DOMINGO 2 DE JULIO DE 2000
* Jóvenes, 20% de los electores; por primera vez elegirán Ejecutivo federal
Están en condiciones de votar 58 millones 789 mil 209 ciudadanos
* Instalarán 113 mil 604 casillas en toda la República; abiertas, desde 8:00 hasta las 18:00 horas
Mireya Cuéllar y Alonso Urrutia * Un total de 58 millones 789 mil 209 ciudadanos estarán en posibilidades de ir hoy a las urnas para elegir al próximo presidente de la República y un nuevo Congreso. Alrededor de 20 por ciento, unos 10 millones de jóvenes, elegirán por primera vez Ejecutivo federal. A lo largo y ancho del país habrá 113 mil 604 casillas ųabiertas desde las ocho de la mañana y hasta las seis de la tardeų en espera de los electores.
Este año los partidos políticos recibieron, como financiamiento público, 3 mil 581 millones de pesos. Si consideramos que pueden gastar en sus campañas, gracias al financiamiento privado, prácticamente el doble de dicha cifra, los partidos podrían haber gastado en sus campañas más de 6 mil millones de pesos. En tanto, para gastos de operación, el IFE recibió 4 mil millones.
De esa manera, México cerrará electoralmente el siglo XX. Elegirá al primer presidente de la República de la nueva centuria en un proceso que se prevé como el más competido de que se tenga memoria. En la víspera, la incertidumbre sobre quién resultará vencedor en la elección presidencial hace pensar en la posibilidad de presenciar una vuelta a la página de la historia. Sin embargo, y por eso mismo, también este 3 de julio, al despertar ųcomo en el cuento de Monterrosoų, el paquidermo podría seguir ahí.
Los protagonistas del episodio que se escribirá hoy son cinco: Francisco Labastida Ochoa (PRI); Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano (Alianza por México); Vicente Fox Quesada (PAN-PVEM); Manuel Camacho Solís (Partido de Centro Democrático) y Gilberto Rincón Gallardo (Democracia Social). Uno de ellos amanecerá mañana, prácticamente, presidente electo. Había un sexto, Porfirio Muñoz Ledo, que en el camino tropezó varias veces y terminó por abandonar la contienda.
Casi ninguno de los mexicanos que hoy tendrán la posibilidad de sufragar han conocido un presidente de la República que no sea del partido fundado por Plutarco Elías Calles. Aunque actualmente 66 por ciento de los habitantes del país conviven con un gobierno local de oposición.
El PRI, el PAN y el PRD ųunos más que otrosų son viejos conocidos. La Alianza por el Cambio es la suma de los partidos Acción Nacional y Verde Ecologista de México. La Alianza por México es una mezcla de pequeños partidos que decidieron tomar como eje a Cuauhtémoc Cárdenas para no perder el registro que acaban de lograr. Es el caso de la Sociedad Nacionalista, Convergencia por la Democracia y Alianza Social. El PRD y el PT son los cimientos en esa coalición.
El Partido de Centro Democrático ųcreado por Manuel Camacho Solís cuando abandonó el PRIų decidió medir fuerzas en las urnas, al igual que Democracia Social, con Gilberto Rincón Gallardo, salido del PRD hace ya algunos años. Estos partidos deberán obtener cuando menos 2 por ciento de la votación si quieren mantener el registro legal y el acceso a las prerrogativas.
La incógnita a despejar este domingo es si el PRI será capaz, una vez más, de obtener el voto de confianza de la mayoría. La posibilidad de que trascienda el siglo provoca expectación. En las reuniones familiares, las mesas de café... los comederos políticos y hasta las fiestas infantiles, la pregunta de estos días ųplanteada con tono de incertidumbreų fue, es: Ƒquién ganará?
Esto se resolverá ųsegún las previsiones del IFEų en las primeras dos horas del lunes 3 de julio, cuando el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) haya contabilizado un poco más de 50 por ciento de la votación emitida. Si la competencia es muy cerrada, la posibilidad de que para esa hora las tendencias de votación no sean definitivas, es real. El compromiso del IFE es hablar, ante cualquier circunstancia, con claridad.
Sin embargo, antes, a las 23:00 de hoy, se darán a conocer los resultados de los tres conteos rápidos que el órgano electoral encargó a igual número de empresas. No serán resultados oficiales, pero lo más seguro es que si los tres coinciden en que A, y no B o C ganó la elección, el PREP lo único que hará posteriormente es confirmar la tendencia.
Además del IFE, la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión ordenó dos conteos rápidos. Las televisoras y varias organizaciones, como la Coparmex, también. Por ley, nadie puede dar a conocer los resultados del conteo antes de las ocho de la noche, hora del centro ųporque para entonces apenas estarán cerrando las casillas de Baja California, donde serán las seis.
Según Manuel Barberena, de la empresa Pearson, todos los conteos rápidos estarán listos alrededor de las once de la noche, porque para elaborarse es necesario esperar el cierre de las casillas y que los funcionarios cuenten los votos. Los encuestadores toman los datos de las cartulinas con los resultados que por ley se colocan al final en todas las mesas de votación.
