LUNES 24 DE JULIO DE 2000

* Gastó Japón 750 mdd para realizar la "cumbre del derroche", según ONG


Un siglo XXI más próspero y estable, compromiso del G-8

* Las propuestas de "bienestar para todos" no consideran planes para aplicar en el corto plazo

Afp, Ap, Dpa y Reuters, Nago, Japón, 23 de julio * Los siete países más industrializados del mundo y Rusia, reunidos en el Grupo de los Ocho, concluyeron hoy la cumbre económica en esta ciudad japonesa con el compromiso de unir esfuerzos para que el siglo XXI sea "más próspero, sereno y estable"

Organizaciones no gubernamentales, muchas de ellas parte del colectivo Jubileo 2000, grupo que se propone anular las deudas externas de todos los países pobres, afirmaron que esta "cumbre del derroche", defraudó las esperanzas de los países más pobres, pues sólo refrendó la intención de aliviar sus dificultades sin adoptar ningún paso concreto hacia este fin.

El vocero de la organización británica Oxfam, dedicada a promover la alfabetización en los países más pobres del mundo y parte del colectivo Jubileo 2000, comentó que la cumbre en Nago costó al gobierno japonés 750 millones de dólares, afirmó que "con esta obscena cantidad hubiéramos podido enviar a la escuela a 12 millones de niños y pagado la deuda externa de Tanzania durante tres años". El gobierno japonés construyó un costoso complejo hotelero para llevar a cabo la cumbre, así como un centro de prensa temporal que será derribado.

Asimismo, fue criticado el hecho de que el gobierno japonés, temeroso de que se repitieran violentas manifestaciones como las ocurridas recientemente en Seattle, con motivo de una cumbre de la Organización Mundial del Comercio, desplegó impresionantes medidas de seguridad para evitar que grupos opuestos a la globalización se manifestaran ante la sede de la cumbre. Guardias costeros evitaron durante los tres días que duró el acto que embarcaciones de la organización Greenpeace llegaran a la isla de Okinawa.

El documento de 26 páginas que se firmó al final de la cumbre compromete a Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Alemania, Francia, Italia, Japón y Rusia a fomentar el crecimiento de la economía mundial, abrir los mercados internacionales y cerrar la brecha entre países ricos y pobres, combatiendo rezagos tecnológicos y conflictos internos.

Asimismo, se propone combatir el tráfico ilegal de seres humanos, controlar la criminalidad financiera, y evitar el mal uso de nuevas tecnologías como serían aquellas relacionadas con la genética.

Los firmantes también manifiestan su preocupación por los conflictos internos, particularmente los de Africa. Como parte de las iniciativas para reducir la deuda externa de los países pobres, se retoma la propuesta, hecha por primera vez en esta cumbre, de condicionar la ayuda para países africanos a que haya avances en la solución pacífica de las guerras civiles.

Sin embargo, todas las propuestas para lograr "el bienestar para todos" se plantean como políticas que se aplicarán en años venideros, y no incluye ningún plan que pueda entrar en vigor en el corto plazo.

El documento incluye un llamado a una nueva ronda de conversaciones de la OMC para que se adhiera al compromiso de ayudar a los países más pobres dándoles acceso a las nuevas tecnologías de información y a combatir enfermedades infecciosas.