LUNES 24 DE JULIO DE 2000

* Armand Mattelart visita México de nuevo 


Las grandes utopías políticas emancipadoras, desplazadas

* El investigador impartirá una cátedra sobre su reciente libro

Miryam Audiffred * El investigador Armand Mattelart está en México una vez más para abordar los planteamientos vertidos en su libro Historia de la utopía planetaria. De la ciudad profética a la sociedad global --recientemente publicado por Ediciones Paidós-- mediante una cátedra extraordinaria que, a partir de hoy, ofrecerá en la Universidad Autónoma de Yucatán.

Considerado un gurú de la comunicación --junto con pensadores como Marshall McLuhan y Jürgen Habermas--, Mattelart llega al país con las obsesiones que caracterizan su trabajo: demostrar la fragmentación de las teorías de la información, hacer visible el imparable ascenso del discurso publicitario y analizar a los "nuevos me- sías de la edificación planetaria".

Autor de La mundialización de la comunicación y profesor en la Universidad de París, el teórico ha basado sus más recientes trabajos en la idea de que "las redes de comunicación en tiempo real están configurando el modo de organización del planeta".

Y es que para este pensador los dispositivos de información, al ampliar progresivamente el ámbito de circulación de las personas y bienes simbólicos, no cesan de desplazar las fronteras físicas, intelectuales y mentales.

De acuerdo con lo escrito por Mattelart, son numerosos los actores públicos y privados que han contribuido a trazar la topografía de las redes y los sistemas a escala mundial, con base en intereses como "el universalismo de una civilización predestinada, el ecumenismo de la religión, el pragmatismo de la empresa y la división internacional del trabajo".

Producción de estados mentales

Para Mattelart --creador con Ariel Dorfman del texto Cómo leer al Pato Donald--, la era de la sociedad de información es también la de la producción de estados mentales. Por eso, el especialista señala en Historia de las teorías de la comunicación que los medios deben enfocar de forma diferente la libertad y la democracia. "La libertad política no puede resumirse en el derecho a ejercer la voluntad, pues reside también en el derecho a dominar el proceso de formación de esa voluntad", aclara.

A lo largo de su trayectoria, el pensador ha puesto un especial énfasis en el ámbito publicitario. De hecho, el libro La publicidad pone al descubierto las distintas formas en que las instituciones se dejan ganar por el arte y la imaginería de esa actividad.

Así, aclara que el discurso de la publicidad es tan evidente y tan contundente que resulta "cuasi-invisible", puesto que, añade, sus aparatos son desconocidos para el gran público, sus mecanismos trabajan inconscientemente y, en general, las circunstancias se confabulan para asegurarle una presencia no discutida en el espacio público.

En este final de siglo en el que se consuma la crisis de la ideología del progreso y de las grandes utopías políticas emancipadoras, remplazadas por la utopía de la prótesis cibernética, Mattelart señala que se ha "desdibujado" la relación de los intelectuales con la sociedad. "La crisis de las utopías y las alternativas ha alcanzado a la noción de trabajo crítico y los saberes de la comunicación no escapan a esta tendencia", concluye.

De esta forma, mientras muchos estudiosos señalan constantemente que el mercado está en trance de imponerse donde han fracasado los grandes imperios y las grandes religiones --la fusión del conjunto de los seres humanos en una comunidad global-- Mattelart prefiere advertir que, de concretarse dicha transición, "los actores de la razón mercantil" serán los encargados de "sacar a la humanidad de cualquier crisis".