JUEVES 20 DE JULIO DE 2000
* Astillero *
* Julio Hernández López *
Si el doctor Ernesto Zedillo comprara un boleto de lotería que en su numeración llevara las cifras del 2 de julio pasado (2-07-00), tendría muchas posibilidades de ser nuevamente beneficiado por la fortuna.
Desde ese día, el presidente de México ha vivido recomposiciones políticas impensables si no hubiera perdido el poder el PRI. Una de ellas, la más obvia, es la conservación de una cuota importante de poder (a pesar de la avasalladora presencia del candidato triunfante, Vicente Fox) y la posibilidad de ejercer una función insólita de firmante y, al mismo tiempo, garante, de los acuerdos necesarios para el relevo de la presidencia priísta por una panista (cuasi priísta y cuasi panista, habría de anotarse al pie de página).
Mejor un zorro que una Buenaventura
Ninguna de esas características estelares acompañarían al doctor Zedillo si el resultado del domingo 2 hubiera sido favorable (por sí o por arreglos) a Francisco Buenaventura Labastida Ochoa. De haberse dado tal circunstancia, Zedillo estaría desempolvando sus arreos de ciclista y calculando cuánto tardaría el sistema tricolor en darle el primer golpe al conjuro de la tesis clásica emitida por José López Portillo, en el sentido de que es necesario romper para estabilizar.
El doctor Zedillo está, en realidad, más fuerte y más tranquilo que nunca. Su proyecto económico (el de Miguel de la Madrid, el de Carlos Salinas de Gortari) tiene el futuro asegurado. No sólo en el plano conceptual (en el que la visión empresarial de Fox y sus amigos ya no tendrá el lastre de los remilgos priístas a la hora de aplicar con más rigor la teoría neoliberal), sino inclusive en el operativo, en donde es muy posible que varios de los funcionarios más queridos del zedillismo (del delamadridismo, del salinismo) puedan ser encargados de carteras estratégicas (Gurría, Téllez, Jarque, Ruiz Sacristán, por ejemplo).
Sorpresivas e inesperadas sorpresas
Una muestra de ese bello alineamiento favorable que han tenido a partir del 2-07-00 los astros del firmamento neoliberal, se ha dado en el tema que con más dolor se habría de llevar el presidente Zedillo, al dejar el cargo, en la lista de lo que no pudo hacer: la apertura de la industria eléctrica al capital privado.
Meses atrás, en una reunión de corte mundial en la que censuró a los globalifóbicos, el doctor Zedillo hubo de reconocer con tristeza que uno de los objetivos que no cumpliría en el resto de su mandato sería el de dicha apertura del sector eléctrico.
Pero, šbuenas noticias!, el foxismo ha declarado como su prioridad en materia económica šjustamente lo que tanto preocupaba al buen presidente Zedillo! Y no sólo eso: también han anunciado Eduardo Sojo y Luis Ernesto Derbez, los heraldos de este cuarto momento del neoliberalismo, que propondrán e impulsarán reformas legislativas para darle cabida a los buenos hombres del gran capital en los asuntos de electricidad y, también, en la petroquímica (šOh, gran sorpresa sorpresiva, que debe llenar de felicidad a los crédulos de izquierda que votaron por la alternancia pragmática y no por principios ideológicos!).
Oscar, amigo: šPerdimos!
Es natural que tanta buena suerte genere envidias y recelos. Pero también para esos males de ojo le ha dado amuletos protectores el cabalístico 2-07-00. Por ejemplo, en el caso difícil, espinoso, del amigo Oscar, la nueva circunstancia política permite que una juez, Rosalba Becerril Velázquez, le niegue el amparo de la justicia federal al ex jefe del gobierno capitalino, y le coloque en el riesgo cierto de ser detenido en cuanto sesione la próxima legislatura federal. El amigo Oscar, ciertamente, podría hoy amenazar con hablar algo de lo mucho que sabe, de financiamientos de campañas presidenciales y de otras cosas pero Ƒqué impacto desquiciante tendría hoy para, por ejemplo, los intereses electorales del PRI o para la figura del presidente en funciones?
