SABADO 1o. DE JULIO DE 2000

* El grupo actuará en el teatro La Capilla


Saltimbanqui reivindica la impresión estética de los títeres

* Ciria Gómez y Eduardo González se nutren de lo prehispánico

Renato Ravelo * Música, títeres, malabares. El grupo Saltimbanqui reivindica el juego de manos, la impresión estética sustentada en las relaciones naturales que se establecieron en la cultura prehispánica y de alguna manera se adaptan y persisten.

Con funciones este fin de semana en el teatro La Capilla, el grupo integrado por Ciria Gómez Lecuona y Eduardo González Ortega, cuenta en su bagaje con el reconocimiento callejero, lo mismo en Segovia, España, que en Perugia, Italia.

Es diferente actuar en un escenario, explica Eduardo, porque en la calle sorprendes al público que transita, en tanto que en el escenario acude para que lo sorprendas. Nuestro trabajo, agrega, a lo largo de 24 años ha consistido en investigar las formas estéticas a partir de sus manifestaciones populares, ya sea en fiestas, festivales o calles.

Representamos lo mismo una leyenda maya de las razones por las que fue abandonada Chichén Itzá, que la relación existente entre el sol y las flores. Tenemos un espectáculo que se llama Cuentos de la tradición oral indígena.

Si las herramientas de Ciria son los malabares, las de Eduardo son las manos. Sobre su diestra se coloca una máscara y el dorso se convierte en el cuerpo de un viejito. Su voz se distorsiona y es capaz de crear el efecto estético del títere.

Dos juglares dos

El personaje del títere en la tradición indígena es el de aquel que es manejado por los dioses. Hay varias palabras, cuenta Eduardo, que tienen esa connotación. Incluso se menciona en las Cartas de Relación, que escribiera Hernán Cortés en 1538.

Saltimbanqui es lo mismo la representación escénica que la acumulación de experiencias, explica Ciria, quien muestra la edición de calendarios y de folletos en los que se explican las bases de la magia de los títeres y de la representación callejera, así como los distintos trucos para la personificación.

A final de cuentas se trata de dos juglares, alimentados de la riqueza prehispánica que a partir de este fin este sábado, a las 13:00 horas, mostrarán lo que significa ser poseído por los dioses.

(Funciones sábados y domingos a las 13:00 horas en el teatro La Capilla, en Madrid 13, Coyoacán.)