Si un conteo rápido está bien hecho ųdice este especialistaų no debe haber error. Lo ético, apunta, en caso de una votación muy cerrada y dado que los márgenes de error de los muestreos pueden ser hasta de dos puntos porcentuales, es que se informe a la opinión pública de la situación y se espere hasta que el PREP termine su contabilidad.
El Instituto Federal Electoral no tuvo, hasta ayer, información en el sentido de que alguien planeara hacer una exit poll. Pero es sabido que una agrupación anónima de líderes cívicos y empresariales ųaglutinados alrededor de Democracy Watchų contrataron a dos firmas estadunidenses, que se estarían apoyando en Mori de México, para realizar una encuesta de salida.
La diferencia entre el conteo rápido y la encuesta de salida es que, la segunda, se hace antes que cierren las casillas, ya que se elabora preguntando a los votantes, cuando abandonan la casilla, cuál fue su preferencia electoral ųentre otro tipo de información que se puede levantar, como datos por sexo, edad, etcéteraų. Así que una exit poll puede arrojar tendencias de la votación a las cuatro de la tarde, o antes, en función de su diseño. Está demostrado que el margen de error de este ejercicio estadístico es mayor, pues se dan casos en los que el votante miente.
Aunque quienes ordenaron la encuesta decidieran hacerla pública antes de las ocho de la noche ųhora del centro del paísų, las estaciones de radio y cadenas de televisión nacionales no podrían darlos a conocer porque la ley lo prohíbe. Quienes reciben señales de televisión extranjeras tampoco se enterarían, ya que los noticieros estarán siendo bloqueados. El único medio sin control es Internet.
La de este domingo será ųindependientemente de sus resultadosų una elección de muchas primera vez.
Como ejemplo, la elección presidencial ya no será calificada por un tribunal político, como lo era la Cámara de Diputados, que para tal efecto se convertía en Colegio Electoral, sino jurídico.
Por primera vez no hay sombra de duda sobre el padrón electoral que se usará ųaunque esté desactualizadoų; por primera ocasión el mayor monto de financiamiento público no fue para el PRI, sino para la coalición de izquierda...
También se votará como nunca. Cuando menos los ciudadanos de la capital del país tendrán que cruzar seis boletas. Para facilitar las cosas, las mesas de votación, federales y locales, estarán juntas. En la primera, el ciudadano recibirá tres boletas: en una votará para elegir presidente; en otra para diputado federal, y en la última para senador. En la segunda, le darán otras tres; para elegir jefe de Gobierno, diputado a la Asamblea Legislativa y jefe delegacional. Por primera ocasión los defeños seleccionarán a este funcionario; antes los nombraba el regente y hace tres años el jefe de Gobierno.
En la mayoría de los estados donde hay procesos locales el IFE firmó convenios con las autoridades electorales estatales para colocar las mesas de votación en el mismo sitio y evitar a los ciudadanos ir de un lado a otro. En otros, habrá una sola mesa para recibir ambas votaciones. Ahí los ciudadanos de la fila deberán tener un poco más de paciencia.
El ruido de las campañas presidenciales opacó a los candidatos a diputados y senadores. Pero hoy también se renovará el Congreso federal, varias legislaturas locales ųMorelos, Colima, Sonora, Nuevo León, entre otrosų, y 420 alcaldías de San Luis Potosí, Campeche, estado de México... Se elegirán gobernadores en Morelos y Guanajuato.
Los 500 diputados que formarán parte de la próxima Legislatura serán elegidos por dos vías: 300 por el principio de mayoría relativa ųtienen que ganar el asiento en un territorio, su distritoų y 200 entrarán por la puerta de las listas plurinominales. Para poder repartir éstas, el país se divide en cinco circunscripciones o regiones (que abarcan varios estados), y cada una de ellas tiene derecho a 40 legisladores; así que el partido que obtiene más votos en cada una de esas regiones se queda con el mayor número de diputados.
La Cámara de Senadores se integra por un total de 128 miembros. En cada uno de los 32 estados se elegirán tres senadores. Cada partido registró dos fórmulas por entidad. Quien obtenga el mayor número de votos, colocará a sus dos candidatos propietarios; mientras que la segunda fuerza logrará llevar al Senado a su candidato titular de la primera fórmula. Los 32 senadores restantes son elegidos por el principio de representación proporcional. Se sumarán los votos que obtengan los partidos en la votación de senadores y, en función del porcentaje que logren, se les repartirán las 32 posiciones. Tan sólo el IFE movilizará a 450 mil ciudadanos que serán funcionarios de casilla, y por todo el país estarán 36 mil observadores nacionales y 862 internacionales.
Ya sea para ser funcionario de casilla o para ir a votar, pero buena parte del país estará movilizado. Incluidos los niños y jóvenes de 6 a 17 años, que en parques y centros comerciales encontrarán casillas para su elección.
Por lo pronto, cientos de periodistas ų11 mil 585, entre nacionales y extranjerosų estaban ya listos para reportar estos comicios.