JUEVES 29 DE JUNIO DE 2000

* Inauguraron su retrospectiva La creación como libertad en el Museo Tamayo


Soriano se une a los grandes reveladores de la esencia del mexicano, dijo Tovar

* Durante el recorrido por la muestra, el artista no perdió el destello travieso de sus ojos

* La vida de Juan deviene ''homenaje ya diario'', opina la periodista Elena Poniatowska

Merry Mac Masters * Anteayer Juan Soriano reanudó su diálogo con su colega Rufino Tamayo, hecho que lo inserta en la sucesión de generaciones artísticas mexicanas, al inaugurarse en el museo que lleva el nombre del artista oaxaqueño, la retrospectiva del jalisciense de nombre La creación como libertad, con motivo del homenaje nacional por sus 80 agostos y más de 60 años de producción plástica.

Las primeras gotas de lluvia apresuraron el paso de los invitados a la ceremonia encabezada por el presidente Ernesto Zedillo. Soriano, ese ''niño de mil años", como diría su amiga Elena Poniatowska, aguardaba en el patio del Museo Tamayo y comentaba cómo el mismo día de la inauguración todavía arribó obra esperada procedente de Italia y Suiza.

Soriano estaba como siempre: amable, platicador, bromista. Su actitud natural fue quitando cualquier solemnidad al acto hasta parecer lo que era, una reunión de amigos.

Redescubrir al ser polifacético

Rafael Tovar, titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, fue el único en tomar la palabra. Ante el presidente Zedillo, su esposa Nilda Patricia Velasco, los secretarios de Hacienda y Educación Pública, José Angel Gurría y Miguel Limón Rojas, respectivamente, dijo que Soriano se une a los ''grandes artistas que han tenido el mérito de revelarnos una manera diferente de ser mexicano".

La esencia del homenaje, continuó Tovar, consiste en redescubrir y mostrar las otras facetas que hacen del autor de la escultura La paloma ųconocido más como pintorų el artista diverso y complejo que ha enriquecido de las maneras más distintas el acontecer cultural y artístico de las últimas siete décadas. Con cerca de 200 obras, creadas desde 1938, ''podemos aventurarnos hoy en una exploración única de un mundo donde el artista ha hecho del retrato y el autorretrato una forma profundamente lírica de indagación personal y de sus semejantes". Tovar también se refirió a las naturalezas muertas de Soriano, sus ámbitos habitados por el color y los símbolos, sus paisajes oníricos, sus universos mitológicos y su mundo animal.

Durante el recorrido por la muestra, fueron los retratos de lo que el historiador Enrique Krauze llamaría en entrevista el ''eterno femenino a través de la mirada de Juan Soriano", los que suscitaron comentarios y recuerdos.

En ellos lucen espléndidas Isabela Corona, María Asúnsolo, Lola Alvarez Bravo, Amalia Hernández, Lupe Marín y Elena Garro. En compañía del curador, Miguel Cervantes, Soriano animó la visita con relatos chuscos y nunca perdió el destello travieso de sus ojos.

Un ser generoso que sabe dar

Para Elena Poniatowska, la vida de Juan Soriano se ha convertido en ''un homenaje ya diario" de recibir el cariño de las personas y, además, darlo porque ''Juan es un hombre muy generoso que sabe dar. Es el único que se preocupa por preguntar, además de los millones de artículos, oye, Ƒcómo va tu novela? Entonces, se lo agradeces en el alma".

La periodista y escritora agregó que con el libro Juan Soriano, niño de mil años, de su autoría, ''hemos viajado juntos y lo he visto que a veces está con estudiantes. Palabra de honor, yo me voy a tirar como un costal de papas viejas en un rincón, y él está con ellos desde las cinco de la tarde hasta las doce de la noche, de pie, contestando sus preguntas".