JUEVES 29 DE JUNIO DE 2000

* Lo acusan de homicidio y abuso de poder


Exigen indígenas de Zacatepec Mixe que se aplique la ley a un cacique

Aproximadamente cien indígenas del municipio serrano Zacatepec Mixe están en plantón desde hace cuatro días frente al palacio de gobierno de Oaxaca para exigir que se castigue a quien identifican como el cacique histórico de la región, Carlos Romero Rodríguez, viejo militante cenecista, quien, a raíz de una elección comunitaria manipulada, fue impuesto como presidente municipal entre 1993 y 1995, a pesar de la oposición de los habitantes.

En un comunicado suscrito por comuneros de Zacatepec Mixe, se explica que el objetivo del plantón es exigir que la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) investigue y procese a Romero Rodríguez por los homicidios de dos mixes, Arsenio Chávez Lázaro y Flavio Cruz Dionicio, asesinados en 1997 y 1995 por pistoleros del cenecista.

Se demanda también la liberación de los comuneros Genaro Alejo y José Segundo, presos en Santa María Ixcotel por otro homicidio que, dicen los denunciantes, en realidad fue cometido por orden de Romero Rodríguez. Piden que la PGJE y la Comisión Estatal de Derechos Humanos investiguen "en forma seria y objetiva, tomando en cuenta nuestras normas y autonomía comunitaria", los diversos actos de fraude, desviación de recursos e intimidación que ha cometido la familia Romero, descendiente de una antigua dinastía caciquil.

Entre los delitos que la comunidad de Zacatepec Mixe ha documentado ante las autoridades, sin obtener respuesta, figuran un robo al Inmecafe de 4 toneladas del grano en 1978; el hallazgo de plantíos de mariguana, en 1986, en terrenos de Romero; el abuso de poder como presidente de la Unión de Productores de Café de la CNC, a partir de 1986, para defraudar recursos destinados a la contrucción de secadoras de café y obras de infraestructura no realizadas.

Como alcalde impuesto, señalan los expedientes de denuncia, Romero Rodríguez abusó de la confianza de comuneros de distitnas localidades productoras de café, defraudándolos con sus cosechas; construyó dos casas con materiales de la presidencia municipal, y destituyó ilegalmente a cuanto tesoreso se intentó oponer a sus gestiones ilícitas.

Una vez destituido como presidente por la asamblea comunitaria, Romero tomó el palacio municipal en 1997 y al año siguiente lo volvió a intentar. Recurriendo a un mecanismo común en Oaxaca contra los dirigentes comunitarios y líderes opositores, el cenecista logró que las autoridades judiciales emitieran órdenes de aprehensión contra las autoridades municipales y comunales. Dos de ellos ya fueron apresados y liberados y dos más ųGenaro Alejo y José Segundoų siguen presos.

Los comuneros advierten que no levantarán el plantón hasta obtener del gobierno, la PGJE y el Tribunal Superior Estatal, garantías de que actuará para hacer justicia y poner fin a la impunidad.