* Supera masivo interrogatorio ante corresponsales
En dos horas, Fox se echó a la bolsa a periodistas extranjeros
* Sólo un diario marcó la diferencia: "Un zorro en el gallinero"
Blanche Petrich * En horario estelar, las grandes cadenas de televisión de Estados Unidos hicieron eco inmediato de la seducción que por la mañana Vicente Fox había ejercido sobre un nutrido grupo de corresponsales y enviados de medios de comunicación de todo el mundo. ABC abrió su noticiero principal proclamando que el hombre que llevará las riendas del poder en México "llega hablando duro y pisando fuerte". CBS optó por un ángulo que a la opinión pública de su país le encanta: "Fox acicatea a Estados Unidos" para hacer más eficaz el combate las drogas.
La televisión española se congratuló abriendo su principal segmento noticioso con la "nota" de que el próximo presidente de México cooperará plenamente para entregar "a todos los criminales de ETA". (No mencionó, claro, que Fox también dijo que resguardaría los derechos de los refugiados.)
CNN lanzó por delante sus dos entrevistas exclusivas, una para su emisión en inglés y otra en español. Las grandes cadenas alemanas ARD y ZDF; la principal canadiense; la NSK, de Japón, y la televisión chilena también encabezaron sus noticieros de ayer con el personaje que los tiene fascinados.
"Optimistas" por el "gran cambio" que al fin llega, convencidos de que no hay nada más saludable que podía sucederle al país que el triunfo de este político de derecha, que mezcla su talante conservador con su carisma y su pragmatismo, los periodistas extranjeros concurrieron ayer en masa a la mayor conferencia de prensa de que se tenga memoria de las que organiza la Asociación de Corresponsales Extranjeros en mucho tiempo.
Menos mal que el diario italiano Il Manifesto titula su edición de este 4 de julio: "Un zorro en el gallinero", al advertir que es la derecha neoliberal, en la persona del capo de la Coca-Cola local, quien gobernará este país.
Durante dos horas y un piquito, Fox se explayó con cada una de las 60 preguntas de todo tipo que le plantearon. Otras 32 se quedaron sin espacio. En el salón había más de 300 representantes de medios de muchas latitudes. Fox no eludió nada y se permitió el lujo de soltar algunos de los chistoretes que su auditorio esperaba con ansiedad.
"Por cierto, don Fidel (Castro, presidente de Cuba) no me ha hablado para felicitarme. Se le ha de haber descompuesto el teléfono."
"Populista pero simpático", medía sus impresiones una danesa. "Elecciones como en Europa, qué bien", exclamaba una francocanadiense. "šQué tío!", era la exclamación de una española. Y otro hispano daba su interpretación de la historia: "Es el gran tlatoani bajando a la tierra, a estar con la gente." Andrés Oppenheimer, uno de los consentidos de Fox, bautizó ya los tiempos por venir: "El foxato".
La nueva era panista es, para la mayoría de estos informadores, muchos de ellos fogueados tras muchos años de tratar de entender la críptica política mexicana, un "verdadero cambio". El punto de vista fresco de una inglesa ųde un diario independiente y liberal, por ciertoų permite relativizar: "ƑGran cambio? No sé si lo sea, en lo esencial".
Pocos leyeron signos preocupantes en la magnética personalidad del futuro presidente.
Finalmente, el virtual presidente electo pasó el examen del masivo interrogatorio, incluso en inglés, materia en la que demostró que se desenvuelve de manera aceptable pese a su fuerte acento mexicano y algunas, pocas en realidad, lagunas.
Luna de miel con el zorro
"Es normal ųcomenta otra experimentada y muy viajada periodistaų, sucede en todo el mundo. Es la luna de miel, al principio todos quedan fascinados pero esto se acaba más o menos pronto".
Lunamieleros, en efecto, los corresponsales trataron a Fox con guantes de seda. Ni una pregunta sobre las extrañas finanzas que probablemente alimentaron desde el exterior la inagotable arca que durante tres años mantuvo en marcha su exitosa campaña, nada sobre las reivindicaciones históricas del PAN, nada sobre el conservadurismo de su entorno, nada sobre el conocido fracaso de otros proyectos neoliberales encabezados por políticos pragmáticos como él en América Latina. Si acaso el representante de AP preguntó algo sobre su partido "blanco, clasemediero y un poco prepotente".
Fox, como su nombre lo indica, demostró ser astuto: "El PAN dará mucho que hablar este siglo", pero admitió que "entendemos que no somos mayoría", que México es y debe seguir siendo un país con un sistema "multipartidos" y repitió, cuantas veces lo deseó, su intención de convocar, buscar consensos y ser plural.
Demostró que tiene bien leídos los manuales de superación personal, ya que con frecuencia se detuvo en su filosofía para delegar funciones, para ser positivo y propositivo, para hacer siempre bien las cosas con la mayor eficacia y sobre todo, de llevar "el timón puesto en el futuro".
Con este tipo de respuestas rápidas cerró el paso a todas las preguntas que buscaban alguna declaración espectacular sobre la futura apertura de la "cloaca priísta". Se le indagó: "ƑCómo acabar con la corrupción, que es un modo de vida en México?". Respondió que él prefiere mirar hacia delante y disertó sobre cómo "el presidente, el líder, tiene que ser un ejemplo de moralidad y valores éticos", algo que "desgraciadamente en México no ha ocurrido". Después de describir por enésima vez cómo operará su Comisión de Transparencia, anunció que "vigilará personalmente" a cada uno de sus miembros del gabinete, éstos a sus subsecretarios, aquéllos a sus directores de área y así, toda la cadena de mandos.
También se apegó al método de darle a cada quien lo que pedía. Así, le aseguró a los medios españoles que estudiará muy cuidadosamente el Pacto de la Moncloa para tomar de ahí los elementos que puedan servir a esta transición. De la misma forma estudiará otros modelos de transición, como la chilena, la argentina y la brasileña.
En cuanto a Chiapas, dijo que estudiará los procesos que se dieron "en otros lados donde hubo guerrilla" para ver qué es útil para México. Reiteró que desde hoy emprenderá una nueva andanada de mensajes a la selva Lacandona para ver cuándo se puede reunir con el Ejército Zapatista. Volvió a prometer que llevará los "acuerdos de Larráinzar" al Congreso (donde esta vez el PAN, que no está de acuerdo con ellos, será mayoría) y amplió su primer plazo para resolver el conflicto.
Fue prolijo al describir lo que será su gabinete, el cual tendrá instrucciones precisas para poner como prioridad combatir la pobreza y "cumplirle al cliente" ųaclaró que usaba un lenguaje gerencialų "con este concepto de la calidad total que tienen las empresas". Anunció que "desde hoy" se mandaron cartas a todas las cámaras de comercio e industriales del país, a las universidades públicas y privadas, para que hagan sus propuestas para nombrar a los secretarios de Estado. Se hará una selección y se armará, para cada una de las dependencias, "una terna de tres" que él personalmente entrevistará "para nombrar al mejor hombre o a la mejor mujer en cada puesto".
Pasado el mediodía se retiraron los periodistas internacionales. Fox se los había echado a la bolsa. Un tejano se maravillaba: "Viví 12 años en México para ver esto".