* En realidad El negrín de la trompeta de oro nació el 4 de agosto de 1901


Louis, enormísimo cronopio, quiso que su cumpleaños fuera el 4 de julio

* Decidió una fecha irresistible para sus paisanos; celebremos, pues, un siglo de Armstrong

Pablo Espinosa * Había una vez un trompetista color de chocolate que cada vez que sonreía las estrellas se desmayaban sobre el pabellón de su trompeta de oro.

Era tan agraciado el angelito que puso ųversión morena como era el buen negrín de Alicia al otro lado del espejoų el mundo al revés y a sus pies: dispuso un buen día que nosotros, los mortales, celebrácemos su cumpleaños el meritito 4 de julio, fecha que a sus paisanos los gringos les resulta irresistible.

Como me quieren tanto en América (así gustaba también en llamar Louis, enormísimo cronopio, a lo que el mundo conoce como Estados Unidos), pues desde ahora en adelante mi cumpleaños es cada 4 de julio y yo nací nada menos que con el siglo: el meritito 1900.

La verdad es que eso no era sino tan sólo un caprichito del negrín de la trompeta de oro, pañuelo blanco y sonrisa de collar de perlas, pues en realidad nació el 4 de agosto de 1901, según se descubrió tras la muerte del gran Satchmo.

Fue una muerte, por cierto, muy gloriosa: el 4 de julio de 1971 celebró, en cadena nacional por televisión, su cumpleaños número 70, que según él eran 71, pero bueno. Luchaba contra la tristeza por su mala salud, tanto que insistió en volver a juntar a su banda legendaria, la All Stars y se puso a ensayar con ella el 5 de julio, dizque para irse de gira. Así se fue a dormir, bien contentote y a las 5:30 de la mañana siguiente, es decir el 6 de julio de 1971, expiró mientras dormía. No sintió nada el angelito.

 

Publican nueva biografía

 

La verdad sobre la fecha de su nacimiento se supo, decíamos, luego de su muerte. Laurence Bergreen, eminencia egresada de Harvard, colaborador estrella del New York Times, acaba de dar a conocer la que es la mejor biografía del enormísimo cronopio: Louis Armstrong. An extravagant life (Broadway Books, New York, 1998).

Es la mejor no sólo por su sagacidad, rigor metodológico y apego a fuentes fidedignas (Bergreen escribió, por cierto, una biografía estupenda de Al Capone), sino por ese equilibrio raro entre el historiador y el fan. Hay que decir en este momento que las biografías anteriores del gran Satchmo no pasaban de la autoadulación (dicen las malas lenguas que tales biografías no eran sino transcripciones, dictados directos desde los labios del trompetista) ni de los lugares comunes y leyendas rosas tan frecuentes en las biografías de músicos.

En el libro de marras leemos linduras como estas: Era tan enormísimo el cronopio que hacía buen uso de la mismísima marihuana, que le calmaba las jaquecas de la misma forma como su trompeta, cuando suena, nos pone lacios y la piel chinita. Tuvo cuatro esposas y un número indeterminado de amantes. Todas se enamoraban de su alma tan hermosa y él, como Mozart, de todas quedaba prendado de inmediato. Era enormísimo el cronopio.

Don Güichito Brazofuerte (Louis Arm Strong, je), se lee en su acta bautismal, nació niger, illegitimus, según consignó con su puño y letra el Reverendo J.M. Toohey. El padrecito fue más allá: confundió el documento natal con una colaboración para Tv y Novelas y díjose a sí mismo y díjonos a los que no se imaginaba lo íbamos a leer: hijos míos, ahí les va el chisme: a este negrito lo abandonó su padre, quien dejó a su mujer p Louis Armstrong5 ara irse a vivir con otra. Si lo bauticé es sólo porque soy bien buena onda y además de que me lo pidió la seño Josefina, su abuelita, quien me lo trajo para tal efecto a esta su iglesita de su preferencia, la Sacred Heart of Jesus Church, sita en el 139 South Lopez Street, de manera que yo lo bautizo Louis Armnstrong, exactamente a tres semanas luego de nacido.

Antes de agarrar la trompeta, Louis, enormísimo cronopio, se hizo hombrecito en las fascinantes calles de New Orleans, entre putas, padrotes, focos rojos, medias de encaje; en ese ombligo desnudo del mundo donde se aglutinaban las culturas del mundo: a los pioneros creoles, franceses, españoles, se sumaron inmigrantes de los lugares más recónditos. Ya para cuando el negrazo empuñaba la trompeta, el mundo, ese mundillo irresistible y luego el planeta entero, lo adoraba.

Es por eso que un buen día Louis, como enormísimo cronopio que era, díjose y díjoles a todos: pues ahí tienen ustedes que yo nací el 4 de julio de 1900, así que festejemos.

De manera tal que según el designio de San Satchmo, hoy que es 4 de julio de 2000 celebremos el primer siglo de su existencia. Nadie se asombre si Bill Clinton empuña el sax a la menor provocación. Wynton Marsalis, de entre los trompetistas quien más aparece en público. aunque no por eso el mejor de todos, también se hará visible por la tele. No hay ninguna duda de que Satchmo es una de las improntas culturales del siglo XX. Pocos, pero suficientes, saben que quien elevó la trompeta al grado de las bellas artes es otro negrol, nacido millas y años away, que se llama ųpongámonos de pieų Miles Davis. Pero ese santo es de otro nicho, hoy iniciemos una fiesta que durará hasta el día del centenario verdadero: el 4 de agosto de 2001 y beneficiémonos con los tesoros discográficos, las rediciones, las maravillas que la tecnología ha promovido desde que el enormísimo cronopio inició tal mercadotecnia cuando dijo, extravagante y lindo como era el angelito: a partir de hoy, mortales, estamos de fiesta, hoy es mi cumpleaños.

Ƒ Y cómo no iba a ser digno de tal extravagancia el hombre de la sonrisa de collar de perlas, voz de rocas, gemido de ciervo enamorado que inventó el mismísimo jazz?