* Para Fox la palabra ciudadano se confunde con la de cliente, dice el MCD


Incertidumbre y esperanza entre ONG, de cara al próximo gobierno

* No sabemos si se mantendrá la falta de comunicación que sufrimos con Zedillo: Chamberlain

Blanche Petrich * Proliferaron en los últimos 15 años y en el último lustro se articularon, formaron redes y frentes, y se constituyeron como el movimiento de la sociedad civil. Hoy, de cara al próximo gobierno ųcon Vicente Fox, un político que en su historia no registra ninguna declaración importante en relación con la situación de los derechos humanos o los organismos civilesų se enfrentan a su primera gran ruptura.

Para el universo de los organismos no gubernamentales mexicanos ųlas famosas ONGų se abre la incógnita: Ƒel nuevo régimen es una oportunidad o una amenaza? La discrepancia entre algunas de estas agrupaciones es profunda.

Algunos activistas no ocultan su optimismo. Para Rubén Aguilar, de Causa Ciudadana, y para Rogelio Gómez Hermosillo, de Alianza Cívica, la balanza se inclina inequívocamente del lado de la oportunidad: para entablar un nuevo tipo de relación con el gobierno, para tener peso en el debate del proyecto de país, para incidir como sociedad civil en lo que sin matices ya llaman "el nuevo régimen".

Otros, preocupados, ponen el acento en los peligros que entraña la llegada de Fox a Los Pinos, por su nula trayectoria en causas relacionadas con la defensa de los derechos humanos, porque no contempla como prioritaria la relación con organizaciones civiles críticas y porque privilegia una visión de las ONG como instituciones asistenciales, filantrópicas o subsidiarias. En esta línea se expresan Luz Rosales, del Movimiento Ciudadano por la Democracia; Michael Chamberlain, de la Red Todos los Derechos para Todos; Rocío Culebro, de Amnistía Internacional y Rafael Alvarez, del Centro Agustín Pro.

Cada quien, como le fue en la feria

En una y otra vertiente se tienen versiones opuestas acerca de lo que durante la campaña fue el compromiso de Fox con la agenda de la sociedad civil. Y como cada quien habla de como le fue en la feria, para una corriente, reunida en lo que se llamó Poder Ciudadano, hubo oportunidad de dialogar "a fondo" con Fox la agenda ciudadana. Para las organizaciones de la Red fue todo lo contrario. El único contacto que tuvieron con él, tres días antes de los comicios, duró exactamente tres minutos.

El relato es de Chamberlain, coordinador de la Red. "Desde el arranque de las campañas nos propusimos reunirnos con cada uno de los candidatos, con la idea de que éstos hicieran pronunciamientos concretos en torno a nuestra agenda. El equipo de Fox nos hizo varias invitaciones para participar en sus foros, pero nunca entendió que nuestro objetivo no era apoyar al candidato sino buscar un compromiso de su parte. Después de muchas cancelaciones nos informaron que nos recibiría el 30 de junio. Suponíamos que sería un encuentro en pequeño formato, con la Fundación Carter, Global Exchange y alguna otra organización. Pero cuando llegamos al lugar de la cita descubrimos que era una reunión con mucha gente. La mayor parte de las intervenciones eran en inglés y Fox no necesariamente respondía. De su equipo, Julio Faesler nos instruyó: teníamos tres minutos para exponer nuestro "informe" sobre "compra y coacción del voto", algo que desde luego no era nuestra intención. Cuando tocó mi turno expuse nuestra preocupación por la mala situación y falta de respuesta institucional ante situaciones de violencia en entidades donde ha habido alternancia panista, como Jalisco, Nuevo León o Chihuahua. Mi intervención no fue bienvenida. Fue incómodo para ellos y más para nosotros. Desde entonces no ha habido otro contacto".

Conclusión: "No sabemos si una vez en Los Pinos a Fox le va a interesar dialogar con los defensores de derechos humanos o si se va a repetir la experiencia de incomunicación que tuvimos con Ernesto Zedillo, y que tenemos con los alcaldes de Ciudad Juárez, Monterrey o el gobernador jalisciense", dice Chamberlain.

Poder Ciudadano, que agrupa a Alianza Cívica, Causa Ciudadana, a la Fundación Rosenblueth, a la Convergencia de Organizaciones Civiles, al Movimiento Ciudadano por la Democracia (MCD) y a la Red Mexicana Ante el Libre Comercio, tuvo una experiencia diferente.

Es Rogelio Gómez Hermosillo, de Alianza Cívica: "Poder Ciudadano se formó en octubre con la idea de que las propuestas ciudadanas formaran parte de la agenda de los candidatos. Todos nos recibieron, excepto Francisco Labastida, creo que por temor a moverse en ambientes no controlados por el PRI. Cárdenas envió a Julio Moguel y a Demetrio Sodi a discutir nuestra propuesta y la suscribió después de enriquecer el tema de Chiapas. Fox envió a Carlos Arce ųahora en la coordinación del área jurídica del grupo de transiciónų, matizó su postura pero finalmente la suscribió. Fue un triunfo".

