Mattelart: impera hoy una mutación con ideas globalizantes


Desapareció el intelectual crítico

Luis A. Boffil Gómez, corresponsal, Mérida, Yuc., 24 de julio * Armand Mattelart, el teórico, investigador y académico francés, habló hoy, directo y sin tapujos, de la globalización, del momento actual de los intelectuales y hasta del famoso término ''globalifóbico'', usado por el presidente Ernesto Zedillo.

Autor de varias obras, entre ellas Cómo leer al pato Donald (en coautoría con Ariel Dorfman) y La mundialización de la comunicación, advierte de la desaparición del intelectual crítico y la aparición del analista de corte sociológico ųel llamado intelectual orgánicoų, así como el distanciamiento de los pensadores con los problemas sociales.

En entrevista con La Jornada, al término de una rueda de prensa en la Universidad Autónoma de Yucatán, en donde ofrecerá, en los siguientes días, una cátedra extraordinaria, Mattelart manifiesta que los intelectuales orgánicos conforman ya una especie de ''fábrica de ideas'' que prevén el futuro y lo hacen desear.

--ƑCuál es su opinión sobre el papel que actualmente juegan los intelectuales, y la relación de éstos con la sociedad, con la política?

--Hay una especie de mutación en esta clase intelectual: deja de interrogar de manera crítica lo que pasa con la sociedad y se olvida, además, de interrogar sobre otro fenómeno de la transformación misma, la propia composición de la clase intelectual. Hoy en día se habla de los intelectuales orgánicos que manejan muchas disciplinas; pero el objetivo, la función del intelectual, no es solamente producir discursos sobre el reordenamiento de la sociedad, sino también participar con su saber y, finalmente, construir opciones sociales válidas.

Mattelart se cuestiona sobre el papel del intelectual y lo llama desaparecido. ''Ya no hay grandes maestros ųexplicaų, el gran problema hoy, de lo que ha surgido en las sociedades, es la profesionalización del intelectual orgánico. Esto se ha vuelto una profesión''. Al abundar sobre este rubro, el investigador francés, de origen belga, considera que la función de los intelectuales orgánicos es difundir creencias globalizantes, algo así como una ''fábrica de ideas'' dirigidas a la sociedad.

''Cuando miras los debates en la Organización Mundial de Comercio, en la Organización Mundial de Telecomunicaciones, hay grupos de presión compuestos por expertos que tienen un saber y que respaldan opciones que nosotros estamos obligados, después, a tomar''. Expone que el proceso de formación de esa clase intelectual comienza desde la Segunda Guerra Mundial.

--Entonces, Ƒlos intelectuales se dejaron arrastrar por ese nuevo orden?

--La cuestión de predicción es fundamental. En 1955, durante una reunión en Milán, convergieron sociólogos estadunidenses, economistas de renombre mundial, y allí se creó un frente alrededor de la noción del fin de las ideologías con base en la muerte del intelectual crítico y el surgimiento del llamado analista. El ascenso de las fábricas de ideas, ni más ni menos.

--ƑY en América Latina cómo influyen esas fábricas de ideas?

--Su objetivo es construir el deseo (de consumo) en esa región. Pero también hay vías para combatir ese problema y la única forma que yo vislumbro es el retorno de la clase intelectual, del intelectual crítico con la sociedad y su compromiso con los movimientos sociales.

--Durante el reciente proceso electoral mexicano uno de los candidatos presidenciales propuso el esquema educativo de inglés y computación. ƑCuál es su opinión?

--Eso es el colmo, el extremo. ƑQué tipo de inglés se enseñaría, el de Shakespeare, el de la cultura anglosajona? Pero no cabe duda: es interesante la mezcla y ello es parte del proceso de globalización.

--ƑQué piensa del término globalifóbico usado por el Presidente de México?

--Es muy interesante. Yo creo que ese tipo de argumentos son propios de un solo proyecto de globalización. Y no estoy en contra de la globalización, estoy en contra de un proyecto que se define como único, como fatalidad. Pienso que el término globalifóbico excluye a otros proyectos contrarios, tal vez minoritarios, de integración mundial.

Mattelart presentará en esta ciudad su más reciente libro, Historia de la utopía planetaria. De la ciudad profética a la sociedad global, publicado por Ediciones Paidós.