JUEVES 29 DE JUNIO DE 2000

* Comentaron Las PRIelecciones..., libro al alimón de Sefchovich y Magú


Monsiváis: los caricaturistas son los grandes donadores de salud mental

* No sé en qué se transformará el tricolor, pero tendrá que hacerlo, considera el cronista

* El volumen es un obituario del dedazo, a menos que el PAN gane por designio del índice de Dios

Miryam Audiffred * Para el escritor Carlos Monsiváis no hay duda de que los caricaturistas han evitado que la sociedad mexicana viva momentos de total enloquecimiento. ''Su trabajo ųdijoų ha sido el de un verdadero partido político al convertirse en los grandes donadores de salud mental".

El autor de Días de guardar acudió el martes por la noche al Centro Cultural San Angel para presentar el libro Las PRIelecciones. Historia y caricatura del dedazo y mostrar su punto de vista en torno de las votaciones del próximo domingo.

En un ambiente electrizado por la incertidumbre política y ante los creadores del texto publicado por la editorial Plaza & Janés ųel cartonista Magú (Bulmaro Castellanos) y la escritora Sara Sefchovichų, Monsiváis comentó que Francisco Labastida es el último candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional. ''No sé en que se va a transformar el PRI, pero tendrá que hacerlo porque la sociedad ha cambiado física, síquica y moralmente".

Y es que si antes se requería valor civil para criticar al gobierno, hoy ųironizó el también autor de A ustedes les constaų ''se necesita valor civil para defenderlo". Es más, según el cronista mexicano, Magú fue uno de los primeros caricaturistas en descubrir que con su trabajo no profanaban nada y advertir ''que los políticos no eran algo sagrado sino seres tan comunes como nosotros pero, quizá, más corrientes".

Comentó que espera ''venturosamente" que el PRI llegue a su final el 2 de julio porque su gobierno se ha caracterizado por imponer a la sociedad el ''lenguaje del cinismo" y por mantener una estupidez disfrazada de criterio legislativo.

El gran dedo, protagonista de la noche

Las épocas en que los gobernantes intentaban comprar las obras de los caricaturistas o presionaban a los directores de los medios para evitar su difusión han quedado atrás. Pero, también es cierto que el dedazo ųen palabras de Magúų ''ya no pasará la verificación el próximo sexenio" y que, por eso, el libro presentado es un obituario; ''a menos que gane el PAN y entonces ųcomo dijo Monsiváisų el dedazo sea de Dios".

No obstante, el gran dedo estuvo presente todo el tiempo acompañando las palabras de los caricaturistas Rocha y Luis Fernando, de Guadalupe Loaeza y de los autores, quienes ante un auditorio que reunió a lectores de todas las edades, comenzaron la difusión ''oficial" de una obra que ''desempolva 24 años de amarillentos cartones y atestigua el gran daño que los compatriotas mitoteros le han asestado al sagrado índice presidencial, la más eficaz de las máquinas electorales inventadas por el hombre".

Así, por una noche, los procesos electorales de los últimos años regresaron a la memoria. No sólo mediante la páginas de Las PRIelecciones... También a través del dedo sangriento de Díaz Ordaz, el dedo vestido de tehuana de Echeverría, el dedo perro de López Portillo, el dedo gris y plano de De la Madrid, el dedo primermundista de Salinas y el dedo Frankenstein de Zedillo que, cual piñatas de tela y unicel, estuvieron colgados a espaldas de los presentadores en espera de ser tundidos.