VIERNES 14 DE JULIO DE 2000

* Recomienda no escudar a inversionistas privados contra riesgos


Inevitable, otra crisis financiera mundial, advierte Greenspan

* Pide aprovechar la actual relativa calma para reforzar las defensas del sistema global

Reuters, Dpa, Afp y Ap, Nueva York, 13 de julio * El presidente del Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan, advirtió hoy que otra crisis financiera es inevitable en el futuro y éste es un buen momento para reforzar las defensas del sistema financiero global.

En un discurso ante el Consejo de Relaciones Exteriores en Nueva York instó a los participantes, inversionistas y reguladores del mercado a aprovechar lo que llamó ''una relativa calma'' en el sistema financiero mundial para enfrentar las debilidades que ocasionaron problemas en el pasado, como la crisis financiera de 1997-99.

''No sabemos y no podemos saber la naturaleza de la próxima crisis financiera internacional. Que habrá una es tan seguro como la persistencia de la indiscreción financiera humana'', agregó Greenspan, pero no hizo referencia a las perspectivas inmediatas de la economía estadunidense ni a las tasas de interés a corto plazo.

Greenspan dijo que la primera línea de defensa contra el tipo de impactos como el experimentado durante el atascamiento de los mercados financieros estadunidenses tras el incumplimiento de pagos de su deuda de Rusia en 1998, es la existencia de ''múltiples avenidas de mediación financiera'', los avanzados sistemas de los bancos y los mercados de capital para proveer los fondos de inversiones necesarios.

Señaló que el atascamiento de los bancos estadunidenses tras el colapso de los colaterales de bienes raíces en 1990 no provocó más que la leve recesión económica de 1991, debido a la existencia de mercados de capital junto con sistemas bancarios que en su mayor parte no fueron afectados por la caída de los valores de las bienes raíces.

En contraste, las economías del sureste asiático no estaban bien paradas para absorber el alto volumen de flujos de capital, que se cuadruplicaron de 1990 a 1997 porque fueron alternativas inadecuadas de los bancos para la mediación financiera. ''El este de Asia carecía de llantas de repuesto. Estados Unidos sí las tuvo en 1990 y de nuevo en 1998'', explicó Greenspan.

Sin embargo, crear un sistema de seguridad en los mercados en desarrollo tomará tiempo, advirtió. Mientras tanto, es esencial reducir algunas de las fuentes más inmediatas de debilidad en el sistema financiero global, particularmente en un momento en que la creciente globalización plantea nuevos retos cada día.

Greenspan hizo una serie de sugerencias para mejorar y reforzar el sistema financiero global. ''Necesitamos instituciones flexibles que puedan adaptarse a las necesidades imprevistas de las próximas crisis''. Primero, los reguladores deben alentar a mejorar la transparencia financiera y las declaraciones de los bancos y otros participantes en el mercado.

Segundo, los gobiernos y las instituciones financieras internacionales no deben tratar de escudar a los inversionistas privados contra los riesgos cuando las inversiones riesgosas de éstos en los mercados emergentes resulten deficientes. ''Los esfuerzos, no importa cuán bien intencionados, para rescatar a los inversionistas corren el peligro de alentar excesivas tomas de riesgos en el camino, sobrecompensando el compartir riesgos'', dijo.

Los inversionistas privados deben manejar sus riesgos apropiadamente debido a que con la creciente complejidad de los instrumentos financieros es imposible calcular todas las perspectivas posibles. ''La respuesta, si es que hay una, es menos apalancamiento o sea, menos deuda, más valor líquido, y por lo tanto, más defensa contra la adversidad y el contagio''. El apoyo financiero oficial debe ser llevado al mínimo, agregó.