MIERCOLES 5 DE JULIO DE 2000
* Astillero *
* Julio Hernández López *
Muchos años atrás, el PRI había dejado de ser Revolucionario. Pero este domingo pasado dejó de ser Institucional y ahora (ayer, hoy, en estos momentos, 70 años después de su fundación) no atina a encontrar la manera de ser Partido.
Ni Partido, ni Revolucionario, ni Institucional. Simplemente un cascarón de barco a la deriva, una oficina de gobierno afectada por el recorte presupuestal, un matrimonio de intereses violentamente divorciado o, como diría la letra de aquella vieja canción de amores contravenidos: una lámpara sin luz, una Biblia sin Jesús.
Priístas necios que acusáis a Los Pinos sin razón
Seis años después de que lo llevaron al poder, y de que amplias muestras de desdén les dio (sólo por citar una: la tal sana distancia), los priístas de elite acaban de enterarse de que Ernesto Zedillo no es un priísta verdadero. Y, en la desesperación de saber que han entrado en un largo túnel oscuro (un paso natural para Fujifox será promover la reelección cuando menos por un periodo más: es decir, crear las condiciones para ser presidente por 12 años seguidos), le culpan a él (al que ni quería ser presidente ni quería ser jefe de los priístas, sino simplemente un buen ciclista de montaña, un buen servidor público de primer nivel) de traicionarles: Priístas necios que acusáis a Los Pinos sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis.
Un PRI que no sabe por dónde empezar, pero que por lo pronto se revuelve en contra de la nueva imposición de la línea superior (ahora, una línea de muerte) que coqueteaba con la pretensión de hacer nuevo presidente del PRI a šFrancisco Labastida, al mismísimo candidato derrotado, al histórico pionero de la alternancia! o, en su defecto, a su subordinado, a quien ya se soñaba secretario de Gobernación en el gabinete labastidista, a Jesús Murillo Karam.
De nuevo se pretendía la premura encubridora de postreres caprichos: que el Consejo Político Nacional se reuniera para legitimar la última carcajada de la cumban- cha. Dóciles que han sido, institucionales hasta la ignominia, los priístas del citado consejo deberían aceptar las instrucciones de la superioridad.
La doble eme: Madrazo y Murat
Pero surgió la oposición de Roberto Madrazo Pintado, el priísta de los gastos de campaña enormes, el de las ligas financieras con Carlos Cabal Peniche, el emparentado políticamente con Carlos Hank González, la hechura de Carlos Salinas de Gortari. Madrazo que se ha instituido en la figura central del cambio interno en el PRI. Madrazo que ha sido en los hechos el opositor interno más feroz contra el zedillismo y sus cercanos como Esteban Moctezuma.
Madrazo Pintado se opuso a que hubiera reunión del tal consejo, propuso la creación de una Comisión Nacional para la Transición, y demanda una Reforma Democrática Integral. Señaló en una carta enviada al secretario técnico del Consejo Político Nacional del PRI (que, según datos recientes obtenidos en exclusiva por esta columna, es Emilio Gamboa Patrón) que la derrota del 2 de julio fue la presentación "de la cuenta acumulada de los errores históricos, de la simulación y de la soberbia", pero sobre todo de la reiterada cancelación de muchos intentos de reforma democrática.
El gobernador tabasqueño no va solo. Junto a él apareció ayer abiertamente José Murat, el mandatario de Oaxaca que desde que fue nombrado candidato al gobierno de aquella entidad, y durante la campaña electoral, y en el ejercicio del mandato, ha sido hostigado aplicadamente por el secretario de Bucareli para asuntos de Oaxaca, Diódoro Carrasco, quien según los últimos datos disponibles tiene en nómina el cargo de secretario de Gobernación.
Madrazo y Murat, pero además, en esa revuelta interna que tiene grandes visos de ganar la jugada en noviembre, participan Ulises Ruiz, quien es presidente estatal del PRI en Oaxaca y fue el operador electoral estrella de la campaña de Madrazo por la candidatura presidencial; Samuel Aguilar Solís, el senador por Durango, y ahora virtual diputado federal, que es delegado del CEN del PRI en Oaxaca, y Mariano González Zarur, que es el presidente del PRI en Tlaxcala.
