VIERNES 30 DE JUNIO DE 2000
* Versátil, vanidoso y mujeriego, participó en 150 obras y 130 películas
Murió Vittorio Gassman, el último monstruo de los escenarios italianos
* ''No me considero irremplazable, Ƒpero qué hará el mundo sin mí?'', dijo alguna vez
Afp, Dpa y Notimex, Roma, 29 de junio * El actor Vittorio Gassman, el último monstruo de la escena italiana, falleció a los 77 años a causa de un infarto cardíaco, tras más de seis décadas dedicadas al cine y al teatro.
Actor de incomparable versatilidad, pues interpretó con igual facilidad la tragedia que la sátira, seductor magnífico, comediante de risa inconfundible, su figura atravesó todos los escenarios desde 1943, cuando debutó en el teatro, con la dirección de los más grandes directores, desde Lucchino Visconti hasta Mario Monicelli o de Dino Rissi a Robert Altman o Alain Resnais.
Entre sus películas más importantes están Arroz amargo, con Silvana Mangano; La mujer más bella del mundo, con Gina Lollobrigida, y Rapsodia, con Liz Taylor, así como La guerra y la paz, Il Sorpasso, La Armada Brancaleone, Los desconocidos de siempre, Perfume de mujer y El desierto de los tártaros.
En el teatro, por el que sentía una predilección, en especial por el clásico, al que consideraba la forma más perfecta de reflexionar acerca del presente, representó Hamlet, Otelo, Macbeth, Orestes y Edipo Rey, entre otras obras, pero mantenía distancia frente a las manifestaciones de vanguardia, porque decía que en ellas era como si "los actores estuviesen leyendo el diario en escena".
Prolífica actuación
Vittorio Gassman nació en Génova el 1o. de septiembre de 1922. Hijo de un austriaco y de una italiana, abandonó sus estudios de derecho, alentado por su madre, que supo descubrir su talento como actor, para ingresar a la Academia de Arte Dramático de Roma.
Apodado El matador, interpretó 150 obras, entre comedia y clásicos, y participó en unas 130 películas, con algunas de las cuales recibió numerosos reconocimientos.
Su trayectoria cinematográfica, que se inició en 1946 con la película Preludio de amor, culminó en 1999 con la cinta La bomba.
Desde la mitad de los cuarenta y hasta principios de los cincuenta, actuó en 18 películas donde generalmente dio vida a tipos desalmados, contrario a su personalidad elegante.
Su popularidad llegó con el filme Arroz amargo, de Giusepe de Santis, junto a la actriz Silvana Mangano; poco después interpretó Ana, de Alberto Lattuada, y La tratta delle bianche, de Luigi Comencini, cinta que lo llevaría a Hollywood.
Gassman firmó un contrato con la Metro-Goldwyn Mayer para interpretar Cry of the Hunted, The Glass Wall y Sombrero y rapsodia; sin embargo, por el poco interés que despertaron las cintas, los estudios hollywoodenses prescindieron de su trabajo y el actor regresó a su natal Italia.
En el país de la bota, interpretó destacados papeles en coproducciones con Estados Unidos, como La mujer más guapa del mundo, Mambo y Guerra y Paz.
En los 10 años siguientes, el artista italiano logró consagrarse como actor teatral y del séptimo arte, dando vida al Teatro Popular Italiano; sin embargo, se dedicó más al cine, donde interpretó diversos personajes, como Bruno Cortona en Sorpasso (1962), de Dino Rossi.
Para 1973, Gassman volvió a los escenarios con Traslados, primero de una serie de espectáculos antológicos en los que combinó el teatro con el autoanálisis para hacer una reflexión sobre sí mismo.
En los ochenta, comienza a sufrir fuertes depresiones que lo llevan a refugiarse en la escritura y publica su más célebre libro, Un gran futuro a mis espaldas, seguido de la novela Memorias del subsuelo.
