MARTES 25 DE JULIO DE 2000

* Entrega Carrasco 251 declaratorias de inmigrados


El gobierno de Zedillo, periodo democratizador: Gobernación

* El sexenio respondió positivamente a la demanda ciudadana, dice

José Antonio Román * Sin duda, el gobierno del presidente Ernesto Zedillo será reconocido por la historia de México como un periodo democratizador, afirmó el secretario de Gobernación, Diódoro Carrasco, apenas tres semanas después de que el PRI perdiera las elecciones presidenciales.

En el acto en el cual se entregaron 251 declaratorias de inmigrados a extranjeros de 38 nacionalidades, agregó que fue en este sexenio en el que se respondió en forma positiva a la demanda ciudadana por fortalecer la participación política, por ciudadanizar y profesionalizar el órgano central, el Instituto Federal Electoral, y por dar garantías al respeto absoluto a la voluntad popular expresada en las urnas.

Ante medio millar de personas que prácticamente llenaron el salón Revolución, el responsable de la política interna del país señaló que México vive hoy una "democracia sin cortapisas" y una convicción compartida por construir una nación más sólida, más fuerte y con mayores y cada vez mejores oportunidades para todos.

De igual forma, a los inmigrados les dijo que hoy nadie en el mundo escatima a México el carácter democrático que, sin embargo, podrían reclamar desde años atrás. "Hoy es claro para todo el mundo que vivimos la plena normalidad democrática, producto de las luchas históricas del pueblo mexicano, y de la responsabilidad de todos los actores políticos".

Así, el secretario de Gobernación se refirió al proceso de normalidad democrática que se vive actualmente en México, basado en las garantías de transparencia y objetividad de las instituciones electorales, como producto de una larga historia de reformas legislativas, las cuales culminaron con la reforma electoral de 1996.

Carrasco citó cuatro lecciones establecidas en los comicios del pasado 2 de julio: el electorado, constituido mayoritariamente por jóvenes, se volcó a las urnas con la plena confianza de que su voto sería respetado y atendido, como lo fue; segunda, el alto grado de participación ciudadana y la actuación de todos los actores políticos propiciaron el reconocimiento y prestigio internacional del país.

En tercer lugar, que la democracia ha mostrado la necesidad inaplazable para que todos los actores políticos se preparen con mayor responsabilidad y compromiso, a enfrentar una competencia política cada vez más dinámica y moderna; y por último, se observa un claro mensaje por parte del electorado, que no dio triunfos absolutos, sino que diferenció su voto para elegir a los representantes de los poderes Ejecutivo y Legislativo, tanto en el plano local como federal, estableciendo así nuevos equilibrios y contrapesos en nuestro sistema político.

Al hablar de la política migratoria del gobierno federal, que ha permitido en esta gestión entregar nueve mil 509 declaratorias de inmigrados ųcifra superior en más de un millar a las del sexenio pasadoų, el titular de Gobernación dijo que cada uno de los extranjeros beneficiados cuenta ya con la acreditación indispensable para mantener su estancia legal, que les autoriza para realizar cualquier actividad lícita dentro de nuestro territorio.

Por otra parte, se refirió el Programa de Regularización Migratoria, puesto en marcha por el Instituto Nacional de Migración (INM) en febrero pasado, el cual ha permitido que al 30 junio se hayan acogido a sus beneficios más de 4 mil extranjeros, y anunció que en virtud del éxito logrado se extenderá su vigencia en 60 días para concluir el próximo 30 de septiembre, a fin de que esta medida humanitaria beneficie a más personas.

En su mensaje a los inmigrados, Carrasco Altamirano les señaló que al recibir sus declaratorias se incorporan al destino de una nación pujante y joven, que sustenta en la democracia y en la justicia, la construcción de una mejor sociedad incluyente, tolerante y participativa.

A su vez, en representación de quienes obtuvieron su declaratoria de inmigrado, Dietz Adolf Kaminski, de nacionalidad alemana, consideró como un privilegio que el gobierno mexicano otorgue la residencia permanente, como también lo es el poder trabajar por un México moderno, dinámico, pacífico y socialmente justo.

Reconoció asimismo que en aspectos migratorios, México ha sido siempre un país abierto y tolerante, donde muchos seres humanos de casi todo el mundo, por la razón que sea, han sido recibidos aquí con los brazos y corazones abiertos, dándoles múltiples oportunidades de iniciar una nueva vida, integrándose a la comunidad nacional, a su cultura y a su economía.