MARTES 25 DE JULIO DE 2000
* Aerialistas mexicanos y un payaso canadiense se suman al elenco de verano
Artistas rusos y cubanos, esencia de la corta temporada de Atayde
* En el domo del Palacio de los Deportes, el arte circense estará hasta el próximo domingo
Jaime Whaley * El remanente de la rigurosa escuela circense soviética se aposentó en el domo del Palacio de los Deportes en donde por 10 días el Circo Atayde hace una temporada extraordinaria, se dice, fuera de sus presentaciones habituales de invierno en la Arena México.
Artistas hoy rusos, al igual que cubanos, forman la parte medular del elenco en el que también participan, sin ir a la zaga, aerialistas mexicanos y un payaso canadiense, del Cirque du Soleil, además de elefantes, caballos y seis imponentes tigres de Bengala. Los animales, como siempre, atraen la atención de los pequeños.
Tatiana y Boris forman una pareja de payasos que proceden de Rusia. Son los encargados de la parte cómica, se esfuerzan por arrancarle la risa al respetable público y lo logran a medias, pues como lo advirtió uno de los hermanos Atayde, la comicidad no es la misma aquí que en Ucrania.
La contraparte de los Oskotski, que tal es su apellido, son los Kirichenko, cinco trapecistas ųuna mujer y cuatro hombresų del meritito Kazajztan. Su acto lo hacen a poco más de 10 metros de altura y desde luego que con red protectora, pues desean seguir deleitando a los públicos del mundo con sus evoluciones de gran arrojo. El jueves pasado, por ejemplo, en dos ocasiones, sin fingimiento alguno, el trapecista intermedio, el catcher, se quedó corto y el volador cayó en la red ante la angustia del graderío.
Triples mortales, cambios ciegos, y con el recinto a oscuras, sólo el brillo de sus trajes fosforescentes, hacen un cambio doble y luego ella en descenso, como flecha en pleno vuelo, captura el pañuelo que antes soltó. El aplauso no se hace esperar.
Los de la Trouppe Espiral proceden de Cuba. A ritmo de guaguancó y mambo, forman pirámides, dos, tres, uno encaramado sobre los hombros del otro y así hasta los cinco, con el auxilio de una barra, para rematar con un sillón en el que el ligerito del grupo aterriza luego de ser lanzado, desde abajo, por una báscula, aparato como un sube y baja, que accionaron los pesados dejándose caer en el brazo desocupado de la balanza.
En la pista abunda el personal antillano, producto de la Escuela Nacional de Circo de La Habana ( herencia de la soviética), según dice la guapa maestra de ceremonias.
Juliex es un extraordinario contorsionista, muestra viva de la flexibilidad del cuerpo humano y a su acto le siguen Sus-damas-Coronados, malabaristas y equilibristas en monociclos.
Destacan también Los Aregos, trío acrobático integrado por dos hombres, Daniel y Roberto, ex campeones de gimnasia, y por Liunet, agil ex patinadora. Suben, bajan, se cuelgan con asombrosa agilidad por una percha fija en tanto que el dueto de las Teocalix, en mezcla de gimnasia y arte corporal, ofrece acto en un solo trapecio.
Por México, Yankarlo Bell, quien es de prosapia de circo, se pasea con elegancia por las alturas suspendido de una gran sábana blanca haciendo gala de fuerza. Jorge Morales es el Tarzán que va que brinca de la cabeza al lomo de las viejas y amaestradas elefantas de la compañía que cargan también a la bella Jane. En tanto, el argentino Carlos Guillaumín, lo mismo se encierra en una jaula con los tigres que maneja caballos.
Las funciones serán hasta el domingo 30 de julio. De hoy al sábado habrá dos al día, a las 17:00 y 19:30 horas, y el domingo tres, a las 12:00 16:00 y 19:00 horas. Las localidades van de los 25 a los 180 pesos.