MIERCOLES 5 DE JULIO DE 2000

* No debe mandar en el partido ni un minuto más, afirmó Manuel Bartlett


Explotó la insurrección priísta en contra del presidente Zedillo

* Dejó de ser el primer militante, tomemos nuestra responsabilidad, expresó el ex gobernador

Elena Gallegos * Los priístas se insurreccionaron contra el habitante de Los Pinos y, por ello, Ernesto Zedillo dejó de ser ''el primer militante del partido'' para convertirse en... ''šuno más!'' En una reunión privada en la que estuvieron los miembros del CEN del PRI ųsalvo Jesús Murillo Karam, cuya ''imposición'' como líder terminaron por rechazarų, delegados regionales y dirigentes estatales, Manuel Bartlett resumió el sentir generalizado: ''El presidente Zedillo ha perdido su capacidad de conducción, ha dejado de ser el líder moral del PRI... šNo debe mandar ni un minuto más!''

Una fuerte ovación interrumpió las palabras del ex secretario de Gobernación y ex gobernador de Puebla. Pero esa sería sólo una de sus intervenciones en el largo, largo intercambio de opiniones, en el que la mayoría de los asistentes compartió los señalamientos de Bartlett, quien no paró ahí:

''Los procesos internos ųse refería al que culminó con la salida de Mariano Palacios Alcocer y la llegada de José Antonio González Fernández, en abril del 99, y al que llevó a Francisco Labastida Ochoa a la candidaturaų los decidió él; Ernesto Zedillo perdió; se derechizó el PRI; se desdibujó su ideología; se antepuso la autoridad en la vida interna del partido. Por eso el Presidente, y hay que decirlo sin hipocresías, ya no manda. šTomemos nuestra responsabilidad!

''Nos quieren meter a una sesión del Consejo Político Nacional ųestaba programada para la mañana, se difirió ocho horas y acabó por no realizarseų cuando ya cocinaron la sucesión... šNo aceptamos ir a la cola del PAN! ųBartlett arengabaų šNo aceptamos ser el cabús del PAN! Dulce no es la responsable de la derrota. Entre otras cosas, la derrota se la debemos al Fobaproa. Y en esta coyuntura šel Presidente no debe mandar ni un minuto más. Asumamos nuestra responsabilidad!'' Y la asumieron.

Comisión de notables

Los priístas se cohesionaron y determinaron no acatar la decisión tomada en la residencia presidencial para que Dulce María Sauri y los altos mandos del partido se fueran a su casa y, en cambio, formarán una comisión de notables ųun importante grupo quiere que se le confiera la autoridad moral de la misma a Francisco Labastidaų que sea la que diseñe el camino a seguir y las posiciones nodales de los próximos meses.

En la formación de dicha comisión jugaron un papel protagónico los ex dirigentes del partido, quienes sostuvieron una reunión que concluyó a la una de la mañana de este martes, y quienes fueron fundamentales para evitar la salida de la ex gobernadora de Yucatán.

Por otra parte, se supo que también los miembros del gabinete fueron convocados, pero no en Gobernación, que era el escenario natural, sino en las oficinas de Luis Téllez. Todo para recordarles que el Presidente se comprometió con Fox a que la transición sería tersa. Cuentan que hubo un ambiente de tensión e irritación. Algunos secretarios no asistieron.

Así, en la derrota, los priístas comienzan su nueva vida poniéndole fin a 70 años de sumisión frente al Ejecutivo. De esta manera, Zedillo ya no pudo definir al que sería el liderazgo número 40 en la historia del PRI.

La pugna por el control se desató apenas los priístas estaban acusando su nueva posición, después de 70 años de ser gobierno. Y como ayer los grupos se enzarzaron en la disputa y no se arribó a ningún acuerdo, el CEN optó por tratar de ''amarrar'' consensos en un encuentro ''cerrado'' que se realizó en el salón Presidentes de la sede nacional del PRI. Y fue precisamente ahí, cuando se dijo en voz alta lo que todos murmuraban: ''šQuien perdió la elección del domingo fue Ernesto Zedillo!''

Y cuando habían llegado todos, tomó la palabra Dulce María. Les dijo: ''Quiero agradecer a los priístas, a los miembros del Comité Ejecutivo Nacional el gran esfuerzo realizado. El PRI tiene un camino largo. Quiero que tengamos muy presente que para nosotros no es la hora de los cuchillos largos. Debemos cuidar la nada despreciable cantidad de 14 millones de votos. Hemos cerrado una puerta y estamos abriendo otra hacia una nueva etapa''.

Entonces, les informó lo sucedido el lunes desde que ''determinó'' renunciar. Todavía no acababa de hablar cuando el sinaloense Marco Antonio Zazueta se levantó y dijo: ''No estoy de acuerdo con tu decisión. Debes permanecer. Si ya no somos gobierno, por lo menos seamos partido''. Se sumó Beatriz Paredes. También Gonzalo Martínez Corbalá. Luego, Jaime Aguilar ųcercanísimo a Bartlett, tanto que lo representó cuando contendió por la candidaturaų fue más allá: ''šSeamos un partido coherente. No aceptemos que nos induzcan el cambio del Comité Ejecutivo!''.

