* Al menos hay 50 mil y trabajan casi a diario


El movimiento sonidero en México, profesional, afirma Super Potro

Arturo Cruz Bárcenas * En México hay más de 50 mil sonidos (algunos nos desvelan a altas horas de la noche y sus ondas de choque ųpor los altos decibeles que emiten sus grandes bocinasų hacen que nos retumbe el corazón). Todos tocan cada semana una o dos veces, o más. Tienen su público cautivo; hay clubes de baile que los prefieren a los salones tradicionales, a los antros de todo tipo. No son los que animan fiestas callejeras, como con prejuicio se les considera.

Por lo contrario, los sonidos en México (nadie puede dar un número exacto de cuántos son) son manejados por profesionales que son reconocidos allende fronteras. Cuando Rigo Tovar estaba en la cresta de la ola del éxito, aseveró que su fama no sería tal sin el trabajo de difusión de los sonideros. Y el sirenito sabía del negocio.

Dentro de esta vertiente musical, el ritmo de la cumbia es uno de los más explotados y ha dado como resultado la afamada cumbia sonidera, que se baila con desplazamientos de hasta 14 o 15 movimientos. Los chavos le echan figura y señalan que la onda es mover a la interfecta, hasta hacerla ver las estrellas.

El grupo número uno de la cumbia sonidera (según quienes frecuentan las pachangas donde La Changa la hace grueso), hoy por hoy, es Super Potro, originario de la Escuadrón 201, en la meritita Iztapalapa. Mero barrio, salen de los tíbiris y ya firmaron para Sony Music. Ni más ni menos. Y es que su tema Mujer suena en estaciones radiales de Nueva York (en fecha próxima estarán ahí trabajando por segunda ocasión) y en algunas regiones de México, como el bajío, donde son admirados y esperados con ansia.

La cumbia sonidera es la cumbia mexicana, diferente a la de otros países. Super Potro utiliza un instrumento de su propia invención: el potrófono (conjunción de los huesos de fraile y un madero), que le da un sabor especial a su música. El sonido del grupo es lento, "pesado", dicen, como para bailar lo tropicalozo con pies de plomo.

"Los sonidos no tienen horario ųafirmanų; pueden trabajar diario. La asistencia depende del lugar donde se presentan, pero puede ser de 200 a cinco mil. También depende de la calidad del sonido. En Puebla, hace unos días hubo una fiesta con los sonidos Cóndor, Fantasma, Casanova y otros grupos del medio, en la que estuvieron más de 20 mil personas".

Uno de los integrantes de Super toca las ya famosas power percusions (un tambor especial) y el guache con una mano. En los toquines son esperados sus solos, con los que prenden al público. Aclaran que las fiestas sonideras no son las de aquel ambiente callejero. "Son bailes finamente preparados, como los de los gruperos. Es importante cambiar esa imagen. Ya no son riesgosos. En Puebla, por ejemplo, hay un lugar llamado Lacapu, donde se realizan actos enormes. Son tan correctos como cualquier baile grupero".

Donde hay un baile sonidero, ahí está Super Potro. "Los sonideros tienen un sonido especializado y para que toquen a un grupo es porque éste tiene mucha calidad. La prueba de fuego es cuando se toca un tema nuevo; si la gente lo baila, ya la hizo el grupo. Además, los mejores bailadores de México están en los actos sonideros. Las rutinas pueden ser de jazz hasta cumbia, clásico o popular".

Super Potro está integrado por (todos son familiares): José Gustavo García Suárez (vocalista, director y acordeonista), Héctor (percusiones), Eder (bajista, combos y tumbas), Said (tecladista) e Irving (percusiones).