A final de cuentas, reconoce el mismo Gómez, "la agenda ciudadana no jugó en las campañas". Rocío Culebro estima que lo que ocurrió es que a pesar de una década de esfuerzos incesantes en los que las expresiones de distintas ONG crecieron y se multiplicaron, "tenemos que admitir que nuestro trabajo fue muy casero. La prueba es que llega Fox sin saber qué hacer con el tema y nosotros no sabemos cómo hacernos escuchar".

Pero las campañas terminaron y la citada agenda enfrentará un nuevo régimen. Ahí es donde divergen las opiniones.

ƑCiudadano o cliente?

Luz Rosales, fundadora del MCD, es de las que ve claramente el signo de peligro sobre los tiempos que vienen: "El país que ofrece Fox no es mi tipo de nación. Es peligrosísimo que en el lenguaje del futuro presidente la palabra ciudadano sea intercambiable con la de cliente. La calidad total es tentadora, pero en la historia de la humanidad no se ha logrado la justicia social con la pura eficiencia. Y en un país con una brecha tan grande entre ricos y pobres, menos. No veo cómo, por ejemplo, va a caber el maravilloso mundo de la cultura comunitaria indígena en esa visión gerencial".

La adhesión pública de algunos activistas "de la señora sociedad civil", como la bautizara el subcomandante Marcos, al "voto útil" que acarreó decenas de miles de votos desde la izquierda hacia la neoderecha, despierta críticas en otros.

Para Rafael Alvarez, del Centro Pro, grupos como Alianza Cívica y la Comisión Mexicana ųla de Marie Claire Acostaų pusieron, con su simpatía pública por Fox, en entredicho su independencia política, "un tema particularmente delicado entre los defensores de derechos humanos, porque su papel es exigir justicia. Y ahí no caben ni las negociaciones ni como ahora pretende la CNDH, soluciones de amigable composición. En materia de justicia, la hay o no la hay, punto".

La huella de los gobiernos panistas también es motivo para que los escépticos subrayen el lado amenazador del futuro foxista. Chamberlain cita los casos concretos de los gobiernos de Nuevo León y Jalisco, y los saldos negativos con la ONG CADHAC (Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos AC) que dirige en Monterrey Consuelo Morales y la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco, al mando de Guadalupe Morfín. En el primer caso, la líder es hostigada y amenazada por sus reiteradas denuncias de que en el penal de Apodaca se tortura de manera sistemática a los reos. El gobierno panista ha hecho caso omiso a la resolución de la CNDH.

En el caso de la comisión estatal jalisciense, reconocida como una de las pocas eficaces en el sistema nacional, su líder es víctima de una campaña a la que no es ajeno el gobierno de Jaime Cárdenas, después de que ésta hiciera suyo un devastador informe del ITESO sobre la violencia en la entidad.

No es el único problema. Alvarez, del Centro Pro, apunta otro "peligro" sobre el discurso conservador en torno a los derechos humanos. "Históricamente, para el PAN y los empresarios, el universo de las ONG son las instituciones de asistencia privada, los grupos filantrópicos, no las organizaciones de damnificados o agraviados, la sociedad movilizada y crítica ante las políticas sociales del gobierno. Cualquier voluntariado, la Barra de Abogados o la Asociación de Ganaderos de Tabasco son ONG. Es una filosofía que ataca algunas consecuencias de la desigualdad y la injusticia, no las causas. Para ellos los problemas sociales requieren soluciones individuales, un poco en la lógica de aquella caricatura de Palomo, de orden, honradez y ornato. En esa línea hay apenas un paso entre seguridad pública y pena de muerte. Sobra decir que para nosotros es un concepto peligrosísimo".

Fox, los helados Bing y un orfanatorio modelo

Rebate Rubén Aguilar, otro de los activistas históricos de las causas ciudadanas, es editor de la revista trimensual Sociedad Civil, Análisis y Debate. El fue encargado de prensa extranjera durante la campaña de 1994 de Cuauhtémoc Cárdenas junto con su vocero Adolfo Aguilar Zinser. En el 2000 fue promotor del voto útil por Fox. No es desdeñable su historial al lado de las causas populares latinoamericanas.

"ƑPor qué ver en forma peyorativa a las organizaciones asistenciales? En una sociedad como la nuestra es muy positivo contar con ONG que se hagan cargo de niños con síndrome de Down, de ancianos, de proyectos educativos". Más aun, recomienda rescatar rasgos positivos del panismo, como el papel que en la doctrina socialcristiana jugaban las llamadas "organizaciones intermedias".

Actualmente consultor privado de este tipo de proyectos, Rubén Aguilar reflexiona: "las ONG pueden valorar el momento (cambio de régimen) como oportunidad o como amenaza, como una victoria de la sociedad o como una derrota, como un momento para empujar sus demandas o para resistir. Cada quien se va a ubicar en función de estas definiciones".

Desde luego, él es de los que ven "oportunidad" en el horizonte. "Hasta ahora la relación del gobierno con la sociedad civil fue, en el peor de los casos, conflictiva, con ánimos de corporativizarla. Se vio a las ONG como un mal necesario y en últimos tiempos, aunque cuesta arriba, se logró entablar una interacción normal con ellas".

