MIERCOLES 26 DE JULIO DE 2000

Ť De la trova al bolero


Georgina Meneses, voz istmeña, de bemba colorá

Fabrizio León, Oaxaca, Oax., 25 de julio Ť Haciendo gala de la voz en su tierra, la istmeña Georgina Meneses se presentó la noche del lunes en el auditorio Alvaro Carrillo; partió su canto en diversos géneros y dejó constancia generacional.

meneses-georgina Con una sola producción en su haber (llamada Porque así tenía que ser) que le costó la inversión de tocadas en muchos bares, Georgina dio un concierto lleno de influencias musicales: cantó trova cubana, susurró extraordinarios boleros y entonó baladas solidarias con el amor, el cuerpo y los despechos que las relaciones humanas dejan.

Acompañada de seis músicos, la intérprete inundó con su gracia el escenario y se contoneó como las divas del cine nacional, entallada en un vestido rojo, al estilo María Victoria, que engalanaba con su sonrisa grande tanto como su bemba colorá.

Georgina es una cantante con tres voces: una dulce y alta como la de Tania Libertad; otra negra, que asemeja los tonos del blues y jazz, y una más que empata los del Istmo de Tehuantepec. Así, regaló un concierto variado y solidario con las causas libertarias como la que enarbola Mario Benedetti, a quien rindió grande homenaje.

Si bien su repertorio fue monotemático, Georgina es portavoz del nuevo sonido de Oaxaca y así lo demostró el público que fue a oírla y que, al concluir la presentación, le pidió con su aplauso regresar para dar paso a los ritmos latinos que acompañados de piano, sax y percusiones, hicieron delirio en ella, quien en el proscenio claroscuro convidó de su gusto por cantar y actuar.

Hubo dos momentos importantes: uno cuando intrepretó Ternura, de Mario Ruiz Armengol, y otro al dar paso al clásico Dos gardenias, de Isolina Carrillo, que fue ampliamente celebrado por el público que en los boleros ve una de las mejores vetas de esta intérprete.

Buena noche de verano dio Georgina Meneses con mezcla de voces halagüeñas al espíritu y que en forma de Guelaguetza entregó a los oaxaqueños, para quienes es una de las mejores artistas del país.

Con Meneses se tendrá en breve a una cantante de cepa, siempre y cuando alguien le produzca un disco más, o si ella se atreve a conquistar la capital del país que, plagada de la estética televisiva, hace a los cantores en estudio. Con un repertorio viejo y en desuso, Georgina dio fin a la fiesta en Oaxaca, sólo por el placer de cantar.