LUNES 17 DE JULIO DE 2000
* Hoy, la ciudadanía sabe que tiene sentido votar, dice Jesús Cantú
El país se revaloró el 2 de julio: consejeros
* Terminó el monopolio del poder, afirma Zebadúa * Es nuestra caída del Muro de Berlín: Cárdenas
Mireya Cuéllar y Alonso Urrutia * Los resultados electorales del 2 de julio implican el fin del sistema presidencialista que gobernó al país por 71 años ųbasado en lealtades y reglas no escritasų, pero también tienen un impacto cultural porque se percibe en la gente optimismo, una especie de revaloración del propio país y de sus posibilidades; los ciudadanos saben que ahora sí pueden juzgar a sus gobernantes y ''esa es una revolución cultural porque siempre se ha creído que el mexicano asume el poder como algo generoso u odioso'' pero no como un ejercicio que él ha delegado y puede retirar.
El análisis es de algunos de los consejeros electorales del IFE, quienes a petición de La Jornada hicieron una reflexión, una lectura de los resultados electorales más recientes. Politólogos casi todos, coinciden en que se avecinan experiencias novedosas. En general, la democracia electoral les entusiasma porque, dicen, el país puede dar vuelta a esa página y empezar a ver hacia otro lado.
Alonso Lujambio distingue varios ámbitos de impacto; uno muy general es el cultural. Hay en la población ųdiceų una revaloración de las posibilidades de un cambio cultural respecto a cómo afronta asuntos como la ley, la corrupción... ''percibo una especie de buen ánimo en las personas con las que he hablado, es interesante cómo un fenómeno político puede modificar ciertas percepciones que tenemos de nuestro propio país, y no por lo que suponga un gobierno foxista, es simplemente un estado de ánimo y creo que es muy valioso porque nos hacía falta un respiro de optimismo''.
El gran cambio del 2 de julio es el resultado de una acumulación de cambios que a veces no fueron percibidos correctamente porque se necesitaba, aparentemente, un punto de inflexión, un quiebre histórico. Pero la verdad es que el cambio se vino gestando en los municipios, en los estados, en la creación del IFE, del Tribunal Electoral, todo apuntaba hacia una nueva institucionalidad que en cualquier momento podía permitir un giro consistente en que el ciudadano ''sepa que tiene poder y que puede darlo y quitarlo, y que finalmente ese ejercicio siempre es temporal porque nos vamos a ver la próxima vez en el juicio de ácido que son las urnas... es como un impacto en las estructuras mentales de una sociedad''.
Fox no inventa la realidad: Lujambio
Sin embargo, advierte el consejero y estudioso de la vida política nacional desde el ITAM, esto no altera la vida cotidiana de los ciudadanos, porque ''la democracia no es una magia que deshace problemas; es un método de discusión de los problemas, y ese cambio se venía gestando por lo menos desde 1988. Ese año, el electorado le mandó al PRI un mensaje brutal que creyeron que el salinismo, con su éxito de 1991, había exorcisado'',
Vicente Fox ''no está inventando un mundo, creando una realidad; él está, estratégicamente, recogiendo una percepción que se fue fraguando los últimos años, de que era posible un cambio pacífico que reestructure el poder en México, y esa es la labor de los líderes politicos. Ellos no inventan realidades, las conducen, las entienden, las interpretan, las intuyen... este país estaba políticamente a la espera de un personaje que lograra articular una coalición que potencialmente se encontraba en la sociedad para quitarle el poder presidencial al PRI y empezar a experimentar con algo nuevo''.
El proceso llevó varios años pero a partir del 2 de julio se derrumbó la percepción que teníamos nosotros mismos del país presidencialista que éramos, porque ''vamos a enfrentar un Presidente muy popular, en ese sentido poderoso, como quizá no tuvimos otros en los últimos años, pero al mismo tiempo muy acotado institucionalmente; un Presidente sin mayoría en las Cámaras, y ese fue un escenario que crearon los ciudadanos, de cada vez menos poder al Presidente y su partido y eso es muy importante en una sociedad como la nuestra''.
Le entusiasma mucho ųapuntaų la idea de ver un gobierno de otro partido y que podamos ver qué significa eso en sí mismo en México, es valioso como parte de la curva de nuestro aprendizaje democrático.
Venimos de una larga época en la que no tenía ningún sentido votar porque ya se sabía quién era el siguiente gobernante. Eso se terminó y es lo que más le gusta a Jesús Cantú del 2 de julio. ''Hoy, la ciudadanía sabe que tiene sentido votar y que en la medida que participe puede exigir''.
Mauricio Merino ve con mucho interés la redistribución del poder porque ha colocado a los principales partidos políticos ante la obligación de establecer acuerdos para asegurar la gobernabilidad democrática. Y este es un escenario complejo y prometedor.
Una vez que pase la ola de entusiasmo colectivo que genera el darle la vuelta a la página de la democracia electoral, que se impuso durante muchos años, el tema de la desigualdad social deberá ser el centro de la agenda porque los resultados nos revelan que la desigualdad sí importa a la hora de consolidar el expediente electoral; las participaciones ciudadanas fueron en los estados más pobres, Guerrero, Chiapas... ahí votó 52 por ciento frente a 64 que lo hizo en promedio a nivel nacional.
Las zonas rurales todavía pueden ser presas de intentos de coacción. ƑDe qué magnitud?, es algo muy difícil de medir. Y hay que afrontarlo no como una reflexión sobre el pasado electoral, sino sobre el futuro igualitario que sigue esperando este país.
Merino considera que las reglas para distribuir el poder ya se acreditaron, pues la gente las convirtió en algo viable, ahora habrá que discutir las reglas para el ejercicio cotidiano de ese poder, porque no es lo mismo la distribución del poder que su ejercicio.
