MARTES 27 DE JUNIO DE 2000

* ''No es una crítica, es un dolor el que expreso", señala el escritor cubano


Senel Paz: algunos amigos mexicanos nos abandonan por aprensión

* Hay quienes juzgan incorrecto visitarnos en la isla porque eso equivaldría a apoyar al régimen, dice

* Afirma que los artistas deben pasar por encima de posiciones políticas; "nos necesitamos unos a otros"

César Güemes * Ni siquiera su novela corta El lobo, el bosque y el hombre nuevo, editada en 19 países, en 11 idiomas y que fue un acontecimiento cinematográfico cuando se llevó al cine bajo el título de Fresa y chocolate, filme de Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío es capaz de separar de la tierra los pies de Senel Paz. Cubano de nacimiento y por convicción, parece llevar como carga extra el reconocimiento obtenido con su trabajo como autor de novela, teatro y guión de cine.

Frente a una taza de café en el centro de Jalapa, ciudad en la que trabajó un par de semanas, Senel crea en torno de sí una burbuja de silencio y dice con el tono sencillo, casi neutro: ''Percibo un afecto y un interés en mi persona que siempre vinculo con mi país. Todo individuo tiene su nación a la espalda, pero en el caso de Cuba, por su realidad y su circunstancia, despierta un interés particular. En este momento, en el ámbito internacional, sobre todo en Europa, hay casi una moda de lo cubano relacionado con la música, aunque también con la literatura. Hay editoriales españolas que acuden a Cuba para buscar autores y todos salimos beneficiados con ello."

 

Latinoamérica es una sola

 

ųEres un clásico joven y eso no tiene que ver necesariamente con Cuba o con México.

ųEn lo personal trabajo muy tranquilo y ajeno a esas consideraciones. Respecto de lo afectivo, me complace mucho saber que mi labor funciona, pero a la hora de trabajar el acto siempre es nuevo, de soledad, riesgo e indefensión. Si eres más o menos conocido o famoso no significa nada cuando estás frente a la página en blanco.

ųEn todo caso ahí hay una consideración de orden político, no creativo.

ųBueno, es cierto que a los cubanos nos interesa mucho la acción activa y efectiva con los artistas e intelectuales de América Latina. El intercambio es vital. Los cubanos necesitamos y somos conscientes de la importancia que tiene el hecho de que los artistas hagamos causa común. En ese sentido buscamos a los demás y nos alegra ser bien recibidos. Tratamos de que los amigos no nos olviden. Esto te lo digo porque en el caso específico de México, que para nosotros es un país muy importante con el que trabajamos a la par, mientras muchos amigos mexicanos se mantienen al lado nuestro, también siento que determinados amigos e intelectuales mexicanos nos han abandonado un poquito.

Y complementa: ''No es un crítica, es un dolor el que expreso. Los artistas tenemos que pasar encima de posiciones o matices políticos y hacer un trabajo común. Nos necesitamos unos a otros. En particular hago votos por eso, por el trabajo conjunto, por mantenernos unidos y no olvidados. No lo digo como una crítica, insisto, pero hay amigos mexicanos que nos han abandonado un poco por aprensiones políticas. Incluso hay personas que no consideran correcto visitarnos en Cuba, porque eso equivaldría a un apoyo político que no desean dar. Pero esa no es una operación válida. Cuando vengo a México, por ejemplo, no expreso con ello ningún apoyo al gobierno mexicano, ni dejo por esto mismo de apoyarlo. El interés reside en seguir desarrollando nuestras luchas e inquietudes culturales que finalmente son las mismas. Los artistas de América Latina haríamos muy mal si nos viéramos como seres independientes. Vale más trabajar bajo el sueño de que Latinoamérica es una sola, porque los políticos pueden hacer todas las fragmentaciones que quieran, pero los creadores debemos estar juntos y llevar más a la práctica la pluralidad. Si alguien debe convivir con diversidad de criterios y de posiciones, somos los artistas y escritores latinoamericanos."

ųƑCambió tu posición estética luego de la buena recepción de Fresa y chocolate?

ųEso no tuvo una influencia clara, aunque si vemos el acto creador en frío, puedo decir que el resultado último fue negativo.

ųƑNo es una afirmación que peca de modesta, Senel?

ųNo, cuando trabajas sin la expectativa de lo que puede suceder con el acto creador, cuando éste no es esperado, tienes una gran libertad. Mientras que cuando te sientas a escribir con cierta conciencia de la demanda del público, se tiene que recurrir más a las propias fuerzas para no perder la autenticidad, para no ceder a escribir ni los temas ni las formas que se esperan de ti. Una vez que se es apreciado por el público o por los compañeros de oficio, se puede percibir una presión en el trabajo de la que es muy importante liberarse. En ese sentido digo que me afectó un tanto y me bloqueó lo de Fresa y chocolate. A la hora de hacer cine o literatura, que siempre escribí por el placer de la obra misma, percibí esa tensión. El éxito pone en peligro el ritmo y los temas que uno trae. Pasé por un periodo en el que me tuve que esforzar por mantener aquella tranquilidad y libertad de cuando era un escritor del cual nadie conocía su existencia. Por otra parte, no hay nada que me guste más que pasar inadvertido.

 

La cultura es un suceso en los medios

 

ųAunque no te contradigo, tu obra de novela, cuento y guión ha sido muy premiada. El reconocimiento social e institucional es parte de tu vida.

ųTengo suerte, porque en ocasiones he ganado certámenes a los que no mandé obra sino que alguien lo hizo por mí, o aquellos reconocimientos que da la crítica sobre un trabajo ya editado. Todo eso hace que un escritor obtenga autoridad y su figura se conozca más, con lo cual hay que tener mucho cuidado: no se puede uno equivocar con el significado de los premios. Hoy la cultura es un suceso en los medios y no podemos confundir la obra con ese eco.

''Vamos, me siento satisfecho de que mi trabajo sea muy bien difundido y desde luego me gustaría que se volviera popular, pero es necesario andarse con pies de plomo porque los escritores se han convertido en elementos que manejan los medios. Esto crea una realidad artificial en torno de dramaturgos o novelistas. Hay que estar con un ojo atento a eso.''

ųƑNo te preserva de todo esto el escribir novela o dedicarte al teatro, que no son géneros tan claramente masivos como el cine?

ųSiempre prefiero la atención sobre la obra y no sobre mi persona. Estudié periodismo y reconozco y valoro la importancia de la promoción en la vida moderna, me parece algo válido. Si de algo estamos faltos en nuestras sociedades es de una promoción jerarquizada en la cultura, que forme y oriente al espectador. Por otra parte resulta que hay obras que tienen el don de comunicar al primer golpe, y sucede tanto con García Márquez como con Corín Tellado. Así que esto que consideramos éxito puede estar acompañado de una gran calidad o no tenerla. En algún grado eso me ha sucedido: desde mis primeros libros en Cuba el trabajo fue apreciado y mi nombre comenzó a ser popular. Aunque pasa algo curioso, uno de mis primeros libros tuvo 10 mil ejemplares editados, mientras el que dio lugar a Fresa y chocolate apareció por primera vez con 200 ejemplares. Y sin embargo, al año, no conocía a nadie que no ubicara la historia, el texto se regó de manera total. Así que el escritor no cuenta nunca con que eso va a pasar o no, aunque sería terrible si lo ambicionara o no fuera feliz sin esa respuesta del público.

ųEs muy considerable tu serenidad ante los reflectores.

ųEl éxito, si viene, mejor. Pero si no viene, aguantas y sigues escribiendo en silencio, como si nada.