VIERNES 28 DE JULIO DE 2000

* El festival enriquece su oferta cultural signada por la excelencia artística


Caribe 2000 rebasa lo guapachoso con mitología, aluxes y magia

* El camino del jaguar, visión distinta del cliché maya de la pirámide y Chichén Itzá, dijo Reyes

* Acción demoledora del grupo alemán Antagón, con la obra Equinox Terminal-El último viaje

JORGEREYFES Pablo Espinosa, enviado, