* Optimismo entre analistas de Wall Street


Las metas económicas de Fox se concretarían en dos años

* Reformar el gasto público para redistribuir el ingreso, sugieren

Optimistas sobre el futuro de la economía mexicana, analistas de Wall Street confiaron en que las metas económicas del presidente electo, Vicente Fox, podrán empezar a dar resultados en un plazo no menor de dos años gracias al ambiente externo favorable y a la política económica aplicada durante el actual sexenio.

Reunidos en el seminario México ante los ojos de Wall Street, organizado por la American Chamber México --que representa al 85 por ciento de las inversiones estadunidenses en el país--, analistas de JP Morgan, Santander, Credit Suisse First Boston y Standard and Poor's dieron la bienvenida al triunfo de Vicente Fox y coincidieron que las reformas fiscal, energética, laboral y financiera, así como la desregulación administrativa, determinarán el logro de los objetivos del futuro presidente.

Los especialistas pronosticaron un ambiente interno sin crisis sexenal: peso estable al fin del 2000 de entre 9.80 y 10.10 pesos por dólar; inflación de un dígito, 9 por ciento, y una ganancia bursátil de 33.24 por ciento en términos nominales, lo que situaría al IPC en 9 mil 500 unidades en comparación con diciembre de 1999.

Javier Murcio, director y jefe regional adjunto de Investigación Económica para América Latina del Credit Suisse First Boston Corporation, alertó de un posible sobrecalentamiento de la economía, derivada de la aceleración de la demanda doméstica, por lo que previó un ajuste económico en el 2001, que podría implicar la depreciación del peso, lo que consideró benéfico para México por su dificultad para mantener crecimiento económico con control de inflación.

Los analistas coincidieron en que el peligro de la economía mexicana se centra en una desaceleración fuerte de la economía estadunidense y una caída del precio del petróleo.

Murcio destacó que una de las metas de los ajustes fiscales que deberá tomar en cuenta el próximo gobierno es evitar que la relación de la deuda sobre el producto de México se deteriore rápidamente, pues si se consolidaran las deudas contingentes del gobierno --rescate bancario, Pidiregas, rescate de carreteras, etc.,-- la deuda pública interna se incrementaría en 40 o 45 por ciento, casi el doble del 20 por ciento que se reconoce oficialmente hasta hoy.

El Credit Suisse previó que para fines de este año el PIB será de 5.5 por ciento y para el entrante se situará entre 3.5 y 4 por ciento.

José Luis Daza, director general y jefe de investigación para Mercados Emergentes de JP Morgan and Co. consideró que en la economía mexicana existe un riesgo ''moderadamente alto'' por la extrema volatilidad de la economía.

Destacó la importancia que en el futuro tendrá la integración de México con Estados Unidos, y la definición de un código laboral flexible y compatible con la economía estadunidense .

JP Morgan hizo referencia a la necesidad de una reforma al gasto público para determinar la redistribución del ingreso a fin de mejorar el capital humano y enfrentar la pobreza que afecta a 40 millones de mexicanos.

Ponce dijo que de acuerdo con los contactos que han mantenido con el asesor financiero de Vicente Fox, Luis Ernesto Derbez, ex funcionario del Banco Mundial, las reformas no se darán en el corto plazo, y calculó que podrían tardar hasta dos años.

En su intervención sobre el sector financiero, Ursula Wilhelm, directiva de Standard and Poor's, dijo que a pesar de la recuperación mostrada por los bancos, la colocación de créditos domésticos será uno de los retos para el nuevo gobierno, así como la mejora de la calidad de los activos y la reducción de los niveles de morosidad.

Destacó la necesidad de una disciplina ortodoxa en la aplicación de regulaciones y la autonomía de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores para elevar el rendimiento de los bancos.

 

Garantizar la continuidad,

requisito para el nuevo gabinete

 

Rafael Elías-Liñero, director de Análisis Político para América Latina de ING Barings en Wall Street, dijo en referencia a la integración del nuevo gabinete que si bien los mercados quieren funcionarios que aseguren la continuidad en las políticas económicas, también solicitan que el equipo del futuro presidente no tenga ''cola que le pisen''.

Por ello, consideró que es poco probable que José Angel Gurría sea una buena propuesta para continuar en el gabinete como secretario de Hacienda tras el escándalo de su pensión en Nafin.

Sin embargo, consideró que Luis Ernesto Derbez sería un buen titular de la dependencia, pues aunque no es conocido, tiene un expediente limpio.

También estimó que el secretario Luis Téllez sería el candidato idóneo para continuar al frente de la Secretaría de Energía pues ha sido un buen interlocutor de México con el mundo en materia petrolera.

 

S&P condiciona grado de inversión

a la aplicación de reformas

 

Aunque JP Morgan y el Credite Suisse First Boston pronosticaron que Standard and Poor's otorgará el grado de inversión a México antes de que finalice el año. S&P dijo que el eventual otorgamiento del grado de inversión a México estará supeditado a la continuidad de la recuperación del sistema financiero, la aplicación de las reformas fiscal y energética, una transición política ''suave'' y la habilidad de Fox para sacar adelante las iniciativas de reformas en el Congreso. La calificadora destacó que hay un consenso en el mercado de las necesidades de inversión en el sector eléctrico y petrolero. (Tania Martínez y Anasella Acosta)