JUEVES 27 DE JULIO DE 2000

* Aunque se practique por "usos y costumbres", viola los derechos humanos, precisa


Debe penarse la compraventa de mujeres: GIRE

Angeles Cruz * Aunque la compraventa de mujeres con fines de matrimonio ha ocurrido desde hace muchos años, por usos y costumbres, en algunas zonas del país, es una violación a los derechos fundamentales de la población femenina, y al ser un hecho conocido por las autoridades debería aplicarse la ley, afirmó el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE).

Rosario Taracena, integrante de la organización, explicó que fue hasta ahora que se transmitió el hecho por televisión que la sociedad en su conjunto se enteró de la situación que viven las mujeres en Chamula, Chiapas, pero "la cultura de ese pueblo ha sido así toda la vida". El problema es que por ser un grupo pobre y vulnerable sufre la violación de sus derechos y nadie habla de ello, apuntó.

Un fenómeno similar es el que se da en algunos países africanos, en donde también, por usos y costumbres, se extirpa el clítoris a las niñas. Los organismos internacionales de Naciones Unidas han señalado la violación de los derechos humanos de las mujeres en esas naciones y han llamado a suspender esa práctica y aplicar la ley a los responsables, comentó Taracena.

Recordó que por lo menos desde 1993, unos meses antes del levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), mujeres zapatistas propusieron una "ley revolucionaria" para este sector de la población, la cual consta de 10 artículos, uno de los cuales plantea específicamente: "las mujeres tienen derecho a elegir su pareja y a no ser obligadas por la fuerza a contraer matrimonio".

La presentación del proyecto de ley fue la primera manifestación pública del EZLN en Chiapas y una prueba de la inconformidad que priva entre las mujeres por la opresión en que viven. Para GIRE, ningún uso y costumbre tendría que estar por encima del estado de derecho.

Las garantías individuales son inalienables, afirmó Taracena, quien consideró que aceptar como válida la compraventa de mujeres sería igual que dar el derecho al hombre que se siente con el poder para golpear a su esposa, protegido en los usos y costumbres.

La ley revolucionaria de mujeres, que se presentó en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, en marzo de 1993, señala: "En su justa lucha por la liberación de nuestro pueblo, el EZLN incorpora a las mujeres en la lucha revolucionaria sin importar su raza, credo, color o filiación política".

Entre sus artículos reconoce el derecho de las mujeres a participar en el combate revolucionario en el lugar y grado que su voluntad y capacidad determinen; a trabajar y recibir un salario justo; a decidir el número de hijos que pueden tener y cuidar; a la atención primaria en salud y alimentación, así como a la educación.

También establece que ninguna mujer podrá ser golpeada o maltratada físicamente, ni por familiares ni por extraños, y que los delitos de intento de violación o violación serán castigados severamente.