MIERCOLES 26 DE JULIO DE 2000

Ť Se iba a cancelar la entrega de los Arieles por falta de apoyo del Imcine


La ley de Herodes, reconocimiento a una batalla más en contra de la censura

Ť Del Festival de Cine Francés de Acapulco a la noche de las estatuillas, historia de un triunfo

Ť Las autoridades deben prestar verdadero apoyo a la industria fílmica nacional, pide Fons

Mónica Mateos Ť La batalla de ocho meses que la cinta La ley de Herodes libró contra la censura y en favor de la libertad de expresión culminó este lunes con el reconocimiento que se hizo de ''la cinta incómoda" en la entrega de los Arieles. Esta vez no se escuchó entre el público el grito que acompañó en noviembre de 1999 el estreno del filme ''šque muera el PRI!", sino una larga ovación.

El año pasado, con el anuncio de la exhibición de La ley de Herodes dentro del cuarto Festival de Cine Francés comenzó la polémica en Acapulco, sede del encuentro cinematográfico galo. En ese entonces corrió la versión de que el filme de Luis Estrada ''causó disgusto a las autoridades por la crítica que hace del partido oficial" (La Jornada, 12/XI/99) y por ende no se exhibiría.

''Estreno en la semiclandestinidad''

Los jaloneos verbales entre funcionarios del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), Radio Televisión y Cinematografía, organizadores del festival y periodistas dieron como resultado que los realizadores de la película enarbolaron la palabra ''censura" como defensa y contrataque. La ley de Herodes finalmente pudo ser vista en Acapulco y provocó entusiastas gritos de aprobación en los espectadores: ''šmuera el PRI!".

Eduardo Amerena, titular en aquel tiempo del Imcine, señaló abiertamente que la decisión de no proyectar la cinta fue de él porque cuando la vio se dio cuenta de que el final ''variaba un poco" en relación con el guión que había aprobado y ''hay personas que pueden sentirse afectadas por no haberles avisado" (La Jornada, 14/XI/99).

Un mes más tarde, el funcionario renunció y fue señalado como el responsable de boicotear la cinta, que había sido estrenada ''en la semiclandestinidad" la primera semana de diciembre, pues ''únicamente dos salas la programaron, con las peores condiciones de difusión y sin la autorización del director ni su productora Bandido Films" (La Jornada, 6/XII/99).

La comunidad cinematográfica se movilizó en defensa del largometraje que, en época electoral, incomodó a varios miembros del partido oficial que se pusieron el saco al sentirse aludidos con el personaje ''Varguitas", interpretado por Damián Alcazar (hoy galardonado con el Ariel a Mejor Actor).

Isela Vega, ganadora de la presea a la Mejor Coactuación Femenina comentó ante la censura de La ley de Herodes que defender la película era algo vital, pues aquélla "a la única que protege es a la familia oficial y ellos son sólo unos cuantos. Nosotros somos muchos". (La Jornada, 7/XII/99).

Finalmente, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes intervino y restituyó a Luis Estrada los derechos que Imcine tenía para la explotación comercial de la cinta, en su calidad de socio mayoritario. Rafael Tovar, presidente del CNCA rechazó que La ley de Herodes hubiera provocado incomodidad entre los priístas y afirmó que todo fue producto de ''decisiones erráticas".

Así, el pasado 18 de febrero, distribuida por Artecinema, el filme que recrea y caricaturiza los usos y costumbres del PRI fue estrenado en 200 salas del país, revertida la sentencia que da título al largometraje para los llamados prinosaurios: (o te chingas o te jodes).

Revisión del TLC

Respecto de la ceremonia de entrega de los Arieles que se efectuó la noche del pasado lunes, el presidente de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, Jorge Fons, explicó que el ''intento de suspender" el acto, como señaló el cineasta Luis Estrada, se debió a que el Imcine, organismo que por tradición se encarga de cubrir los costos de ese encuentro, dijo que sólo proporcionaría la mitad del millón y medio de pesos que costó la producción.

''Consideramos la posibilidad de suspender la ceremonia porque nos dimos cuenta de que somos pobres (la Academia) y no íbamos a lograr juntar los fondos restantes. Sin embargo, parece que el CNCA aportará el dinero que hace falta".

Entre las novedades de la próxima entrega de los Arieles, Fons adelantó que se incluirán en el jurado algunos de los ganadores de Arieles de años anteriores y reiteró su petición de que las autoridades cinematográficas den un apoyo verdadero a la industria ''y no sólo cuotas para peliculitas, sino que se revise, por ejemplo el Tratado de Libre Comercio para que se destraben cuestiones que nos mantienen en desventaja frente al cine hollywoodense. Y debe ponerse a funcionar la ley y que no se pudra en el basurero del olvido".