JUEVES 27 DE JULIO DE 2000

Ť Todo valió la pena: Mario Rodríguez Martínez


Sin el asalto al Moncada nos hubiéramos quedado frustrados

Ť La revolución cubana nos transformó moral y políticamente, dice

Angel Guerra Cabrera/I, especial para La Jornada Ť Sin el Moncada no hubiéramos sido nada. Hubiéramos quedado en la frustración de no encontrar un camino para dar solución a los enormes problemas sociales que veíamos desde adolescentes, afirma Mario Rodríguez Martínez, embajador de Cuba en México desde hace cinco meses.

Mayito -como lo conocen y gusta que le llamen sus compañeros- habla de la transformación moral y política que significó para su generación y para todos los cubanos el ataque comandado por Fidel Castro contra la segunda fortaleza militar del país; de las posibilidades de que se levante el bloqueo, de la terrible inequidad, la crisis moral y la nueva inquisición que se está imponiendo al mundo en la globalización neoliberal.

Todo con el apasionamiento y la convicción de quien conserva la mística revolucionaria de sus años mozos, cuando nació una cálida y perdurable amistad entre el hoy representante de su país en México y el entrevistador.

-ƑA 47 años del ataque al Moncada, valieron la pena tanta sangre derramada y tantos sacrificios del pueblo cubano?

-Sí valieron la pena. El casi medio siglo transcurrido desde el Moncada es la consecuencia histórica de todo un proceso de lucha de nuestro pueblo desde que con el grito de Yara, Carlos Manuel de Céspedes diera inicio en 1868 a nuestra primera guerra de independencia. Las victorias logradas nos llevan a contraer nuevos y más altos compromisos.

"Fue con el triunfo de la revolución en 1959 cuando se hizo realidad la frase de Martí, como también cuando la víspera de la victoria sobre los mercenarios de la CIA en Playa Girón proclamamos el carácter socialista de la revolución, cuando la Crisis de los Cohetes, cuando las luchas internacionalistas en Angola y en otros países y también en estos últimos años maravillosos y heróicos -después del derrumbe del socialismo conocido- cuando no hemos arriado una sola de nuestras banderas.

"Que han sido duras las penurias que hemos vivido, es cierto, pero las hemos vivido todos, Fidel el primero. Alguien podría pensar que hablo así simplemente porque soy el embajador de Fidel Castro, olvidando que lo soy porque quiero y porque estoy orgulloso de serlo, porque es el sentido de mi vida".

-ƑQué sentimiento nace de tu corazón de combatiente cuando se acerca la fecha del 26 de julio?

-Siento una profunda emoción. Fue la fecha que sumó a nuestra generación a la lucha. Una derrota militar que significó una gran victoria política porque despertó la conciencia y el compromiso de lucha en nosotros. Sin el Moncada no hubiéramos sido nada. Hubiéramos quedado en la frustración de no encontrar un camino para dar solución a los enormes problemas sociales que veíamos desde adolescentes. Un gobernante era inteligente porque robaba, porque entregaba los intereses del pueblo a Estados Unidos.

"El Moncada fue la alborada de la revolución socialista. Su impacto cambió nuestra forma de ver la política y del papel que en lo individual tocaba a cada uno. El Moncada nos puso a muchos en el camino de poderlo entender mediante la propia lucha revolucionaria".