MIERCOLES 5 DE JULIO DE 2000
* ALEBRIJES
La canción del progreso
Es el título que eligió Gabriel Trujillo Muñoz (Mexicali, BC, 1958) para relatar la vida y milagros de la prensa escrita bajacaliforniana, con el propósito de ofrecer una extensa crónica que arranca en 1873 con el surgimiento de El fronterizo, considerado el primer periódico no oficial (es decir, de propiedad privada) de la región hasta rematar con una revisión del periodismo cultural que ''contra viento y arena" tiene destellos que registran, casi a manera de apostolado personal, la dinámica de los creadores de ese estado sin obviar las polémicas y las discusiones que ya forman parte del anecdotario local.
Si bien este libro, coeditado por la Editorial Larva y el Instituto Municipal de Baja California (el decimosexto Ayuntamiento de Tijuana), surge de la necesidad de ofrecer a los estudiantes en ciencias de la comunicación un panorama de la evolución y desarrollo del llamado ''cuarto poder" en Baja California, es a su vez una historia paralela del poder y su manera de influir en la opinión pública.
Gabriel Trujillo acepta que al investigar el tema encontró y abrió una caja de Pandora: ''Si a principios y mediados del siglo XX eran las mismas autoridades las que perpetraban destrozos, golpizas y asesinatos contra los llamados entonces 'chicos de la prensa', ahora la censura legal y física parte de grupos no necesariamente gubernamentales, sino de aquellos sectores de la sociedad que muestran, con mayor encono, su faz intolerante (narcos, empresarios, Iglesia) y su poder creciente".
Así a lo largo de unas 600 páginas, este irredento polígrafo mexicalense (que además de ser catedrático en la Facultad de Ciencias Humanas en la Universidad Autónoma de Baja California, es autor de diversos libros de poesía, ensayo, novelas, antologías y compilaciones) presenta una historia que ubica el quehacer periodístico en momentos definitivos o en circunstancias precisas y entendibles, donde la prensa ha jugado un papel capital; una historia marcada, entre otros avatares, por el asesinato del periodista Héctor Félix Miranda, conocido como El Gato Félix; el magnicidio, en 1994, del candidato priísta a la Presidencia del país, Luis Donaldo Colosio, o las presiones y el atentado contra el también periodista Jesús Blancornelas, director del emblemático periódico Zeta, cuya consecuencia es, según Trujillo Muñoz, un deslizamiento de la publicación a ''posiciones cada vez más conservadoras e intolerantes".
Si es cierto que los bajacalifornianos ''tenemos la prensa que nos merecemos" (Xicoténcatl Leyva Mortera ųpolítico localų dixit), el autor de esta extensa crónica reconoce que ''por supuesto, nuestra prensa tiene cola que le pisen. Pero también es un organismo en donde conviven, por igual, las mejores cualidades y los peores defectos de la prensa nacional... Es, en su monstruosa totalidad, una manifestación cultural, social y política por demás fascinante".
Pero más allá del cuento picaresco o el relato criminal, este libro también rescata las grandes hazañas olvidadas o las proezas de ingenio que duermen en páginas amarillas, en cajas polvosas, en bibliotecas clausuradas, para formar parte de un producto típicamente bajacaliforniano que acaba de salir del horno.
* Patricia Vega *