MIERCOLES 12 DE JULIO DE 2000
* Gustavo Leal F* *
ƑCumpliendo?
El 2 de marzo la instrucción presidencial fue precisa: ''Recojo con interés la propuesta de la Federación de Colegios de la Profesión Médica (Fenacome) de contribuir a la búsqueda de nuevas vías para estimular y extender la excelencia académica. He pedido ahora mismo, al secretario de Salud para que en coordinación con el secretario de Educación Pública, se estudien cuidadosamente los planteamientos y procedamos conforme a las atribuciones del Gobierno de la República''.
Cuatro meses después, del secretario Limón Rojas no se conoce pronunciamiento específico alguno. Por su parte, el abogado González Fernández, secretario de Salud, sólo ha comunicado que, al 10 de abril, se habían certificado más de 30 mil médicos generales, gracias al establecimiento de 29 consejos estatales, restando Baja California, Michoacán y Quintana Roo. Pero este proceso, que también considera a los especialistas, fue iniciado por el doctor De la Fuente, secretario inmediatamente anterior.
Otra iniciativa en curso, pero también previa a la instrucción presidencial, es la acreditación de escuelas y facultades de medicina, que data de 1993. México cuenta con 79 de ellas, distribuidas, por cierto de manera altamente heterogénea: Baja California Sur y Quinta Roo no tienen ninguna, mientras el Distrito Federal cuenta con 13; Tamaulipas, siete; Veracruz, seis; Puebla y Nuevo León, cuatro. Ello expresa que la política pública enfrenta un problema de mala distribución, más que de ''exceso'' de médicos, porque al menos en Chiapas y Oaxaca faltan.
Según la Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Medicina, A.C. (AMFEM), el avance de este procedimiento de autoacreditación, a junio del 2000, traza un cuadro poco alentador. Trabajando con un universo de 54 instituciones públicas y privadas, la AMFEM comunica que, en siete años de labores, sólo 16 de ellas han sido acreditadas: Universidad Autónoma del Estado de México, Universidad de Colima, Tec-Monterrey, Universidad de Guanajuato, Universidad de Monterrey, Universidad Autónoma de Querétaro, Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, Universidad Autónoma de Nuevo León, Universidad Autónoma de Yucatán, UNAM, Universidad Autónoma de Coahuila-Saltillo, Iztacala-UNAM, Universidad Autónoma de Chihuahua, Universidad Anáhuac, Universidad Juárez del Estado de Durango-Gómez Palacio y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
Otras 21 instituciones se encuentran ''sin avance''; 12 están en proceso de autoevaluación; dos en acreditación provisional y dos en proceso de dictamen. Como no acreditada aparece la Universidad Veracruzana, Unidad Veracruz.
Respecto al concepto de salud de la Organización Mundial de la Salud, según la cual: ''salud es no sólo la ausencia de enfermedad, sino el completo estado de bienestar físico, mental y social'', el doctor G. Gutiérrez Trujillo ha señalado ''que no es más que una utopía totalmente alejada de la realidad, que ningún grupo humano ha alcanzado'' (''El ejercicio integral de la medicina'', Gaceta Médica de México, Vol. 125, 1989).
En efecto, si por algún lugar pueden arrancar las políticas orientadas a mejorar la calidad clínica efectiva de la atención, ese lugar es, sin duda, el de la formación de los profesionales de la medicina. Con ellos comienza la ''cadena'' de intervenciones y ellos son, también, los primeros convocados a nutrir los esfuerzos en el progreso real de la prestación de los servicios.
Además de contribuir al mejoramiento del nivel de calidad de la medicina privada, a ese prosperar llama, también, el Acuerdo de renovación del compromiso entre el IMSS y el SNTSS para la elevación de la calidad de los servicios, así como el Plan Integral de Calidad que ''estimulará y reconocerá el desempeño de los trabajadores del IMSS para que esto se traduzca en mejor atención al derechohabiente y servicios de calidad''.
Recientemente la directora general del ISSSTE, Socorro Díaz, aludió de la misma manera a la importancia de que los adultos mayores, por ejemplo a través del programa piloto ''Maestro amigo'' y el Programa de Atención Integral al Adulto Mayor, así como más de 230 mil esposos o concubinos de sus afiliadas, cuenten con mejores servicios eliminando ''gastos en servicios médicos privados, con el consiguiente beneficio a la economía familiar''.
El propio Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) reconoce que la descentralización modernizará su presencia en materia asistencial, reservando como ''gran tarea'', la de ''crear modelos de atención y criterios de calidad''.
Los derechohabientes y la población general aguardan con atención el cumplimiento de las ofertas en curso y las ''pendientes''.
* Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco