LUNES 17 DE JULIO DE 2000
* Habitan en exclusivas residencias y lucran con los derechos laborales
Riqueza, corrupción y prepotencia, signos distintivos de líderes obreros
* Caciquismo sindical y nexos con el poder priísta, la fórmula para colocarlos en posiciones privilegiadas
Elizabeth Velasco C. * Para un trabajador con salario mínimo de 37.90 pesos diarios, una vida laboral entera le sería insuficiente para que en algún momento pudiera soñar con adquirir una mansión valuada en 10 millones de pesos en el Pedregal de San Angel o en La Herradura, y menos aún un Mercedes Benz o un Corvette del año.
Pero para dirigentes obreros como Leonardo Rodríguez Alcaine, Joaquín Gamboa Pascoe, Carlos Romero Deschamps o Víctor Flores, es cosa ordinaria habitar en las zonas residenciales más exclusivas de la ciudad, poseer distintas propiedades, una colección de automóviles o todo lo imaginable cuando se posee una cuantiosa fortuna.
ƑDe qué medios se han valido estos líderes obreros ųalgunos de los cuales ni la preparatoria concluyeronų para acumular fortunas hasta hoy inexplicables con las que no sólo han asegurado su porvenir, sino el de su descendencia?
Trabajadores, documentos hemerográficos y allegados a estos personajes dan testimonio de historias donde la ''corrupción, la negociación'' de los derechos sindicales, el caciquismo sindical, el uso clientelar de sus cargos públicos o políticos y sus nexos con el poder priísta durante prácticamente 60 años de gobiernos ''revolucionarios'', y luego neoliberales, fomentaron la creación y consolidación de una oligarquía sindical cuestionada, debilitada y que hoy se encuentra en riesgo de perder sus cotos de poder ante el inminente desmantelamiento del PRI y el arribo a la Presidencia de la República de un mandatario de extracción panista.
La casita del Pedregal
Leonardo Rodríguez Alcaine, conocido como La Güera, a los 20 años de edad ingresó a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como técnico en la planta Los Colorines de su entidad natal, el estado de México. Hoy, a sus 81 años, con un nivel educativo medio básico (preparatoria), no sólo ha podido permanecer 28 años al frente del Sindicato Unico de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM), sino también desde hace tres ocupa la secretaría general de la Confederación de Trabajadores de México y desde el año pasado la presidencia del Congreso del Trabajo.
A la fecha, habita en una residencia en El Pedregal de San Angel, en la calle Zacaltépetl 154, con su esposa Margarita. La morada de dos niveles, con detalles estilo californiano, tiene una cochera con capacidad para cuatro automóviles. En su interior, según vecinos que lo conocen, guarda un Ford Lincoln 1998, color marfil tornasol, y una camioneta Windstar de la misma marca, verde botella, en la que generalmente se traslada a las instalaciones de la CTM. Hace más de cuatro años el dirigente poseía un Mercedes Benz gris plata que, según una ocasión relató a la fuente obrera, pertenecía a su esposa Margarita, a quien definió como ''empresaria de la construcción''.
Los electricistas que conocen su paso por la CFE, narran que Rodríguez Alcaine llegó al SUTERM en 1975, a la muerte de Francisco Pérez Ríos, de quien era ''su chofer'' y le ''cargaba el portafolios''. Desde entonces, se distinguió por combatir y exterminar todo tipo de disidencia. En la década de los 70 aplastó a la denominada Tendencia Democrática, representada por Rafael Galván, que dirigía el Sindicato de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana, y que después fue integrado al SUTERM. Un año después, en 1976, el gobierno priísta lo premió con una senaduría y posteriormente con dos diputaciones.
El representante de los ''intereses'' de los obreros ha hecho parte de su fortuna, según trabajadores del sindicato electricista, como contratista de la CFE y mediante la celebración de contratos colectivos que favorecen a los empresarios. ''Rodríguez ha hecho una fortuna que ningún obrero puede soñar'', refiere Miguel Hernández Bello, actual aspirante a sucederlo en la directiva del SUTERM. Cuando se va a construir una planta eléctrica, suscribe contratos colectivos que le dejan grandes sumas de dinero. Además, su esposa Margarita maneja varias constructoras que hacen las obras para la CFE''.
