DOMINGO 25 DE JUNIO DE 2000
* El operativo Guardián es hipócrita y contraproducente, afirma una activista
Complicidad entre rancheros que cazan indocumentados y policías de EU: ONG
* El flujo de migrantes no ha disminuido y se ha incrementado el número de muertes en la frontera
Carolina Gómez Mena * Pese a que la Patrulla Fronteriza había pronosticado que luego de la instauración de la operación Guardián a fines de 1994 descendería notablemente el cruce de indocumentados mexicanos y centroamericanos hacia Estados Unidos, la cifra de detenciones indica lo contrario, ya que tan sólo en el año fiscal estadunidense de 1999 se realizaron 57 por ciento más detenciones, es decir, 500 mil más que cuando arrancó el mencionado plan. En tanto, durante la primera mitad del año fiscal 2000, los arrestos realizados de San Diego a Brownsville se incrementaron 9 por ciento en comparación con el mismo periodo del año pasado, lo que equivale a 71 mil aprehensiones más.
Así, en un documento enviado por la organización no gubernamental (ONG) California Rural Legal Assistance Foundation a Rosa Albina Garavito, secretaria de la Comisión de Asuntos Fronterizos del Senado, se dan a conocer estadísticas proporcionadas por la coordinación de la Iniciativa de Seguridad Fronteriza (Border Safety Iniciative) de la Patrulla Fronteriza, en las que se establece que las detenciones de migrantes desde octubre de 1999 hasta marzo de 2000 sumaron 846 mil 233, mientras en el mismo periodo del año anterior estas ascendieron a 775 mil 186, siendo la zona de Tucson, Arizona, la que muestra el mayor índice de aprehensiones con 308 mil 720 y la menor en Marfa, Texas, con 7 mil 559.
La ONG, conformada por mexicanos residentes en EU y con sedes en San Francisco y Los Angeles, entre otras ciudades de California, asevera que lo único que ha logrado este operativo es incrementar el número de muertes de migrantes, mas no disminuir el flujo de indocumentados, puesto que según el conteo que lleva la Patrulla Fronteriza estadunidense, de octubre a marzo de este año, el número de muertes relacionadas con el cruce en California, Arizona y Texas aumentó 40 por ciento en comparación al mismo periodo de 1999 y 130 por ciento en comparación a 1998.
Así, en los sectores desérticos de Yuma y Tucson, Arizona, las defunciones de migrantes pasaron en el primero de cero a 16 y en el segundo de cinco a 22. Esto debido principalmente a la nueva estrategia de la Patrulla Fronteriza, que consiste en desviar los cruces del área de San Diego, un corredor costero relativamente seguro, y empujar a los migrantes hacia las montañas y el desierto, con lo que se incrementa la posibilidad de perecer.
En lo que respecta a los totales de muertes, que sólo contabilizan los fallecimientos en el lado de la frontera estadunidense, el aumento durante las primeras mitades de los años fiscales de 98 hasta el actual año es constante, pues según estas estadísticas de octubre a marzo de 1998 el saldo fue de 49, en 99 de 73 y en el mismo periodo de 2000 de 112.
Claudia Smith, directora del proyecto fronterizo de la California Rural Legal Assistance Foundation, indica en el documento que las anteriores cifras ponen de manifiesto que cuando la Patrulla Fronteriza lanzó la operación Guardián y otros mecanismos similares en Arizona y Texas, estaba al tanto de los riesgos que implicaría esta estrategia que empujaría (como efectivamente ocurrió) a los migrantes a aventurarse por territorios más inhóspitos, por lo que esperó hasta mediados de 1998 para realizar un conteo de las muerte relacionadas con el cruce ilegal de la frontera, censo "conservador", pues sólo el año pasado el grupo Beta (cuerpo policiaco mexicano para la protección de migrantes) reportó 55 fallecimientos, la mayoría ahogados que fueron descubiertos en territorio mexicano y los mismos patrulleros están de acuerdo en que hay cadáveres que nunca se encuentran.
California, Texas y Arizona, puntos críticos
Smith informó que en marzo, último mes para el cual la Patrulla Fronteriza proporcionó el número de migrantes muertos, un total de 37 migrantes perdieron la vida en California, Arizona y Texas. 24 de ellos fallecieron en el tramo de San Diego a Yuma, mientras que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México reconoce una cifra que supera en 13 decesos a la cantidad reportada por la patrulla, siendo esta de 50.
Smith explica que la diferencia se basa en que mientras la Patrulla Fronteriza sólo cuenta las muertes en su territorio, la SRE incluye dos categorías de fallecidos: mexicanos y desconocidos, y registra los cuerpos u osamentas que se encuentran tanto a uno como al otro lado de la línea fronteriza.
Basándose en estos datos ųcita Smithų, la SRE estima que durante los primeros cinco meses de este año, el número de muertos en toda la línea limítrofe norte (Tijuana/San Diego a Matamoros/Brownsville, aumentó 20 por ciento en comparación con el mismo periodo de 1999 y 86 por ciento en comparación al mismo periodo de 1998, resaltando en estas estadísticas Texas, pues en Laredo habrían perecido 23 indocumentados, en Brownsville 22, en Eagle Pass 21, en McAllen 13 y en El Paso ocho.
En resumen ųindica Smithų, como se analicen las estadísticas, el resultado es que las estrategias estadunidenses son "perversas, contraproducentes e hipócritas", a lo que se suma la cacería de los rancheros de Arizona y Texas, quienes "tomaron la Ley de Inmigración en sus manos", pues realizan lo que ni siquiera los cuerpos policiales locales tienen permitido.
Para Smith es evidente que existe una complicidad entre los rancheros y el cuerpo policiaco, pues según versiones de los primeros la Patrulla Fronteriza no deja de felicitarlos por capturar migrantes, tanto es así que se ha reportado que los rancheros se hacen pasar por agentes, portando ropa camuflajeada con insignias que dicen "Ranch Patrol" (Patrulla Ranchera).