MARTES 25 DE JULIO DE 2000

* Investigan si fueron asaltantes o un grupo armado


Atraerá PGR pesquisa sobre el ataque a la PFP en Cuajimalpa

* La dependencia dice que fueron heridos un agente y dos niños

Jesús Aranda y Angel Bolaños * La Policía Federal Preventiva (PFP) investiga como causas de la agresión sufrida el domingo por la noche dos líneas principales: represalias por un operativo que efectuó la agrupación contra asaltantes de la zona en que se perpetró el ataque, y el asalto de un grupo armado, presumiblemente las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP).

Por la noche, se confirmó que el caso será atraído por la PGR, pues se trató de una agresión a una instalación federal, se hirió a un oficial federal y se emplearon armas de uso exclusivo del Ejército.

Con anterioridad, el contralmirante Wilfrido Robledo Madrid había confirmado únicamente que la dependencia había recibido amenazas contra un elemento de la agrupación, quien participó recientemente en un operativo contra una banda de asaltantes que accionaba en esa zona, durante el cual resultó muerto uno de ellos. Mientras que "la otra línea (de investigación) derivaría del tipo de armas disparadas por los agresores, y que son usadas generalmente por la delincuencia o los grupos armados".

Sobre la posibilidad de que el ataque lo hayan perpretado las FARP ųlas cuales se habían adjudicado la acción públicamente desde el mediodía de ayerų, Robledo se limitó a responder que "leyó esa versión en un diario metropolitano". Y añadió: "En todo caso, esa es una de las tácticas que utilizan los grupos armados para llamar la atención y regresar a los medios de comunicación, según se ha comprobado en agresiones como las de Puebla y Xochimilco".

Por otra parte, la dependencia informó sobre los heridos: el oficial Rafael Hernández Gutiérrez ųquien es atendido en el hospital Angeles Interlomasų, y los menores Lucero y Jonathan García Reyes ųéstos ya se encuentran en sus hogaresų, pero no reconoció que en el lugar de los hechos se encontraron más de 100 casquillos de bala calibre 7.62 y 2.23 que utilizan los rifles AK-47 conocidos como cuerno de chivo, y R-15. Asimismo, según fuentes de la PFP, el ataque habría sido lanzado por unos seis agresores, quienes fueron perseguidos por más de 125 elementos de la PFP quienes "peinaron" el lugar sin lograr detenciones.

Según estas versiones, la agresión duró unos 15 minutos, a partir de una posición de ataque en un frente de aproximadamente nueve metros, en tres concentraciones desde las cuales se hicieron los disparos.

PGJDF, incompetente para conocer el caso

Por su parte, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal se declaró sin competencia para investigar el ataque al destacamento de la PFP en el kilómetro 23.5 de la carretera México-Toluca, por lo que envió a la PGR un desglose de la averiguación previa 26/746/00-07 que se inició en la 26 agencia del Ministerio Público por el delito de lesiones por disparo de arma de fuego.

La dependencia del gobierno local informó que hasta el momento no existen evidencias que permitan atribuir la agresión a las denominadas Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP), como señaló una persona la noche del domingo mediante una llamada anónima a la redacción de La Jornada.

Yolanda García Cornejo, titular de la Fiscalía de la PGJDF en la delegación Cuajimalpa, informó que el calibre de las armas usadas para la agresión, AK-47, rebasa la competencia de la procuraduría para continuar con las investigaciones.

Peritos de la dependencia encontraron más de 90 casquillos percutidos y 14 ojivas, mientras que en el inmueble de la PFP, de dos niveles, se observa que la mayoría de los disparos se dirigieron a los muros bajo las ventanas del lado izquierdo en ambos pisos.

Detrás de uno de los cristales, perforado con tres disparos, en un rótulo se lee: "Policía Federal Preventiva. Destacamento 007 III Gama. Módulo de felicitación, quejas, sugerencias", el cual quedó intacto, así como los instrumentos de comunicación y algunos aparatos eléctricos de dicha oficina, como un televisor, frente al cual, sobre una mesa, quedaron una bolsa de papel, otra de frituras y dos botellas de salsa picante, cubiertas de polvo y fragmentos de vidrio.

La procuraduría capitalina confirmó que durante el ataque fueron lesionados un policía federal preventivo y el menor Jonathan García, de 12 años, por el roce de una esquirla de bala en la cabeza, quien se encontraba dentro del vehículo Tsuru, color blanco, matrícula XTM4176 del estado de Tlaxcala, estacionado a un costado de la caseta. El uniformado fue trasladado al hospital Angeles de Interlomas y el menor, cuya herida no era de consideración, fue llevado al Hospital Central Militar.

En relación con los hechos habían declarado durante la madrugada y la mañana de ayer el padre del menor, Juan Carlos García González, capitan del Ejército Mexicano, quien aseguró que se detuvo en la caseta para ir al baño cuando ocurrieron los hechos; así como el encargado de la guardia en el destacamento, suboficial Sergio Eduardo Pedroza.

Versiones de testigos

"Estuvo de la chingada", dijo uno de los tres operadores de guardia de las grúas de la ex Policía Federal de Caminos, hoy PFP, que en el momento en que inició el ataque se encontraban conversando a un lado de su unidad, estacionada en el camellón central que divide los carriles de la carretera.

Primero se escucharon algunos disparos, "como de una pistola escuadra, cinco tiros y luego las ráfagas de metralleta, de cuerno de chivo". Alcanzaron a ver entre la oscuridad de las faldas del monte, el fuego que escupían cuatro armas.

Por lo sopresivo del ataque, no hubo respuesta por parte de los uniformados e incluso, advirtieron que a unos 15 metros de la caseta había dos patrullas de la misma corporación que ni siquiera se acercaron.

Después, aún tirados boca abajo, los grulleros alcanzaron a escuchar por la frecuencia de radio al policía lesionado, Rafael Gutiérrez, que pedía auxilio, "decía que se estaba desangrando; que se estaba muriendo".

El tiroteo, aseguran, duró entre cuatro y siete minutos, "hasta se escuchaba como que desmontaban y volvían a cargar" y una vez que terminó, uno de los federales que recién llegaba a cubrir su guardia atravesó frente al módulo una de las grúas para poder sacar al lesionado y trasladarlo al hospital a bordo de una patrulla.