Pese a su estado de ánimo y a que redujo sus apariciones cinematográficas, tuvo una destacada participación en la película La familia, de Ettore Scola, en 1987, donde interpretó a dos personajes.
En 1991, llevó a los escenarios Ulises y la ballena blanca e intervino en la televisión italiana con la lectura de cuarenta cantos de La divina comedia y con dos series, Abraham y Desierto de fuego.
Aun cuando su estado de salud era delicado, Gassman se mantuvo presente en la vida artística. En febrero pasado decidió despedirse del teatro. En esa ocasión el actor quiso sembrar la duda sobre el hecho de que El matador se retiraría.
Hace cuatro años, en una entrevista, el artista comentó que le gustaría ser recordado como el mejor. No se equivocó, pues según la crítica italiana tenía todos los dones para ser un maestro del arte teatral y cinematográfico... y así fue.
En 1997 recibió el Premio Príncipe de Asturias en reconocimiento a su trabajo como creador y modelo interpretativo.
Con Perfume de mujer obtuvo el Globo de Oro y fue propuesto para recibir el prestigiado Oscar.
Un vanidoso incorregible
"No me considero irremplazable ųdijo alguna vez Vittorio Gassmanų, Ƒpero qué hará el mundo sin mí?".
Vanidoso, polémico, mujeriego pertinaz, se casó varias veces, pero sus aventuras amorosas superaron ampliamente lo que le hubiesen permitido los papeles.
Tuvo cuatro hijos ųcada uno de ellos fruto de una relación distintaų, una nieta y dos bisnietos. Con su tercer hijo, Alessandro, también actor, compartió en los últimos años múltiples escenarios. El cuarto, Jacoppo, nacido de su matrimonio con Diletta D'Andrea, llegó cuando Gassman se acercaba a los 60 años.
Era imponente, contradictorio, impetuoso, snob y hasta egocéntrico. Amaba la irracionalidad y la volcaba en sus obras.
"Los jóvenes actores ųdecíaų saben más cosas que nosotros y son más elegantes, pero no tienen la rabia, el sentido de la desmesura que teníamos antes. Esta es una profesión que no se basa totalmente en la racionalidad: la parte loca es más interesante que la parte lógica".
Acerca de su éxito, él consideraba: "No soy un italiano típico, tal vez esto me haya ayudado''. Se refería a la inclinación natural de sus compatriotas a la exageración. Y esto era, según el artista, más un obstáculo que una ventaja en la profesión.
El periódico International Herald Tribune lo calificó como ''la figura más diversificada del teatro italiano''. Gassman se compenetraba en sus papeles, se sumergía en las profundidades del alma humana, manifestaban los entendidos.
"Sus interpretaciones son históricas. No se pueden describir con palabras", señalaron los críticos tras su lectura de La divina comedia de Dante.
El sábado, las exequias
Los funerales religiosos del actor italiano tendrán lugar el próximo sábado en Roma, mientras tanto una capilla ardiente será instalada el viernes por la mañana en la alcaldía de esta capital, a fin que quienes lo deseen acudan a rendir homenaje al artista.
El cuerpo de Gassman será incinerado, según indicó la agencia de pompas fúnebres encargada de organizar los funerales.
Numerosos cineastas, actores y amigos del actor empezaron a llegar al domicilio del artista, a presentar sus condolencias a su esposa, Diletta D'Andrea, y a sus cuatro hijos.
El cineasta Marco Risi, la actriz Francesca D'Aloja, Mónica Vitti, que fue alumna de Gassman en la Academia de Arte Dramático, fueron los primeros en llegar y coincidieron que habían perdido no sólo a un gran artista, sino a un gran amigo.
También se presentaron a dar el pésame el director Francesco Rosi, el cineasta con el que trabajó Gassman, Mario Monicelli, de 85 años, quien prefirió omitir declaraciones, y el actor Alberto Sordi, con quien compartió créditos en varias películas.
El cineasta español Pedro Almodóvar manifestó su consternación al conocer el fallecimiento del ''actor inmenso'', como lo calificó.