MIERCOLES 26 DE JULIO DE 2000

Ť Advierte sobre presiones inflacionarias por el incremento del consumo


Deben endurecerse las políticas monetaria y fiscal: BdeM

Ť Sugiere reducir el crecimiento del gasto interno y limitar el deterioro de las cuentas externas

Antonio Castellanos Ť El Banco de México mantuvo su meta de inflación inferior a 10 por ciento para el cierre del 2000, pero advirtió que existen riesgos de un crecimiento excesivamente vigoroso de la demanda agregada y en particular del consumo, que generan presiones inflacionarias. Es necesario endurecer las políticas monetaria y fiscal, reducir el crecimiento del gasto interno y limitar el deterioro de las cuentas externas.

Se prevé que el aumento de los precios en el tercer trimestre del 2000 será menor que el registrado durante el mismo periodo del año anterior, por lo que mantendrá su tendencia descendente, pero el banco central insistió en que la inflación esperada para el próximo año todavía se encuentra en niveles incompatibles con la meta de convergencia con los principales socios comerciales del país en el 2003.

Para controlar las presiones de la demanda agregada, afirmó ayer Armando Baqueiro, director general de Investigación Económica del banco central, es necesario aplicar políticas monetaria y fiscal más restrictivas, que permitan mantener los requerimientos de financiamiento externo de la economía en niveles compatibles con los flujos de capital de largo plazo.

El funcionario explicó que el crecimiento de los precios se encuentra influido por los movimientos del tipo de cambio, de los salarios y de los precios administrados y concertados por el sector público, las presiones de demanda agregada y, en el corto plazo, por fenómenos transitorios como lo han sido recientemente los cambios de los precios de productos agropecuarios.

En conferencia de prensa, dijo que el endurecimiento de las políticas restrictivas fiscal y monetaria impediría la generación de presiones inflacionarias incompatibles con los objetivos correspondientes, aún en un entorno externo menos favorable que el actual. Es imprescindible, recalcó, llevar a cabo una reforma que incremente sustancialmente los ingresos no petroleros del gobierno federal.

La importancia de inducir una moderación en la expansión de la demanda agregada, subrayó, cobra mayor relevancia en el contexto actual en el cual se anticipa una desaceleración de la economía de Estados Unidos, que provocaría un aumento en el déficit comercial de México, el cual se magnificaría de mantenerse el presente ritmo de expansión del gasto interno.

Baqueiro afirmó que los avances logrados en la reducción de la inflación han sido importantes. Sin embargo, las expectativas del sector privado sugieren que existe cierto escepticismo sobre la posibilidad de continuar con la reducción del crecimiento de los precios, necesaria para alcanzar en el 2003 la meta establecida.

Anticipan, precisó, una disminución de la inflación de sólo 1.14 puntos porcentuales en el 2001, pesimismo que es consecuencia de las presiones inflacionarias que se han detectado en los últimos meses. Esta expectativa es fruto del conjunto de riesgos internos y externos que, de materializarse, podrían complicar el abatimiento futuro de la inflación.

Baqueiro, acompañado de Alejandro Díaz de León, Javier Salas, Alejandro Werner y Jesús Cervantes, dio a conocer el informe sobre la inflación correspondiente al trimestre abril-junio del Banco de México, y descartó una desaceleración brusca de la economía de Estados Unidos, un aumento mayor que el anticipado en las tasas de interés internacionales, un desplome del mercado de valores estadunidense y una caída importante del precio del petróleo.