También lo han acusado de utilizar las cuotas sindicales "para fines de lucro personal, por ello tiene varias residencias y acciones en diversas empresas; Maseca, es una de ellas''. Con el propietario de esa empresa, el banquero Roberto González Barrera, Rodríguez Alcaine mantiene una cercana relación.
En cuanto al manejo de los fondos sindicales, más de tres jubilados del SUTERM han responsabilizado a su líder de haber ''desaparecido'' 73 mil millones de pesos de un fondo mutualista, constituido con la aportación de 90 mil electricistas a partir de 1937. Los representantes legales de los jubilados, Juan Carlos Ramírez y Eduardo Estrada, han denunciado que cuando Rodríguez tomó las riendas del sindicato, en 1975, el dinero desapareció. Aunque el dirigente cetemista ha afirmado en reiteradas ocasiones que esos recursos se pagaron a los trabajadores, cientos de afectados han presentado diversas demandas ante los tribunales laborales y están por definir si proceden penalmente.
Como el líder cetemista no tiene herederos ųsu única hija, sus dos nietos y su yerno fallecieron en un accidente de aviación de la aerolínea TAESA en 1994ų, impulsa a otros familiares. Es el caso de su hermano Oscar, quien desde marzo pasado es secretario de Asuntos Económicos de un nuevo sindicato de empresas privadas de seguridad, traslado de valores, de fabricantes de equipo de seguridad y trabajadores de limpieza, afiliado a la CTM.
Oscar Alzaga, abogado laboral, recuerda que en las organizaciones que encabeza Rodríguez Alcaine nunca ha sido electo por el voto directo, secreto y universal de sus representados. En el SUTERM, refiere, heredó el cargo a la muerte de Pérez Ríos; en la CTM, tras el fallecimiento de su eterno líder Fidel Velázquez, y el año pasado, con motivo del proceso electoral le tocó asumir la presidencia del CT.
De limpiador de tuberías a magnate
Senador y diputado por el PRI, Carlos Romero Deschamps se perfila como el sucesor de Rodríguez Alcaine en la CTM. El máximo dirigente de los petroleros, que en 1994 asumió las riendas del sindicato de una de las paraestatales más importantes del país tras el retiro de Sebastián Guzmán Cabrera, tiene su residencia en el exclusivo fraccionamiento Paseos de la Herradura, en el estado de México. Un guardia de seguridad privada impide el paso, desde una caseta de vigilancia, a cualquier persona que carezca del permiso o anuencia del líder para ingresar a la calle Bosque de Río Frío 61, de la lujosa zona residencial.
Según testimonios de Hebraicaz Vázquez, del Movimiento Nacional Petrolero, y documentos hemerográficos, el senador ųque ingresó a Pemex como limpiador de tuberías y tanques de almacenamientoų ha hecho su fortuna ocupando diversos cargos en el sindicato y como ''contratista de la paraestatal''. Aunque le atribuyen diversas propiedades en la capital ųy en otros estadosų, en el Registro Público de la Propiedad de esta ciudad no aparece ninguna a su nombre.
El líder petrolero ha sido acusado por presunto fraude en perjuicio de sus agremiados de la sección 35 del STPRM. El Frente Democrático de esa sección interpuso diversas demandas (558/89/40; 6449/91; AP5441/PDF.91 y la 40/708/91-01) acusando a Romero de haberse negado a entregar a los trabajadores los recursos de una caja de ahorros constituida en 1975; de ''imponerles'' un seguro colectivo e individual que suscribió con Seguros La República, y el cual nunca pudieron cobrar al momento de ser despedidos, y de haber violado la cláusula 166 del contrato colectivo de trabajo, donde la paraestatal se comprometía a dotar de vivienda a sus empleados de base, quienes tampoco accedieron a ese beneficio. Al mismo tiempo, lo señalaron por ''enriquecimiento inexplicable'' y poseer diversas propiedades, ranchos, cabezas de ganado y una flotilla de pipas, entre otros bienes.
Otros líderes que también han sido señalados por "enriquecimiento inexplicable", son Joaquín Gamboa Pascoe, dirigente de la Federación de Trabajadores del Distrito Federal, quien desde hace varias décadas reside en el Pedregal de San Angel y cuya fortuna se calcula en cientos de millones de pesos, así como Víctor Flores, cabeza del sindicato ferrocarrilero.