SG: sanciones si no modifican horarios de transmisión
Ultimátum a los talk shows
José Antonio Román * En caso de que Televisa y Tv Azteca no modifiquen los horarios en que transmiten sus respectivos programas llamados talk shows, el gobierno federal ''tendría que aplicar la ley''. Las medidas irían desde la sanción económica hasta el ordenamiento expreso de retirarlos de la programación, afirmó el subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, Dionisio Pérez Jácome.
Al comentar el reciente encuentro que sostuvieron funcionarios de esa dependencia con representantes de las dos televisoras, expresó también su confianza de que los concesionarios muestren sensibilidad ante la preocupación que existe por este tipo de emisiones, expresada por el Congreso de la Unión, la Comisión Nacional de Derechos Humanos y la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
Dijo que representantes de ''alto nivel'' de las televisoras del Ajusco y de San Angel, recogieron con mucho interés y cuidado esta preocupación compartida por la Secretaría de Gobernación. Incluso, se comprometieron ante la dependencia a sugerir una propuesta en los próximos días, para dar solución a la polémica.
Entrevistado en los pasillos de la secretaría, Pérez Jácome informó que la reunión realizada el pasado martes, en la que estuvo presente el director general de RTC, Alejandro Montaño, se desenvolvió en un ambiente cordial.
Señaló que en esa reunión ''no hubo cuestionamientos'' al contenido de los programas, sino a la hora vespertina en que se transmiten, ''que indudablemente afecta la formación de nuestra niñez. (Las televisoras) revisarán sus materiales, el tipo de contratación que tienen, para poder, a su vez, acercarse a nosotros en unos días más y proponernos lo que seguramente será la solución a este problema que preocupa a la sociedad y que preocupa a la Secretaría de Gobernación", dijo el funcionario, quien subrayó que esta acción no atenta contra la libertad de expresión ni significa una censura, sino "sólo recoge la preocupación social".
Respecto al contenido de los programas, donde se abordan temas familiares e íntimos, Pérez Jácome expuso que ''en realidad es algo que creemos que funciona dentro de una autocensura en los medios. Mientras no trasgredan principios elementales que pudieran afectar la moral pública o las buenas costumbres, este tipo de temas, por escabrosos que parezcan, están sujetos al criterio, a la sana consideración de la sociedad".
Lo preocupante, añadió, es que se transmitan en horarios que afectan a quienes no tienen todavía la madurez para tomar esos juicios. ''La Secretaría de Gobernación no pretende exigir un previo conocimiento de los programas, revisarlos o calificar si algo es bueno o es malo, si es audaz, si es atrevido. Eso no nos corresponde, mientras, claro, no trasgreda otro tipo de límites, que en este caso creo que no se han dado".
Añadió: "simplemente nuestra preocupación es en función de ese segmento muy importante de la población mexicana, que son los niños, quienes pasan muchas horas sentados frente a la televisión y que, desafortunadamente, en algunos casos, en horarios que son habituales para su presencia ante el televisor, puedan recibir este tipo de mensajes para los que todavía no están preparados".
Aclaró que si en los programas hubiera otro tipo de conductas, tales como pornografía o alguna situación similar, la actitud del gobierno federal sería distinta. En este caso se trata de temas de una crudeza o audacia entendible en estos tiempos, pero no se puede estar de acuerdo en que se transmitan en horarios inconvenientes, por la presencia de jóvenes y niños.
Informó que incluso hay una crítica del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) que hizo llegar a Gobernación por conducto de la Dirección de Radio, Televisión y Cinematografía, en la que hace énfasis en ese hecho. No es en sí el contenido, sino el horario, que naturalmente vulnera principios ahora aceptados, y creo que debemos seguir sosteniendo su validez de que este tipo de programas se transmitan solamente por la noche.
Pérez Jácome consideró que definitivamente el mexicano está preparado para recibir, de medios escritos o electrónicos, cualquier mensaje, pero no así el niño, que no ha llegado a su madurez, aunque si los programas se transmitieran más tarde, el que los menores de edad pudieran verlos dependería de sus padres.
Confió en que los medios tengan una actitud comprensiva y de respaldo, y que no haya necesidad de aplicar sanciones, como ordenar que los eliminen, o necesariamente por decisión de autoridad se transfieran a otro horario.