Culparla de lo que nunca fue responsable
Dulce María Sauri, mientras tanto, es colocada ahora por sus correligionarios en la máxima responsabilidad que nunca se le reconoció durante la campaña de la derrota histórica. Nunca fue de verdad la presidenta del PRI, sino un objeto de decoración con fines publicitarios ("las mujeres tienen espacios importantes en el PRI", se decía), a la que no consultaban ni Moctezuma Barragán, ni Emilio Gamboa, ni ningún otro de los miembros del CEN que presuntamente jefaturaba. Ahora, en la crisis, unos demandan su renuncia, como si de verdad culpa alguna tuviera, y otros la defienden, como si ese respeto protocolario algo de fuerza suministrara. A fin de cuentas seguirá un rato en la silla desfondada, mientras se ponen de acuerdo los grupos para ver quién la sucede.
Un botonazo de muestra
Pero todo cuanto antes se ha dicho es excesivo e innecesario. Para entender lo que sucede (el oportunismo, la falta de convicciones, el agandalle, los temores), léase la última parte de la nota que hoy publica La Jornada bajo la firma de David Aponte y Juan Manuel Venegas y de la cual aquí se hace una adaptación reducida:
En el centro de negocios del hotel Fiesta Americana, Vicente Fox fue abordado por un personaje al que no atinó a identificar de inmediato pero que con toda propiedad y alto tono de voz le dijo:
ųšVengo a ponerme a sus órdenes, licenciado!
ųSí, mucho gusto. ƑUsted quién es? ųpreguntó el virtual presidente electo.
ųSoy el dirigente del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros. Víctor Flores. A sus órdenes, señor.
ųAh. Pues mucho gusto ųrespondió Fox, quien sólo segundos después fue informado de quién era exactamente el hombrecillo a quien no identificaba ni física ni políticamente. Es uno de los diputados priístas del Bronx, le informaron.
Un panista que observaba la escena les dijo a Aponte y Venegas una frase demoledoramente descriptiva de lo que significaba la actitud de ese hombrecillo que se ha vuelto millonario apropiándose del dinero de los rieleros y que se jactaba de ser golpeador y porro al servicio del PRI: el madreador, madreado.
Eso pasa hoy, exactamente, con el PRI: los madreadores andan madreados.
Diego, simplemente Diego (nada de Jefe)
Frente a Andrés Manuel López Obrador, el Jefe Diego perdió el "je" y quedó solamente con la "fe".
Quienes todavía le tenían tal virtud teológica (la fe), ahora la habrán perdido, al ver que llegó el día prometido, el 3 de julio, y el barbudo abogado no se le fue encima a Vicente Fox por haberlo acusado en un libro de "haberse echado para atrás" en 1994 cuando, según visión foxista, ya tenía a tiro de piedra el triunfo electoral que, con esa maniobra de reversa, dejó en manos de Ernesto Zedillo.
El bravío Fernández de Cevallos no le reclamó nada al guanajuatense de las botas al día siguiente de la elección de presidente de la República, como había prometido hacerlo, sino que, al contrario, de manera sonriente y amable felicitó al futuro presidente, al triunfador, al que no se echó para atrás.
Tan escandaloso doblar de cerviz ante el virtual poder presidencial no fue considerado vergonzoso por Diego, sino una muestra de unidad partidista y de madurez cívica.
Ni je ni fe: Diego, simplemente Diego, un Diego que ha terminado por aceptar frente a su acusador la verdad histórica de que "se echó para atrás" en 1994 para dejarle el camino libre al PRI, a Zedillo. Si alguien le recuerda tal cita al senador Diego (simplemente Diego, el ex Jefe Diego), tal vez se gane en reciprocidad un abrazo, un saludo y un brindis como el que Fernández de Cevallos le dio antier a su ajusticiador histórico, el desde ahora intocable presidente Fox.
Astillas: El presidente Ernesto Zedillo anda en campaña con la burocracia federal: que ayuden los servidores públicos a que Vicente Fox se instale bien en el gobierno, sin sobresaltos ni trampas... Y ahora, Ƒqué irá a ser de este país con tanto priísta desempleado?
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