Temporada de caza
Otros escándalos sí podrían, en cambio, crecer y adquirir visos de riesgo político para el presidente y su equipo. Con la calidad moral que le da el haber sido durante largo tiempo el primer brody del país, Humberto Roque Villanueva ha narrado que durante el gobierno zedillista se desató una virtual cacería contra Roberto Madrazo Pintado, casi como si tuviera precio la cabeza política del tabasqueño incómodo.
Hoy, esa cacería ha incrementado fusileros, calibres y recompensas. Madrazo es una amenaza viva contra el zedillismo, hoy deslegitimando la expropiación presidencial del primer comité nacional posterior a la pérdida del poder (pérdida para el PRI, no para Zedillo) y mañana, sin duda, arrojando sobre este presidente la culpa de los recientes resultados electorales.
Las denuncias de Murat
En ese contexto de intensa confrontación política debe ubicarse la grave denuncia hecha ayer en la ciudad de Oaxaca por el gobernador de esa entidad, José Murat: instalación de potentes micrófonos de espionaje en el despacho principal y en la casa oficial del gobernador, amenazas de muerte para él y su familia, y seguimiento a distancia en algunas ocasiones que ha estado en la ciudad de México, por ejemplo cuando negociaba con maestros disidentes de aquella entidad que protestaban en la capital del país.
Murat no es, desde luego, un priísta cualquiera. Para empezar, tiene (con todo lo que conlleve de positivo y de negativo) mucha mayor carrera de partido que quienes hoy le atacan. Con ese carácter, el oaxaqueño se opuso con energía a la pretensión de quitar a Dulce María Sauri y poner a Jesús Murillo Karam mediante una políticamente madrugadora sesión convalidadora del Consejo Político Nacional (pretensiones que fueron impedidas fundamentalmente por la oposición hasta física de Murat, aunque el punto noticioso más llamativo de esa ocasión fue una carta enviada desde Villahermosa por Madrazo, horas después de que José había iniciado en el Distrito Federal esa especie de revuelta interna).
Aires de Bucareli
No son, sin embargo, sólo los hervores del caldero priísta los que hoy están arrojando espumas de fea apariencia en Oaxaca, sino también la permanente y activa animadversión de Diódoro Carrasco contra su indeseado sucesor, José Murat. Por ello, sin decir el nombre del destinatario, el actual gobernador ha advertido que no recurrirá a la autoridad federal en demanda de resguardo o auxilio, pues no confía en ella.
Los generales
Como se puede ver, el presidente Zedillo debe apresurarse a ir a comprar el boleto 20700 de la lotería, pues si bien en el plano económico e ideológico las cosas le pintan de maravilla siendo uno de los amigos de Fox, en el terreno estrictamente político las pasiones pueden desbordarse y echar a perder los bellos augurios derivados del alineamiento de los planetas neoliberales. Allí están, por ejemplo, las maniobras de los generales que quieren a Miguel Angel Godínez, quien fue jefe del Estado Mayor Presidencial con López Portillo, para que sea el próximo secretario de la Defensa Nacional y acabe con las terribles cosas de las que en voz baja acusan al grupo de Enrique Cervantes Aguirre.
Aguas con esas aguas
Y, mientras tanto, las aguas estancadas del partido del sol azteca apenas empiezan a recibir la brisa de la crítica y de las propuestas. Rosalbina Garabito ha renunciado al consejo nacional del PRD y ha expresado su desacuerdo con la manera como se está conduciendo a su partido. Ricardo Monreal, por su parte, ha vuelto a generar el enojo de sus correligionarios por plantear la necesidad de construir una tercera vía política, creando un nuevo partido en el que confluyan perredistas, priístas nacionalistas, y ciudadanos con deseos de alejarse de dogmas y caudillismos. Por lo pronto, Monreal ha encontrado mejor respuesta fuera que dentro de su partido, pero su propuesta habrá de ser discutida al interior del PRD en estos días.
Y a usted, estimado lector Ƒa qué número de la lotería le gustaría apostar?
Fax: 5 45 04 73 Correo electrónico: