MARTES 25 DE JULIO DE 2000
* Supuesto miembro de ETA advirtió media hora antes sobre la detonación
Estalla coche-bomba en una localidad vasca; 4 lesionados
* Autoridades creen que el atentado era contra la senadora del Partido Popular Pilar Aresti
Armando G. Tejeda, corresponsal, Madrid, 24 de julio * Un coche-bomba estalló hoy en la localidad vasca de Getxo, cerca de Bilbao, causando daños materiales, heridas leves a cuatro personas y crisis nerviosas a otras cuatro, en una acción atribuida por la policía española a la organización armada vasca ETA. Un supuesto miembro de este grupo hizo una llamada telefónica a la redacción del diario vasco Gara media hora antes del estallido, que ocurrió en momentos en que las fuerzas de seguridad acordonaban la zona.
El coche-bomba estalló cerca de la casa de la senadora del Partido Popular (PP, derecha, en el gobierno) Pilar Aresti, quien resultó ilesa, pese a que se cree que ella era el objetivo de esta nueva acción. Este es el séptimo atentado atribuido a ETA desde que el miércoles 12 de julio estalló un coche-bomba en pleno centro de Madrid, con lo que se inició, según los órganos de seguridad españoles, una nueva ofensiva. El viernes siguiente fue asesinado, en Málaga, el concejal del PP José María Martín Carpena.
La explosión ocurrió a las 20:14 horas, exactamente en el momento que mencionó la persona que hizo la llamada de advertencia a Gara en nombre de ETA. El coche-bomba fue colocado en la misma zona residencial de Neguri, habitada por prominentes empresarios vascos, donde el pasado 24 de junio el grupo armado hizo estallar otro coche-bomba, que no causó víctimas mortales.
El atentado de hoy ocurrió en la avenida Neguri, a unos 500 metros del Ayuntamiento de Getxo, cuyo alcalde, el nacionalista moderado Iñaki Legurioa, fue increpado por los vecinos cuando se presentó en el lugar del atentado, al criticar la postura que ha mantenido el Partido Nacionalista Vasco (PNV, en el gobierno local) ante el conflicto político vasco. En el mismo barrio habita el presidente del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, Emilio Ybarra.
El vocero del partido Izquierda Unida (IU), Felipe Alcaraz, hizo un llamado a todos los partidos democráticos, tanto vascos como españoles, para dejar a un lado sus disputas electorales y centrarse en la unidad contra el terrorismo. Alcaraz dijo que ese no es el momento para sugerir elecciones anticipadas en el País Vasco, sino de buscar estrategias conuntas para combatir la nueva ofensiva de ETA.
Con este llamado, Alcaraz hizo alusión a la postura del gobierno español del presidente del gobierno español, José María Aznar, y de la oposición del Partido Socialista Obrero Español, que acusan al gobierno regional del PNV de "colaborar con los terroristas", e insisten en realizar elecciones anticipadas en el País Vasco.
Conservadores y socialistas insisten en que el apoyo del PNV a ETA comenzó con el Pacto de Lizarra, foro que reunió a partidos y organizaciones vascas de vocación independentista, incluyendo a Euskal Herritarrok, nombre electoral de la coalición Herri Batasuna, considerada brazo político de ETA. El Pacto de Lizarra fue el principal promotor de la tregua decretada por el grupo armado, pero tras la reanudación de sus acciones armadas, el foro se mantiene congelado. Hace unos días, el PNV rompió pactos a nivel municipal que aún mantenía con EH, luego de que esta coalición rechazó aprobar una moción de condena por el asesinato de Martín Carpena.
Desde que ETA declaró la ruptura de una tregua de 14 meses a partir del pasado 3 de diciembre, el grupo armado ha concentrado su ofensiva contra miembros del Ejército, la Guardia Civil y partidos políticos no nacionalistas, con particular virulencia contra los concejales y cargos electos del PP.
ETA justificó el romper su tregua con el argumento de que durante los 14 meses de suspensión de sus acciones armadas, el gobierno de Aznar no tomó ninguna medida en favor de consolidar un proceso de paz. ETA acusó a Madrid, entre otras cosas, que aunque Aznar autorizó a miembros de su gobierno a mantener algunos contactos secretos con negociadores de ETA, nunca trató con discreción estas conversaciones. El grupo dijo que las autoridades informaron sistemáticamente a los medios de comunicación cuando tenían lugar estas supuestas negociaciones secretas con el fin de engañar a la opinión pública, haciéndole creer que el gobierno en realidad se esforzaba por lograr un acuerdo de paz.
Durante la tregua, Madrid arrestó a decenas de presuntos etarras con la colaboración del gobierno francés e insistió en no cambiar su política carcelaria, sino que sostuvo la orden de mantener a los presos de ETA en penales diseminados por toda España en vez de reubicarlos en cárceles cercanas al País Vasco. En los últimos meses de la tregua, Madrid reubicó a algunos presos en un tardío gesto de buena voluntad.