JUEVES 13 DE JULIO DE 2000
* Pese al plan de ajuste, no se vislumbra reactivación
Se duplicó el desempleo en los
10 años de gobierno de Menem
* Queman vivo a un dirigente indígena por un problema de tierras
Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 12 de julio * A pesar del plan de ajuste del gobierno de la socialdemócrata Alianza, que sigue provocando protestas sindicales y rechazos judiciales por la rebaja de sueldos, la recesión continúa golpeando fuerte a los argentinos y no se avistan señales de reactivación económica en el horizonte.
Luego que el presidente Fernando de la Rúa admitió la víspera que el desempleo podría dispararse arriba de 15 por ciento, Horacio Viqueira, secretario gubernamental del Empleo, admitió que la recesión que viene arrastrando el país desde la administración del gobierno anterior del peronista Carlos Menem, así como "problemas estructurales de muchos años", han acabdo con unos 250 mil empleos en los últimos diez meses.
Durante los diez años de gestión menemista, que culminó en diciembre pasado, el desempleo se duplicó y también se disparó el trabajo en negro y los contratos temporales, mientras que la caída de la producción y el consumo comenzó a declinar en 1998.
En tanto, el paquete de medidas de austeridad decididas por el gobierno como parte del ajuste destinado a cumplir compromisos fiscales con el Fondo Monetario Internacional, continúa provocando fallos judiciales contrarios.
Así, el juez laboral Miguel Angel Pirolo, quien ha sido respaldado por una cámara laboral, extendió a julio la medida dictada en junio contra la rebaja de los sueldos de los estatales, de entre 12 y 15 por ciento. Sin embargo, el gobierno ha dicho estar dispuesto a llegar hasta la Corte Suprema en caso de continuar los fallos contrarios a su ajuste.
El gobierno admitió ayer la existencia de "tensión social", mientras los sindicatos preparan protestas para el viernes en esta capital. Pero en este contexto de crisis económica, otras tragedias no reciben atención sólo por el hecho de desarrollarse en el olvidado interior del país. "Los viejos resabios dictatoriales se expresan a menudo en las acciones policiales y de grupos de ultraderecha", señala un informe que se hizo llegar a La Jornada para denunciar que el dirigente indígena Jorge Santucho, de la Comunidad de Amaicha del Valle, fue quemado vivo por los integrantes de una familia que intenta apoderarse de las tierras comunales.
Santucho habría sido rociado con gasolina cuando manejaba el tractor comunitario para desalambrar tierras cercadas inconsultamente por Héctor Cruz, quien obtuvo irregularmente un terreno para levantar un proyecto hotelero en las tierras comunitarias.