LUNES 17 DE JULIO DE 2000

* Hay ex priístas, empresarios e intelectuales


Los panistas, excluidos del equipo de transición de Fox

* El virtual presidente electo sigue alejado de Acción Nacional

Juan Manuel Venegas * El PAN y los panistas se quedan fuera, por lo menos, del proceso de transición del poder. Vicente Fox Quesada, el virtual presidente electo, no ha llamado a su partido ni a sus correligionarios que, agazapados, observan cómo el guanajuatense sigue como empezó: alejado de Acción Nacional.

Ha sido notoria, incluso, la ausencia de los panistas en las casas y hoteles donde Fox Quesada ha realizado sus actividades en estas dos semanas posteriores a su triunfo electoral del 2 de julio. Ni siquiera el líder nacional del panismo, Luis Felipe Bravo Mena, ha tenido acceso a las reuniones de trabajo del futuro presidente de México. Saben, sin duda alguna, que son ajenos al grupo íntimo.

De quiénes serán nombrados este lunes para coordinar el proceso de entrega-recepción del poder, dos son ex priístas, dos más, intelectuales ''independientes'', y el resto empresarios y consultores privados que se sumaron al foxismo conforme creció y se consolidó como movimiento político nacional.

Identificado por su militancia blanquiazul ųaunque de los neosų sólo aparece el senador duranguense Rodolfo Elizondo, quizás porque fue uno de los pocos que, desde un principio, creyó en el proyecto del ex gobernador de Guanajuato. En el caso de Santiago Creel Miranda, si bien se afilió al partido hace poco más de un año, su carrera política ha estado más bien orientada hacia el intento de convergencia de fuerzas ciudadanas y a la ''construcción de puentes'' entre los partidos políticos para avanzar en el proceso de transición a la democracia.

Cabe recordar que durante el proceso interno de selección de candidato del PAN al gobierno del Distrito Federal, Creel Miranda fue cuestionado precisamente por su corta y ''oportunista'' militancia. Su principal contendiente, Fernando Pérez Noriega, llegó a calificarlo, incluso, como ''candidato externo''.

A partir de este lunes, sin embargo, aparecerá junto al ex priísta y ex perredista Porfirio Muñoz Ledo y al senador Elizondo, como los responsables de la comisión de transición en materia de desarrollo político y reforma del Estado, que representará a Fox Quesada ante el gobierno saliente de Ernesto Zedillo.

ƑDónde están los panistas de cepa?

Ninguno, ni siquiera los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) o aquellos que representaron a éste en el comité de campaña de Fox, han aparecido.

Por el hotel Fiesta Americana, por la casa de campaña de Reforma 525 o incluso por el Club de Industriales ųlugares donde Fox ha concentrado sus reuniones de trabajoų no se han visto los panistas, entre los cientos de personas que a lo largo de estas dos semanas han buscado al candidato electo, cuyos colaboradores han acaparado la atención de los medios de comunicación.

En la sede de la directiva nacional albiazul, por el contrario, pareciera que las cosas no han cambiado. Poco es el movimiento que ahí se observa; pareciera que el triunfo no pasó por Angel Urraza 812.

La distancia de Fox con el panismo-panismo estuvo marcada desde un principio. Cuando el 6 de julio de 1997 el todavía gobernador de Guanajuato decidió postular su precandidatura, la suerte estaba echada. Desde el rancho de San Cristóbal llamó a ''chaparros, yucatecos, barbones y grandotes'' del PAN a ''entrarle'' y disputarle la candidatura.

Pero ni los chaparros, ni los barbones, ni los yucatecos le hicieron caso. Unos le hicieron vacío ''a su acelerada'' postulación y otros, de plano, lo denostaron.

Carlos Castillo Peraza (presidente del PAN de 1993 a 1996) heredó a su sucesor Felipe Calderón (según reveló este mismo) un tufo antifoxista. Y mientras la directiva se mantenía encerrada en su disciplina y ortodoxia, el guanajuatense hacía crecer una organización paralela a su partido: Amigos de Fox, asociación que financiaría su campaña y lo consolidaría en su imagen de candidato con cariz ciudadano.

El alejamiento Fox-PAN encontró a lo largo de esos años otro protagonista: Diego Fernández de Cevallos, el ex candidato presidencial que nunca perdió oportunidad para fijar la distancia entre el ''indisciplinado'' gobernador y la ''pureza'' de Acción Nacional.

Todavía se recordará que las semanas previas al cierre del registro de precandidatos, Fernández de Cevallos, Luis H. Alvarez y Javier Corral Jurado, entre otros, anduvieron muy activos, tratando de convencer al chihuahuense Francisco Barrio Terrazas para que se registrara e hiciera contrapeso al foxismo. No lo lograron.

El foxismo dominante

Fox Quesada armó su propio equipo. Sin los panistas empezó su campaña, sin los panistas la terminó. Ya ganador, su camino sigue igual, alejado del tinte blanquiazul.

''Gobernaré yo, no Acción Nacional'', aseguró a este diario apenas tres días después de su triunfo en las casillas. Y por lo pronto está dando muestras de que así será.

Este lunes dará a conocer su equipo de transición. Y sus amigos, los que se la jugaron con él o bien aquellos que tienen facturas políticas que cobrar, dominan la escena:

Su secretario particular será el ex priísta Alfonso Durazo; su área de asesores será dominada por los ex empresarios Pedro Cerisola y Weber y Lino Korrodi (su amigo de todas las confianzas desde los tiempos de Coca Cola); la comunicación seguirá a cargo de Martha Sahagún Jiménez, quien tiene como principal colaboradora, en el área de relaciones públicas, a Gina Morris.

Luis Ernesto Derbez, un ex funcionario del Banco Mundial, será el coordinador de la comisión de transición en materia de presupuesto; Eduardo Sojo Garza Aldape, también extraído de las filas empresariales, se hará cargo de la mesa de desarrollo económico.

En la comisión de transición política y reforma del Estado, la responsabilidad, como ya se dijo, recaerá en el trío Creel-Elizondo-Muñoz Ledo; otros dos ex empresarios, que vienen trabajando con Fox desde el gobierno de Guanajuato, Carlos Flores y Carlos Rojas, se harán cargo de las comisiones de desarrollo social y de enlace con el Estado Mayor Presidencial y Ejército Mexicano, respectivamente.

Finalmente, los politólogos ''independientes'' Jorge G. Castañeda y Adolfo Aguilar Zinser mantendrán su influencia en las filas foxistas en el área de relaciones internacionales, tal y como lo han venido haciendo desde hace unos meses.

Los panistas, pues, se quedan fuera.