Esteban Moctezuma, Carlos Almada, Humberto Roque Villanueva ųquien declinó emitir su opinión no obstante que le pidieron que lo hicieraų, Manlio Fabio Beltrones y Luis Martínez Fernández del Campo, entre muchos otros, escuchaban atentos cuando El Chon Orihuela señaló: ''Dulce, no renuncies. Es un mal precedente. Recuerda que ni siquiera se ha calificado la elección''. Adolfo Orive secundó: ''Viéndolo bien es un precedente nefasto'', mientras Rafael Oceguera insistía: ''šYo votaré en contra si lo haces. Es una decisión precipitada...!'' Es decir, los labastidistas perfilaban su postura y el distanciamiento de Los Pinos.

El joven Sabino Bastidas ųllegó al PRI como jefe de asesores de González Fernández y se quedó como secretario adjuntoų buscó inútilmente apoyar la decisión de Dulce de irse y exclamó: ''šEl domingo el PRI perdió todo...! Yo creo que debemos irnos... šNo podemos caer en la chalcanización (Ƒ) que nos puede llevar a la balcanización! Sé que hay grupos pensando ya quién puede ser el nuevo líder y entre nosotros están presentes quienes los encabezan''.

Sarcástico como es, Bartlett volteó a ver a Oceguera: ''šAhí te hablan...!'' Bastidas hizo que no escuchó y continuó: ''Que se vaya el CEN porque el golpismo puede llevar a convertir al PRI en un partido montessori!'' Y así tomaron la palabra muchos más. En los corrillos lamentaban los señalamientos de Zedillo, en el sentido de que no había perdido su política económica sino un partido que ya no le dice nada a la sociedad. ''šNunca fue, nunca ha sido priísta!'', le achacaban agraviados. Y fue cuando Bartlett, en lo que se consideró el discurso mejor estructurado, los llamó a reflexionar: ''Hablemos con sinceridad. Contar aquí mentiras sería una regresión imperdonable. Todo este sexenio el Presidente ha mandado en el PRI. El influyó y determinó nuestros procesos. El perdió su capacidad de conducción. Ha dejado de ser el líder moral''. Y por ahí se fue. Los priístas no se cansaron de aplaudirle.

Blanca Esponda señaló que la derrota se debió ''a una sumatoria de errores y por una crisis que también debe ser imputable a muchos de nuestros gobernadores''.

Vicente Fuentes Díaz, con una sólida formación política ųsegún valoran sus mismos compañerosų, les pidió recordar la historia: ''No olvidemos que el general Cárdenas evitó hace 60 años que la derecha, encabezada por Almazán, se apoderara del gobierno''. Todo para rematar: ''El presidente Zedillo se equivocó el domingo''.

Y es que están dolidos por la urgencia del Ejecutivo de salir a reconocer el triunfo de Fox. Les lastimó la forma. Estiman que fue una falta de respeto para Labastida. ''šNi siquiera esperó, aunque fuera para disimular, los conteos del IFE! Es más, quería salir desde las ocho de la noche a leer su mensaje. Estaba eufórico, mientras a nosotros nos llevaba la chingada!'', se quejó un viejo y destacado militante que puede ser clasificado como dino. Algunos más se burlaron de sí mismos: ''šEl sí supo cómo hacerlo... él sí supo cómo jodernos!'' Estos priístas fueron los que contaron detalladamente todo lo sucedido en la reunión del CEN.

Dijeron que el único que abiertamente salió a defender a Zedillo, ''por su gran civilidad al alzarle la mano a Fox, cosa que internacionalmente se ha visto muy bien'', fue Eloy Cantú. Casi todos le hicieron el vacío. Bartlett le respondió que era urgente, inaplazable, defender a la corriente histórica del partido, mientras Morelos Jaime Canseco insistía: ''A partir de ahora, Ernesto Zedillo es un militante más''. Una voz chilló en el salón: ''Oye mano, no ha sido ni priísta...'' Morelos Jaime prosiguió: ''No nos olvidemos tampoco que hay que pedir en el tribunal que se revisen los casos dudosos y que debemos rendir cuentas al IFE de los gastos de campaña''.

Emilio Gamboa quiso hacer el último intento y abogó por la renuncia del CEN: ''Es urgente que llegue un nuevo grupo a dirigir. Debemos estar unidos para detener a la ultraderecha, de lo contrario nos arrepentiremos''. Bartlett volvió a intervenir: ''Tan estamos de acuerdo en preservar la unidad ųmiró a Emilioų, que no debemos permitir que el CEN renuncie. Hay que ir a un proceso amplio, democrático y abierto para lograr un liderazgo real. Cualquier cosa que se haga sin que se consulte al grueso de los militantes la consideraremos un albazo. šBasta ya de liderazgos ficticios!''. En su voz había un tono de advertencia.

En ese momento irrumpió Gustavo Carvajal ųpara entonces ya habían abandonado el salón Dulce María y Moctezuma, quienes habían sido llamados por Labastidaų y les dijo: ''Nos hemos reunido los ex presidentes del partido y acordamos no aceptar la renuncia del CEN. Le pediremos a Dulce que no se vaya''. Y no se fue.

Efectivamente, la noche del lunes varios de los ex presidentes se citaron para cenar. Sentados alrededor de la mesa señalaron que su misión era preservar al partido unido para poderlo reconstruir; lamentaron la falta de tacto de los operadores de Zedillo, quienes argumentaron, en busca del control del PRI, que no se lo podían dar a Labastida porque era ''un perdedor'' e insistieron que los 14 millones de votos que obtuvo ''pese a todo lo que nos hicieron'' ųellos saben bien a qué se referíanų le da el liderazgo moral, liderazgo moral que, de acuerdo con Bartlett, perdió Zedillo. En la derrota, el PRI comenzó a cambiar. Por lo pronto, ''nos sacudimos 70 años de sumisión frente el Ejecutivo''.