SABADO 1o. DE JULIO DE 2000
* Respetaremos reglas del IFE: Rob Allyn
Temen represión mexicanos que patrocinan Democracy Watch
* No se sabe quién pagará los conteos rápidos de este grupo
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 30 de junio * Una agrupación anónima de líderes cívicos y empresariales, entre quienes hay algunos vinculados con PRI, PAN y PRD, organizaron un proyecto denominado Democracy Watch (Vigilancia de Democracia) y contrataron a dos prestigiosas firmas estadunidenses para realizar encuestas de salida el próximo domingo, confirmó hoy un vocero de esta iniciativa.
Las agencias Penn, Schoen & Berland, con sede en Nueva York , que realiza encuestas para el presidente Bill Clinton, entre otros clientes, y Allyn & Company, de Dallas, que ha hecho sondeos para candidatos republicanos, fueron contratadas para llevar a cabo una de las encuestas de salida más amplias que se realizarán el 2 de julio, comentó Rob Allyn, director de Allyn & Company, en entrevista telefónica con La Jornada.
Democracy Watch había considerado dar a conocer sus encuestas en cuanto tuviera disponible la información de la jornada electoral, pero Allyn dijo hoy que después de consultar con el IFE se decidió esperar hasta la noche del domingo para publicar los resultados de sus sondeos. "El mejor curso es difundir los resultados a las 22:01, después de que cierren las casillas en Tijuana, y eso es lo que vamos a hacer", dijo.
Las agencias estadunidenses contrataron a Miguel Basáñez, de MORI, para ayudar en la organización del trabajo de campo para las encuestas de salida, en las que se intentará entrevistar a 10 mil electores en casillas de todo el país estratégicamente seleccionadas. "Basáñez y Penn, Schoen & Berland han entregado información al IFE sobre lo que estamos haciendo, y éste nos dio una lista de normas a las cuales tenemos que apegarnos", dijo Allyn.
El asesor indicó que su grupo cumplirá todas las regulaciones del IFE que condicionan este tipo de esfuerzo.
"Estamos aquí por invitación de líderes mexicanos de la sociedad civil", declaró Allyn en un comunicado distribuido por su oficina a mediados de este mes. "Tenemos plena confianza en que el IFE y el gobierno contarán el voto de forma imparcial, difundirán ese conteo preciso y supervisarán que sea una elección presidencial libre e imparcial". Allyn agregó este viernes en entrevista: "Esperamos que nuestro conteo se iguale al del gobierno. Pero si eso no ocurre, lo difundiremos, y corresponderá a la sociedad civil analizar la información".
El proyecto Democracy Watch ha generado bastante publicidad en México, en parte porque el grupo se ha rehusado a revelar las identidades de quienes financian el esfuerzo, más allá de afirmar que son mexicanos. En la entrevista de hoy, Allyn defendió esta decisión e indicó que los anfitriones mexicanos del proyecto tienen una legítima preocupación, ya que es una sociedad donde el gobierno y el partido oficial tienen un enorme poder.
"Hay una historia de represalias contra la gente por sus opiniones políticas", dijo Allyn. "Hay una renuencia entendible de figuras empresariales y del público para expresar perspectivas que son contrarias al gobierno".
Insistió en que todos los fondos para Democracy Watch provienen exclusivamente de grupos e individuos mexicanos. "Son empresarios. Hasta hay gente del PRI; obviamente muchos no están en el círculo interno del partido en el poder, pero sí hay algunos que son cercanos al interior del tricolor", comentó. "Además, hay varios que tienen una perspectiva de oposición con vínculos cercanos al PAN y al PRD". También negó que su esfuerzo tuviera alguna relación con una organización canadiense que se llama Democracy Watch.
Por cierto, el director de ese grupo, Duff Conacher, confirmó a este diario que su organización sólo se dedica a asuntos electorales en Canadá y no tiene ningún proyecto en el exterior.
Aunque en Estados Unidos la práctica común de los encuestadores es divulgar los nombres de quienes los contratan, Allyn señaló que en varios países de América Latina se mantienen en secreto. Por ejemplo, uno de los sondeos de salida en la primera ronda de la votación en Perú, este año, auspiciada por un grupo de peruanos que mantuvieron el anonimato, fue clave para obligar a Alberto Fujimori a aceptar una segunda ronda.
Allyn comentó hoy que el éxito de ese primer esfuerzo peruano (a pesar de los resultados finales), fue uno de los factores que condujeron al grupo de dirigentes civiles y empresariales mexicanos a considerar la idea de contratar a las dos empresas estadunidenses para las elecciones en México.
Las dos agencias estadunidenses fueron seleccionadas, en parte, por su prestigio internacionalmente reconocido y para expresar un equilibrio político. Además de su trabajo para Clinton, Penn, Schoen & Berland realizaron investigaciones y encuestas para el PRI durante su elección primaria. Allyn, además de sus contratos con candidatos republicanos, también ha hecho trabajo para el PAN. "Nuestro lema ųafirmó Allynų es: estaremos observando para que sean elecciones libres e imparciales en México".
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El IFE desmiente comunicado
Hasta la fecha, el IFE no ha recibido documentación alguna de Democracy Watch o de las empresas Penn, Schoen & Berland, a quienes la primera encargó la realización de una exit poll para conocer las tendencias de la elección presidencial. Según la ley, quienes realicen dichos ejercicios cuentan hasta con 10 días posteriores a la publicación de la encuesta de salida para enviar al órgano electoral la metodología que usaron y toda la información en torno a quién contrato el estudio.
El viernes, Notimex difundió que el presidente del IFE, José Woldenberg, había dicho que Democracy Watch "no cubrió los requisitos para hacer encuestas". Acto seguido, llegó a las redacciones de los periódicos un comunicado de prensa con la cabeza "Rechaza el IFE a Democracy Watch", y en su primer párrafo:"El presidente del Instituto Federal Electoral informó que Democracy Watch no cubrió los requisitos para hacer encuestas en los comicios de este domingo".
La dirección de Información del IFE precisó que el órgano electoral no había emitido ningún comunicado en ese sentido, por lo que fue considerado un documento apócrifo. (Mireya Cuéllar y Alonso Urrutia)