MARTES 11 DE JULIO DE 2000

* Pidió tener cuidado con la complacencia


México exorcizó el demonio de la inestabilidad sexenal: Camdessus

* El ex director del FMI dictó una conferencia sobre su gestión

Antonio Castellanos * El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Michel Camdessus, afirmó ayer que México entra en paz y con confianza en una nueva fase de su historia. Sus autoridades han exorcizado ''el demonio de la inestabilidad de finales de sexenio''.

Ante autoridades financieras y banqueros manifestó que ''su éxito se demuestra cada día, así como los progresos en tantos terrenos de la economía de México durante los últimos años, y en particular su excepcional resistencia cuando la crisis arremetió en 1998'', cuando se vio una capacidad de recuperación que extrañó a muchos.

Estos logros, agregó, nos permiten hoy ver a México en este primer decenio, enfrentar con nuevos logros los problemas con responsabilidad y excelencia, al manejar su economía y contribuir a una nueva arquitectura mundial. México, subrayó, da nuevas dimensiones a sus esfuerzos de solidaridad frente a la pobreza.

Camdessus dictó su conferencia magistral Reflexiones al término de mi gestión, y expresó: ''Me hubiera gustado ser un gran reformador, un gran arquitecto de un nuevo sistema mundial, pero a pesar del talento de mis directores reformamos poco. No nos dejaron y tuvimos que actuar más de bomberos que de arquitectos, apagando fuegos que la vieja arquitectura estaba facilitando''.

Llamó a tener cuidado con la complacencia que genera el éxito de México, el éxito que el Fondo tuvo cuando lidió con la crisis asiática. ''No se deben dejar ganar por este momento de euforia mundial. Estos son tiempos para la reforma'', advirtió.

La reforma del sistema financiero, agregó, avanza lentamente. Se ha progresado en definir códigos de buenas conductas, estándares para hacer los mercados más eficientes, estables, transparentes, con mejores prácticas en materia de contabilidad.

El ex director gerente del FMI estuvo de acuerdo con el secretario de Hacienda en el sentido de que el último desafío sistémico es la pobreza en el mundo; las crecientes disparidades entre ricos y pobres son un atropello moral que pueden acarrear el riesgo de explosiones sociales.

Es necesario buscar mecanismos para combatir la pobreza, afirmó. ''Tenemos un nuevo paradigma que reconoce que los mercados pueden fallar; que el crecimiento por sí solo no es suficiente y que incluso puede entrar en conflicto con otros objetivos en el campo ambiental o social o de valores culturales''.

Expresó que es necesario ayudar a que en todo el mundo haya un mayor reconocimiento de la convergencia entre los valores éticos fundamentales y la búsqueda de la eficiencia que exige la competencia del mercado.

Por último, reiteró que el caso de México ha dejado asombrado a los observadores y analistas. Se acepta la recuperación de México y el fin de las crisis recurrentes cada seis años. Ahora vienen tiempos mejores y el país entra en paz y con confianza en una nueva fase de su historia.