Con la coyuntura del foxismo se presenta la gran oportunidad de que "el tercer sector", como se le denomina en Estados Unidos al gigantesco universo de organizaciones no lucrativas, crezca, se fortalezca, transparente su gestión y sus fuentes de financiamiento. Rubén Aguilar ofrece un dato: en México, las ONG se financian en 80 o 90 por ciento con donativos, principalmente de fundaciones extranjeras. En los países del Primer Mundo la proporción es inversa: reciben 70 por ciento de sus fondos del erario público, 20 por ciento son capitales de recuperación y 10 por ciento cuotas de donativos.

"No se trata de lograr eso de la noche a la mañana. Pero sí puede cambiar el rol que juegan estos organismos, incluso entrando al núcleo duro de temas como los derechos humanos, laborales, ciudadanos y políticos."

En esta materia, también hay datos sólidos a los cuales recurrir. Recientemente se pidió una valoración independiente sobre los resultados de la gestión del Seguro Social en el país. El IMSS de Guanajuato registraba las mejores calificaciones, por la incorporación de gestiones privadas a su operación. Rubén Aguilar apunta que los panistas también tienen una importante trayectoria en la fundación de organizaciones asistenciales. "De esto, Fox sí sabe". Y claro, figura el ejemplo modelo: existe en Guanajuato un orfanato ejemplar que vive de las utilidades de una heladería. Y dicho expendio es una franquicia donada por el consorcio Bing. ƑSerá ese el modelo a seguir?

ƑMalo conocido o bueno por conocer?

La relación de las ONG de derechos humanos con el actual gobierno ha sido pobre. El propio Zedillo sentó un precedente notable cuando en septiembre se negó a recibir al recién nuevo presidente de Amnistía Internacional, Pierre Sané. O cuando, posteriormente, en una reunión con ONG canadienses, durante una visita de Estado a ese país, los activistas norteamericanos le preguntaron maliciosamente al mandatario mexicano por qué no había accedido a reunirse con sus contrapartes mexicanas.

A últimas fechas, y sobre todo por la presión que significó para el gobierno mexicano la visita de la titular del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Mary Robinson, se instauró una comisión intersecretarial ųque incluye Relaciones Exteriores, Gobernación, las tres ramas del Ejército y la Procuraduría General de la Repúblicaų que se reúne periódicamente con las organizaciones humanitarias civiles. Sin embargo, coinciden las ONG en que el mecanismo "no ha funcionado o lo hace a medias" y es apenas un conducto que facilita al Poder Ejecutivo responder de manera coordinada a las cartas de reclamo que con frecuencia recibe de la comunidad internacional sobre casos específicos.

"No es más que una simulación. Funciona mejor la comunicación directa que sostenemos con las instituciones", subraya Alvarez, el visitador del Centro Pro.

ųƑQué esperar de Fox?

De la Red, Chamberlain simplemente responde: "ni idea". Aunque desdibujadas, las propuestas del próximo presidente de separar al Ministerio Público del Poder Judicial son bienvenidas, lo mismo que sus proyectos iniciales de quitarle a las fuerzas armadas tareas policiacas como el combate al narcotráfico y al crimen organizado. También es bien vista su intención de recibir y dialogar con la familia del general José Francisco Gallardo, sentenciado por un juzgado militar, o de reposicionar a las tropas en Chiapas.

Pero ųañade el coordinador de la Redų persiste una duda: "Ƒes realmente eso lo que queremos?, Ƒentonces por qué no se nos consulta? Tenemos una agenda aún pendiente, tenemos nuestra versión sobre dónde están los nudos de la impunidad, de la injusticia. Y queremos ser escuchados y atendidos. Con Zedillo la comunicación fue difícil. Los panistas dicen: Ƒquieres derechos humanos? Vota por Fox. No es así. La sociedad exige jugar un rol, exige que se reconozca su participación extrapartidaria. Y las ONG no podemos permitir que se nos caiga la N de no gubernamentales. Por eso creo yo que Gómez Hermosillo y Marie Claire se equivocaron al apostar por Fox. No porque sea bueno o malo ser foxista sino porque en nuestra independencia radica nuestra credibilidad e imparcialidad ante los ojos de quienes decimos representar: los ciudadanos".

Desde Alianza Cívica, Gómez Hermosillo se defiende: "creo que el triunfo de Fox fue una victoria de la sociedad. Pero no promoví el voto útil, sino el voto libre". Considera que este es un momento "de oportunidad" para ampliar la participación de la sociedad y jugar un rol. "La discusión está abierta y vale la pena entrarle. Si Fox ve a los ciudadanos como clientes ... ese es su problema, no el nuestro. Nosotros nos vemos como gente con derechos y propuestas. Y vemos que Fox ha hecho compromisos para terminar con el charrismo sindical, con la descentralización de los municipios. Cierto, para organizaciones como Alianza Cívica se cierra un ciclo. Ya no podemos tener como eje la observación electoral, pero la democracia no termina ahí, es algo mucho más amplio. Y ahí es donde tendremos nuestro lugar".