MARTES 27 DE JUNIO DE 2000

* Moisés Zabludovsky presenta la exposición Los platos del milenio


La cerámica, un medio para la reflexión

* Arte, religión, política, ciencia y televisión son algunos temas que aborda en su iconografía

Merry Mac Masters * Con esto de que los ''artistas somos tratados como si no nos cayera el veinte de que tenemos que comer de nuestro trabajo", y como comer va de la mano con la creación de un instrumento para hacerlo, el artista plástico Moisés Zabludovsky ha diseñado 12 platos de cerámica de alta temperatura para reflexionar al respecto. Su iconografía aborda el arte, la gastronomía, la religión, la política, la ciencia, la televisión, la oceanografía, la música, el deporte, los toros, la guerra y la paz.

Lo de la guerra y la paz se debe a que ''estaba trabajando a final de 1999 y, como había el sentido de cambio de era, decidí hacer algo que tuviera que ver. Como el término milenio es muy dramático, entonces cerré la serie con una reflexión sobre la guerra y la paz, un par de palabras epopéyicas".

Pero, Ƒpor qué la cerámica en vez de la pintura? Zabludovsky explica: ''Existe el juego de crear un objeto utilitario, que es el instrumento que sirve para nutrirse, para que podamos hacer precisamente esto.

''La cerámica es un medio para reflexionar sobre esta situación. Había que escoger un tema y había que solucionar técnicamente el asunto de la identidad del plato, que va de la mano con la tradición de la cerámica."

Invariable manejo del humor

No es la primera vez que el artista trabaja con este material. En alguna ocasión realizó unos murales en cerámica porque el lugar donde se instalarían era muy húmedo y había una preocupación por el mantenimiento. Luego, los dos primeros platos de la serie los creó hace dos años mediante una invitación de la empresa Uriarte, en Puebla. ''Me quedé picado", apunta el entrevistado al referirse a la continuación de este trabajo en el taller coyoacanense de Alberto Díaz de Cossío.

A Zabludovsky siempre le gusta manejar el humor en su obra. Sus platos no son estrictamente para comer porque llevan aplicaciones en esmalte horneado. Pero, como observa, ''existe la preocupación técnica de que sean utilizables para comer", ya que cada plato tiene una especie de retén de donde cuelgan un tenedor y un cuchillo de plata ųhubiera sido mucho más caro hacerlos de acero al necesitar de un troquel industrialų, cuyo diseño también es de su autoría. Los retenes, a la manera de asas, también forman parte de la composición, como se aprecia en La oceanografía: el pedacito de barro es el tanque de oxígeno del buzo del plato. Además, los mangos están pintados de diferentes colores de acuerdo con el tema del plato. Por ejemplo, el del soldado es verde.

Reflejo de la simbiosis cielo-tierra

Si la creación es un juego y el humor lo es de palabras, entonces hay que encontrar una analogía entre ambas cosas, dice. El juego que se establece con el lodo que es el barro hace el asunto integral. ''Mi interés ųapuntaų es que el juego exista de principio a fin. Si la gente los quiere descolgar y usar como platos para comer, es problema del usuario, no mío".

Al respecto, Manuel Ulacia escribe: ''El plato es un símbolo de la fueza secreta: indica la receptividad que uno tiene a las influencias celestes. Los cubiertos, en cambio, son el resultado de la civilización, de las buenas maneras. Al utilizarlos, el hombre permanece en silencio. Como instrumentos reflejan el matrimonio que existe entre el cielo y la tierra".

Del 31 de mayo al 5 de junio pasados, los doce platos (cada uno tiene una edición de 20) de Zabludovsky fueron expuestas en una feria de arte objeto en Nueva York, como parte de una muestra curada por Graciela Kartoffel.

(Los platos del milenio es la muestra de Zabludovsky, organizada por Galería Arcos Ittati, que se exhibe en el colindante restaurante Bistro du Vin, Centro Corporativo Arcos Bosques, Bosques de Tamarindo 400 locales 12 y 13, colonia Bosques de las Lomas, y que culminará el 2 de julio.)