* Tampoco impulsará la reforma social, señalan expertos


Fox, tercer momento salinista de la economía neoliberal

* Triunfó la democracia caudillista por la izquierda deblitada, dicen

Alma E. Muñoz * Obispos, consejeros electorales, sacerdotes, académicos y organizaciones no gubernamentales definieron el perfil del virtual presidente electo Vicente Fox Quesada, "como el tercer momento salinista de la economía neoliberal", de acuerdo a la visión que a nivel internacional y dentro de los grupos financieros y de poder se tiene sobre el panista.

Por ello, consideraron "una paradoja que en un país con más de 60 millones de pobres haya triunfado un partido de derecha, puesto que Vicente Fox coincide fundamentalmente con el neoliberalismo, responsable del empobrecimiento de grandes sectores de la población". Así, resumieron, en México "podemos pasar de un presidencialismo autista a un presidencialismo caudillista".

De acuerdo con los resultados de una reunión de análisis titulada Segundo Diálogo sobre las Elecciones del 2000, celebrada el lunes pasado, los participantes coincidieron que durante el próximo sexenio, como ocurrió con Carlos Salinas, habrá reforma económica, transición política, "pero no contamos con una reforma social".

Pero los participantes no se quedaron sólo en el análisis sobre lo que pudiera significar el gobierno de Fox, también alertaron sobre ciertas amenazas que se ciernen sobre el país: "Se avizora una etapa muy complicada, de disputas internas fuertes y para ello hay que evitar que la alegría se convierta en fanatismo y en soberbia de los triunfadores. Se rompe la columna vertebral del sistema y con ello quedan muchas fuerzas caciquiles sueltas. Cuidar el triunfo significa estar atentos a los coletazos del PRI, que está herido de muerte pues el sistema basado en cuotas de poder está dañado y ello puede llevarnos a escenarios de violencia sobre todo en lugares apartados, donde los cacicazgos y posturas autoritarias son más crudas".

Incluso mencionan "la posibilidad de consolidación de un grupo de gobernadores del sur del país que nos lleve a una división mayor. La jornada electoral abrió un nuevo horizonte, pero hay nubarrones: fuerzas conservadoras, intolerancias, involuciones".

Debemos, añaden, "ser cautos sobre los factores del poder. Hay que preguntarnos cómo quedó el país en lo referente a quienes detentan el poder. Las grandes y nuevas democracias en el mundo son laboratorios donde podemos ver cómo las mafias de tipo financiero y de tipo criminal se han impuesto a las transiciones y que en nuestro caso podemos llegar a tener una mafiocracia".

Según las conclusiones emitidas, en México se debe entender que "triunfó una democracia de tipo caudillista ante una izquierda debilitada y en un marco de partidos políticos débiles y desestructurados que reflejan más bien élites decadentes y centralistas".

Ahora, de acuerdo con el documento, proporcionado por la Comisión Episcopal de Pastoral Social (CEPS) de la Conferencia del Episcopado Mexicano, "es necesario tener cuidado con la complejidad de la estructura del poder en nuestro país. El entusiasmo puede ser de ingenuidad y a veces puede ser intolerancia. La ruptura al interior del PRI así como la soberbia del PRD son motivos de preocupación ya que podría llevarnos a vivir una oposición de descalificación, no constructiva".

De entre los participantes del Segundo Diálogo sobre las Elecciones del 2000, sobresalen los obispos coadjutor de Tlaxcala, Jacinto Guerrero, y de Cuauhtémoc Madera, Juan Guillermo López Soto; los consejeros electorales del DF, Rubén Aguilar Valenzuela y Emilio Alvarez Icaza, además del de Yucatán, Eduardo Seijo; los sacerdotes Antonio Roqueñí, Alberto Athié Gallo, Camilo Daniel Pérez, Salvador López, José Vicente Ortega; el rector de la Universidad Iberoamericana, Enrique González Torres; y de las ONG, Luis González Souza (Causa Ciudadana); Mario González (Miguel Agustín Pro); Miguel Alvarez (Serapaz), Ricardo Bucio Mújica (Cáritas Mexicana), Rogelio Gómez Hermosillo (Alianza Cívica), Fausto González (Movimiento Ciudadano por la Democracia), Carmen Montes (Movimiento por la Paz), y de la CEPS, Rogelio Guerra, Erick Urízar, Lourdes Sanz, José López Santiago, Hugo Benítez, entre otros.