Espejo en Estados Unidos
México, D.F. lunes 24 de julio de 2000
Búsquedas en La Jornada

Números Anteriores
Primera Plana
Contraportada
Editorial
Opinión
Correo Ilustrado
Política
Economía
Cultura
Espectáculos
Sociedad y Justicia
Estados
Capital
Mundo
Deportes
Suplementos
Perfiles
Fotografía
Cartones
La Jornada de Oriente
Correo electrónico
Editorial

LA ENCRUCIJADA DEL PRD

SOL Adecuarse a la nueva realidad política y social generada por los resultados electorales del 2 de julio es un imperativo para todos los partidos de México, y con base en esta premisa es que las diferentes formaciones políticas nacionales han emprendido -con formas y alcances muy diversos- un proceso de debate, reflexión y autocrítica no exento de fricciones y desencuentros. Así, el octavo pleno del cuarto Consejo Nacional del Partido de la Revolución Democrática -que tuvo lugar el pasado fin de semana- se inscribe en el esfuerzo por encontrar las vías para que ese partido pueda reforzar sus lazos con la sociedad y recuperar los espacios perdidos en los pasados comicios federales.

Resulta evidente que el PRD deberá emprender un proceso de renovación que, reconociendo los errores cometidos y manteniendo los principios que le han dado sustancia y razón de ser, le permita recuperar la credibilidad perdida y retomar y enriquecer las posiciones políticas y sociales que lo han convertido en referente para millones de mexicanos. Por ello, los trabajos del consejo del PRD -y los que prepararán el próximo Congreso Nacional perredista- tienen especial relevancia y significación: si en el PRD no se asume a cabalidad la responsabilidad por los fracasos electorales, si no se emprende un verdadero cambio para adecuar al partido a la nueva realidad nacional y si no se reconstituyen los liderazgos en torno de figuras de capacidad política e integridad moral incuestionables, será difícil rencontrarse con la ciudadanía y responder a los nuevos retos democráticos del país.

Sin embargo, si bien los desencuentros y las tensiones que se registran en el seno del PRD -y que se evidenciaron durante el pasado fin de semana- son muestra de la pluralidad y la diversidad existentes en ese instituto político, también son signos de las resistencias al cambio y de la defensa de cotos de poder que frenan la necesaria renovación de la estructura y de los liderazgos de ese partido. En este contexto, cabría preguntarse si un Comité Ejecutivo Nacional acotado y que no ha asumido toda su responsabilidad en el fracaso electoral será capaz de conciliar las diversas corrientes perredistas y conducir un esfuerzo de autocrítica e inteligencia política como el que se necesita para renovar y fortalecer al PRD.

Es evidente que sin una dirección fortalecida por el más amplio respaldo de la militancia perredista y de sus cuadros dirigentes sólo se postergará la solución de los problemas de ese partido y se harán más arduos y difíciles los procesos de reforma interna que el PRD requiere para reconstituirse, para ampliar sus vínculos con la sociedad y para desempeñar el importante papel que le corresponde en el nuevo escenario político del país.


La Jornada, Coordinación de Sistemas Francisco Petrarca 118, Col. Chapultepec Morales, delegación Miguel Hidalgo México D.F. C.P. 11570 Teléfono (525) 262-43-00, FAX (525) 262-43-56 y 262-43-54