LUNES 17 DE JULIO DE 2000
* Persisten discrepancias tras 6 días de diálogo
Marchan miles contra posibles concesiones de Barak a palestinos
* La ANP ha rechazado todas nuestras propuestas, dice Levy
* Clinton asegura que hay "ciertos progresos" en Campo David
Afp, Ap, Dpa y Reuters, Tel Aviv, 16 de julio * Unos 150 mil israelíes se manifestaron hoy en esta capital para protestar contra las concesiones territoriales que temen que el primer ministro, Ehud Barak, haga a los palestinos en la cumbre que se celebra actualmente en Campo David, Estados Unidos, bajo el auspicio de Washington.
Sin embargo, Barak informó a sus ministros que, tras seis días de reuniones entre las delegaciones israelí y palestina, persisten serias discrepancias. Sin embargo, el canciller israelí, David Levy, quien se negó a participar en la cumbre por no estar de acuerdo con la postura de Barak, dijo a medios de comunicación que el primer ministro se encontraba "muy pesimista", porque no había avance alguno en las negociaciones.
Esto hizo que los medios propagaran el rumor del inminente fracaso de la cumbre, lo que obligó a fuentes cercanas a Barak a matizar, aclarando que Barak está convencido de que se logrará un acuerdo de paz, si los palestinos se muestran flexibles hacia las propuestas israelíes.
Organizaciones de colonos israelíes y partidos de la derecha conservadora esperaban que unas 200 mil personas participaran en la manifestación de hoy en Tel Aviv, pero agencias informativas dijeron que hubo alrededor de 150 mil personas, muchas de ellas traídas de asentamientos judíos en la franja de Gaza y Cisjordania.
El presidente del partido derechista Likud, Ariel Sharon, quien fue el estratega militar detrás de la guerra de los Seis Días, en la que Israel tomó territorios palestinos, libaneses y sirios, fue el orador principal de la protesta realizada bajo el lema "No se debe perder el país". Sharon dirigió sus críticas exclusivamente hacia la persona de Barak y no tanto a su gobierno actualmente debilitado porque tres partidos abandonaron la coalición, en represalia por su participación en la cumbre de Campo David. "Estamos ante un primer ministro que, para mi más profundo pesar, y lo digo con dolor, es una amenaza para su pueblo porque solapa el terrorismo, la guerra y una Intifada, con la ayuda de líderes mundiales, ministros y políticos".
Los manifestantes acusaron también a Barak de estar dispuesto a dividir Jerusalén, y de ser el único gobernante israelí que se ha atrevido a llevar este tema a una mesa de negociaciones.
Horas antes de la manifestación en Tel Aviv, soldados y policías israelíes desalojaron y arrestaron a unos 30 jóvenes colonos judíos que habían instalado ilegalmente un "puesto de avanzada" en Cisjordania, desde el cual pretendían defender los asentamientos judíos en ese territorio autónomo de las "concesiones" que Barak pretende hacer a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en Campo David.
Cerca de la ciudad cisjordana de Ramallah, jóvenes palestinos interceptaron tres camiones que llevaban a israelíes a la manifestación en Tel Aviv, a quienes obligaron a bajar de los vehículos que fueron incendiados posteriormente. Esto obligó a las autoridades a cerrar la carretera que une a Ramallah con Jerusalén.
Antes de partir a Campo David, Barak prometió a partidos religiosos y cercanos a los colonos judíos de su coalición que la mayoría de los asentamientos israelíes en territorios palestinos quedaría bajo soberanía de Israel, y que ello sería un punto no negociable en las conversaciones tripartitas. Esto fue un intento infructuoso para impedir la ruptura de la coalición gubernamental, ya que el Likud y los partidos que abandonaron a Barak sostienen que el primer ministro ya prometió a la ANP entregarle el control sobre 90 por ciento de Cisjordania.
Este domingo, Levy aseguró que, según lo que Barak y la delegación negociadora israelí le informaron, "no hay ya base alguna para el optimismo mientras permanezcan las diferencias (con los palestinos)". El canciller agregó que, hasta ahora, los palestinos han rechazado sin miramientos todas las ofertas hechas por la parte israelí, sin que se haya logrado el menor avance.
Sin embargo, fuentes cercanas a Barak matizaron estas declaraciones y aseveraron que todavía es posible un acuerdo de paz, y que las conversaciones de los últimos días se han llevado a cabo en un ambiente "más relajado".
El ministro sin cartera Haim Ramon, encargado de lo referente a Jerusalén, aseguró que las partes están de acuerdo en que la ciudad que tanto israelíes como palestinos reclaman como su capital no será dividida y permanecerá bajo soberanía de Israel.
Ramon, sin embargo, no indicó cómo recibieron los palestinos la propuesta israelí de darles "amplio control" sobre barrios árabes de Jerusalén oriental y que, según el responsable, permitiría llegar a un acuerdo parcial y simbólico sobre el tema de la capital.
El presidente estadunidense, Bill Clinton, aseguró esta noche que hay "algún progreso" en las conversaciones de paz para Medio Oriente y agregó: "Estoy más optimista que cuando ellos llegaron".
También dijo que espera que se haya logrado un acuerdo entre las partes antes del próximo miércoles, día en que el mandatario debe partir hacia Japón, donde participará en una cumbre económica del Grupo de los Ocho. "Voy a poner todo de mi parte para lograr una conclusión", prometió.