusta la ropa ajena:
ųRóbala.
El padre está gagá:
ųEchalo.
El pueblo la aburre:
ųQuémalo.
El bebé no la deja dormir:
ųMartíllalo.
La vecina miente:
ųMátala.
El marido huele a perfume de otra:
ųDestrípalo.
Ella se siente fea:
ųSuicídate.