De momento, a todos los partidos políticos los han llevado a una reflexión: El PRI perdió la Presidencia de la República después de 72 años, pero Acción Nacional, por ejemplo, va a tener que replantear su vida interna porque no es lo mismo ser oposición que partido en el gobierno. El PRD recibió un llamado de los electores frente a su propia organización interna.
"Se terminó de un solo tajo cualquier forma de hegemonía. El mensaje de la sociedad no les puede pasar inadvertido, van a tener, seguramente, que reconvertir hasta la forma en que han elaborado su discurso; ya no en términos de cómo destruyen a su adversario, sino como construir acuerdos y consensos. El electorado quiere pluralidad".
El 2 de julio se rompieron muchas amarras. El próximo Presidente no tendrá mayoría en el Congreso, tampoco una relación de control sobre el Poder Judicial, o sobre organismos autónomos como el Banco de México... el PRI tuvo hegemonía no sólo porque ganaba la Presidencia de la República, sino porque controlaba el Legislativo, las gubernaturas, las alcaldías y a través de la combinación de lealtades entre Ejecutivo y Legislativo, era relativamente fluida la posibilidad de que pudiera establecer otros mecanismos de control hacia el resto de las instituciones de la República.
El Poder Judicial ųejemplificaų fue durante muchos años subordinado del Ejecutivo. Las reformas para consolidar su independencia son recientes y se impulsaron desde el Ejecutivo, lo cual acredita la fuerza de este poder incluso para otorgarle independencia a otro de los poderes. El sexenio que comienza ya no cuenta con esos medios políticos.
ųƑSe acabo el sistema de lealtades?
ųHabrá seguramente las lealtades políticas normales entre el Presidente y la alianza que lo llevo al poder, pero seguramente iniciará un proceso de reconocimiento de la institucionalidad de la República. Las instituciones serán importantes por sí mismas, no por la persona o el grupo político que tenga la responsabilidad de conducirlas.
Adaptarse a la democracia: Zebadúa
Emilio Zebadúa teje en el mismo sentido: Fox será el primer presidente electo con menos de 50 por ciento de los votos. Su partido no tiene mayoría en las Cámaras y tendrá una oposición muy fuerte, pues muchos gobernadores y alcaldes son del PRI.
El país, apunta, eligió un cambio pero también transformar los términos de las relaciones entre las instituciones, Ejecutivo y Legislativo, entre el gobierno federal y los estatales. En este contexto deberán aprender a hacer politíca a través del diálogo y la negociación para establecer acuerdos básicos que le den gobernabilidad al país.
"Nadie tiene el monopolio del poder político ųni el Presidente, ni el Congreso, ni los gobernadoresų y eso es más trascendental que el hecho de que haya llegado al poder un partido distinto al que nos ha gobernado durante años".
El consejero dice que el reto es adaptarse a la cultura de la democracia porque los partidos tendrán que tomar decisiones a partir de la negociación y el diálogo, de lo contrario sólo habrá continuos conflictos.
Fox, señala Zebadúa, deberá hacer una buena lectura de los resultados electorales porque generó una enorme expectativa en la gente que votó por él porque coincide con los principios del PAN, pero también en quienes lo hicieron como un castigo al gobierno en funciones.
Un voto sin identidad partidista: Peschard
De acuerdo con Jacqueline Peschard, el votante que llevó a Fox a la Presidencia sólo quería ''sacar al PRI de Los Pinos'', pero no fue un voto con identidad ideológica o partidista. La Alianza por el Cambio supó captar el voto útil gracias a que el ex gobernador de Guanajuato encarnó la alternancia, quien podía hacerlo era Fox, por eso el voto pragmático se sumó a él.
ųƑFox podría encarnar el viejo presidencialismo?
ųEl presidencialismo fue posible no sólo porque había un caudillo, sino por los márgenes de acción que le dieron los amarres de un arreglo institucional. Fox tiene cualidades discursivas, de convocatoria, caudillistas, lo que no tiene son las herramientas del priísmo, no cuenta con el arreglo corporativo, con un partido hegemónico.
La muerte del presidencialismo realmente existente: Cárdenas
Terminó el presidencialismo realmente existente y vamos a pasar al presidencialismo constitucional, comenta el consejero Jaime Cárdenas. "Es nuestra caída del Muro de Berlín".
Estudioso de las transiciones políticas, Cárdenas dice que el 2 de julio se dio el fin de la liberalización política. Explica: toda transición, esquemáticamente, tiene dos etapas; la liberalización o apertura y la etapa de la democratización. El 2 de julio terminó la de apertura.
Esta etapa, la de apertura, fue muy larga ųdiceų en ella tuvieron impacto los movimientos sociales y estudiantiles de los últimos años, la aparición de guerrillas en distintas épocas y las muchas reformas electorales que, en conjunto, abrieron el sistema político, le dieron oportunidad a la oposición de competir en condiciones más o menos equitativas, aunque nunca en equidad completa.
La segunda será de la transición: ''algunos hablan de consolidación de la democracia, pero yo creo que no porque nos faltan muchas reglas por definir. Qué es la transición: modificar las reglas del régimen para que haya una auténtica división de poderes, estado de derecho... la transición es un intervalo de tiempo entre un régimen autoritario y uno que va a ser democrático y en ese tiempo se ponen nuevas reglas. Y en México, el único acuerdo entre las fuerzas políticas fue para organizar y desarrollar las elecciones. Restan las reformas que obliguen a la rendición de cuentas, a un nuevo federalismo, una gran reforma fiscal, ajustes para atender los derechos humanos, es necesaria la revisión de todo el entramado jurídico para definir el nuevo Estado que queremos.