VIERNES 30 DE JUNIO DE 2000
* Hoy concluye el proceso de renovación sindical
Se encamina Hernández Juárez hacia su séptima reelección
* Sus opositores tendrían 2 mil votos * La Verde sumaría 30 mil
Fabiola Martínez * Este viernes concluye el proceso electoral interno en el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM), organización en la que desde 1987 no se había registrado una planilla opositora que le disputara el liderazgo a Francisco Hernández Juárez, secretario general de este gremio desde 1976.
De acuerdo con cifras preliminares, la planilla Amarilla, que encabeza Andrónico Martínez con 20 trabajadores más, ha obtenido poco más de 2 mil votos, contra más de 30 mil de la oficial (Verde), con lo que prácticamente se asegura la séptima reelección de Hernández Juárez para el periodo 2000-2004.
Al hacer un balance de este proceso, Martínez y su equipo se manifestaron satisfechos por haber impulsado un movimiento que, a decir de ellos mismos, tiene la simpatía de al menos 50 por ciento de los telefonistas, aunque esta preferencia "no se expresa en las urnas por la falta de privacidad ųcarencia de mamparasų al momento de emitir el sufragio, y por la presión ejercida hacia los trabajadores por parte del equipo, comité, comisionados y delegados juaristas.
"šCómo emitir un voto libre cuando los compañeros tienen detrás a un delegado o comisionado vigilando el sentido de su voto, y prometiéndoles préstamos, vacantes, canje de vacaciones y hasta uniformes de trabajo, al puro estilo de la maquinaria que usa el PRI!", expresaron.
Los integrantes de la planilla Amarilla señalan que este esfuerzo opositor representó para Hernández Juárez "un accidente en la vida sindical", porque al principio ųseñalaronų a él le convenía una oposición que le sirviera para legitimarse, "pero nunca se imaginó que surgiera un grupo opositor real, que lo cuestionara y que demostrara que definitivamente no tiene el consenso que pregona".
Ayer, en conferencia de prensa, "retaron" al dirigente de los telefonistas a un debate para el próximo lunes, a las cinco de la tarde, en el auditorio del STRM, para que frente a los trabajadores "demuestre, como él afirma, que este es un proceso electoral limpio; que no hay recursos de la empresa o de las cuotas, y que las cifras emitidas por la comisión electoral corresponden a comicios normales con base en las reglas que fija nuestro sindicato".
Manifestaron también que si Hernández Juárez "realmente tiene ese espíritu democrático que promueve al exterior, que lo demuestre a través de una reforma estatutaria que le dé a la comisión nacional electoral la facultad de llevar adelante un proceso electoral limpio y democrático".
Respecto de los presuntos actos fuera de la ley en este proceso electoral, los integrantes de la planilla Amarilla se refirieron a un pago de 4 mil 97 pesos, entregado la semana anterior a todos los telefonistas, por concepto de "ajuste de pago de utilidades" y del pago ordinario de 900 pesos para compra de útiles escolares.
Además, la amenaza de despido hacia Jesús Cuevas, integrante de la planilla opositora; la tardía autorización de licencias sindicales para que los integrantes de la planilla Amarilla compitieran libremente; el rechazo de la directiva sindical para que se imprimiera la propaganda de ambas planillas con recursos sindicales, y la "parcialidad" de la comisión nacional electoral, en la que participa una de las hermanas de Hernández Juárez.
Por lo pronto, hoy concluye el periodo de votaciones en todos los centros de trabajo de Telmex, y se espera que en la primera o segunda semana de julio se realice la convención, en la que se ratifiquen los resultados del proceso. Sin embargo, Martínez advirtió que agotarán todos los recursos internos para impugnar el proceso "fraudulento" y, de no encontrar respuesta satisfactoria, acudirán ante las autoridades laborales para evitar la reelección de Hernández Juárez.
Al término de esta etapa, Martínez y su planilla expresaron: "No somos un submundo de inconformes o un pequeño grupo disidente, sino telefonistas que intentan democratizar los procesos internos; nuestra meta es conseguir que haya un proceso electoral normal, acorde con las normas democráticas básicas que existen en cualquier sindicato que se diga democrático.
"Sabemos que hay mucho temor al poder personal de Hernández Juárez, a quien ni siquiera su equipo más cercano llama camarada o compañero, sino señor, porque actúa como un emperador ante su corte; por ello, nuestra meta es arrancarle a este secretario general un proceso electoral legítimo".