JUEVES 20 DE JULIO DE 2000

* Desafío al embargo


Caravana de solidaridad parte de EU hacia Cuba

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Nueva York, 19 de julio * Una caravana estadunidense de solidaridad con Cuba desafió amenazas de penas de cárcel y multas al violar exitosamente el embargo estadunidense contra Cuba, cuando cruzó la frontera a México con toneladas de asistencia material, varios vehículos y unos 70 participantes rumbo a la isla sin solicitar licencias ni pedir permisos de viaje tal como marca la ley.

El reverendo Lucius Walker, director de Pastores por la Paz/IFCO, organizadores de esta décima "Caravana de la Amistad", comentó que este triunfo es resultado de la voluntad de los opositores al embargo impuesto por Estados Unidos de "negarse a obedecer una ley injusta". En entrevista telefónica con La Jornada desde la frontera en Reynosa, Walker dijo que "cuando la gente se opone por principios tal como lo hemos hecho aquí, las autoridades no tienen la capacidad de aplicar leyes inmorales".

Invitó a todo grupo estadunidense que se oponga al bloqueo de Cuba a violar el embargo, al considerar "si todos hicieran esto, éste se desmoronaría, ya que las autoridades no podrían sancionar a todos".

La caravana, conformada por grupos que viajaron por diez rutas a través del país visitando unas 100 ciudades antes de llegar a la frontera, recibió una carta del Departamento del Tesoro informando a los activistas que enfrentaban multas de decenas de miles de dólares y otras sanciones si ésta procedía.

Pero hoy las autoridades estadunidenses aparentemente decidieron no impedir la violación de las leyes que imponen el bloqueo estadunidense (la ley marca que los violadores pueden ser sujetos a encarcelamiento por 10 años y/o multas de hasta 250 mil dólares).

La Jornada intentó comunicarse con voceros del Servicio de Aduanas, pero al cierre de esta edición aún no se lograba obtener sus comentarios.

Walker señaló que esta décima caravana es "un logro significativo", ya que 10 vehículos, incluyendo una ambulancia, cinco autobuses escolares y camionetas con unas 50 toneladas de asistencia humanitaria destinada a escuelas, hospitales y centros deportivos en Cuba representan no sólo la solidaridad del pueblo estadunidense con el cubano, sino la voluntad de rechazar la política de Washington de una manera explícita y directa.