* Impide generar suficientes empleos: Dussel Peters
Desaceleración, si se mantiene la actual política industrial
* Mínimosvínculos entre maquila y el resto de la economía, afirma
David Zúñiga /I * México enfrenta el riesgo de una desaceleración e incluso otra crisis como la de 1994 si insiste en basar su economía en el actual esquema de exportación de manufacturas.
En entrevista, Enrique Dussel Peters, investigador de la Unidad de Posgrado de la UNAM, advierte que con la política industrial aplicada desde hace 15 años resulta imposible crecer sin desequilibrios comerciales y cambiarios o generar suficientes empleos. Por ejemplo, para dar trabajo a los más de un millón 350 mil mexicanos que cada año se suman a la población económicamente activa (PEA) sería necesario duplicar el número de plantas maquiladoras.
Dussel considera ocioso discutir si ha habido política industrial o no. Según él, la hay desde 1985, pero supeditada (al igual que los programas sociales, educativos y de combate a la pobreza) a las prioridades macroeconómicas: reducir el déficit fiscal, controlar la inflación y atraer inversión extranjera.
Después de 12 años, el resultado es una macroeconomía que parece estar relativamente estable, pero a costa de una polarización "brutal" del aparato productivo: sólo entre 1993 y 1998, unas 300 compañías exportadoras y las maquiladoras --que juntas suman unas 3 mil 500 empresas, alrededor de 0.12 por ciento del total nacional-- realizaban 94.4 por ciento de las exportaciones y generaban alrededor de 20 por ciento del producto interno bruto (PIB). Sin embargo, apenas generaban alrededor de 10 por ciento del empleo (la PEA de México aumenta cada año entre 1.2 y 1.5 millones de personas, y toda la industria maquiladora da empleo a entre 1.2 y 1.3 millones de trabajadores, la gran mayoría obreros).
De la misma forma, la industria de exportación, integrada a los mercados extranjeros y a las trasnacionales de EU, especialmente en los sectores automotriz, de autopartes, electrónica y algunos segmentos de la industria química, consume más de 95 por ciento de las importaciones y su crecimiento implica incurrir en un déficit comercial cada vez mayor.
"No se trata de hacer una guerra santa en contra de la maquila ųaclara el investigadorų , pero desgraciadamente sus vínculos con el resto de la economía son mínimos".
La otra cara de la moneda es un grupo "gigantesco" de empresas perdedoras. Si se toman los datos de empleo manufacturero del Instituto Mexicano del Seguro Social, se observa que la participación de la micro, pequeña y mediana industria en el empleo manufacturero ha caído de 51 por ciento en 1991 a 42 por ciento en 1998.
El sector manufacturero exportador, asegura, fue el causante de la crisis de 1994-95. En 1994 las importaciones crecieron mucho más que las exportaciones y el coeficiente de la balanza comercial en ese año fue de casi -45 por ciento, aunque posteriormente se recuperó. Es decir, la penetración neta de las importaciones en el PIB era de casi la mitad; o sea que la mitad del valor agregado del sector, equivalente a 30 mil millones de dólares, era importado.