JUEVES 27 DE JULIO DE 2000

Ť Autora de El secreto de la infidelidad, libro publicado por Alfaguara


Ethel Krauze: engañar al ser amado puede ser un elemento de seducción

Ť Esa actitud se convirtió en una de las características de fin de centuria, dice la escritora

Ť ''Esperemos que al XXI le corresponda la etapa de la cooperación entre hombres y mujeres''

Miryam Audiffred Ť Lejos de lo que cualquier lector puede imaginar al leer el título del nuevo libro de la escritora Ethel Krauze, El secreto de la infidelidad dista de ser un manual para engañar a la pareja con discreción. Más bien, habría que decir que el texto publicado por Alfaguara es una radiografía de las relaciones amorosas contemporáneas, un libro de historia reciente que permite revisar las transformaciones que hombres y mujeres experimentan en la cama, en la casa y en el trabajo.

De acuerdo con la autora, los 14 krauze-ethel-jpg relatos que conforman el nuevo texto parten de su interés por explorar las distintas maneras de ver y vivir el engaño pues -asegura la también ensayista y poeta- ''de alguna manera la infidelidad se volvió una de las características de fin de siglo".

Nacida en el DF, en 1954, Krauze considera que la infidelidad va más allá de ser una consecuencia de la consolidación de los movimientos de liberación femenina. ''No quiero pensar que es un efecto secundario producido por el feminismo. Más bien me parece que dicha actitud está ligada a las modificaciones del concepto tradicional de familia debido a los avances científicos en materia de concepción y a los cambios económicos generados día con día".

En su opinión, el ejercicio de la infidelidad está ligada a las confrontaciones que por el uso del poder y la reivindicación de los derechos han capturado a ambos géneros a lo largo del siglo XX. No obstante, señala que en la actualidad las relaciones de pareja ya no se forman a partir de las presiones sociales sino con base en la voluntad y los deseos expresados por ambos miembros.

Y pone sus esperanzas en la próxima centuria porque -dice- ''si hasta el siglo XIX la vida de hombres y mujeres se caracterizó por la dominación de un sexo sobre el otro y, en el XX, fuimos testigos de mucha hostilidad e individualismo, esperemos que al XXI le corresponda ser la etapa de la cooperación entre hombres y mujeres".

Sentir con el otro

Con ciertos tintes autobiográficos, El secreto de la infidelidad ofrece un enfoque en el que no caben los prejuicios. ''No hay sangre ni desgarramientos, en su lugar hay descubrimientos que no llevan, necesariamente, a la infelicidad".

Si bien las historias están contadas desde las ópticas femenina y masculina, las reacciones contempladas en los relatos creados por la también autora de Intermedio para amar no son las típicas. Entre las páginas de su nuevo libro no hay machos ni mujeres sufridas capaces de cortarse las venas por haber perdido a su ''gran amor".

Tampoco está el hombre que abandona a su mujer adúltera. Por el contrario, la infidelidad se erige como elemento de seducción porque el objetivo -dice Ethel Krauze- fue ''contemplar otros senderos" y penetrar en rendijas poco exploradas.

En palabras de la escritora, el texto ''es una invitación para que aquellos que estén libres de pecado arrojen la primera piedra. Es apelar a la compasión en el más puro sentido de la palabra, en ese que implica sentir con el otro".

Y es que para la también creadora de las novelas Infinita y Mujeres en Nueva York, nadie puede decir que nunca ha pensado, imaginado o consumado una infidelidad. Por lo menos, ''a muchos y muchas les gustaría cometerla".

Pero las criaturas literarias de Krauze no sólo transitan por la infidelidad como si fuera una forma de transgresión y desafío a las normas impuestas por la sociedad. Los hombres y mujeres de sus relatos son infieles para afirmar su propia identidad porque ''la infidelidad también implica no ser leal a nuestras sensaciones y engañarse a uno mismo".

Temores femeninos

Claro ejemplo de ficción literaria, El secreto de la infidelidad aborda muchos de los temores femeninos -el envejecimiento, el abandono o el rechazo durante el embarazo- y algunas de las creencias que hacen a los hombres relacionarse con personas de menor edad con la esperanza de conseguir, así, un seguro contra la vejez.

También están presentes aquellos que piensan que el matrimonio ''es la cura más eficaz y rápida contra el ataque de amor agudo".

Al respecto, la escritora considera que la profunda experiencia del amor -''ésa que tiene que ver más con la compasión que con la pasión"- sólo puede darse con la duración, con el matrimonio.

De esta forma, los personajes que dan vida a los relatos de Ethel Krauze dejan ver que el libro El secreto de la infidelidad no fue hecho por una mujer y para las mujeres puesto que -como la autora reconoce- el único propósito consiste en atraparnos a todos.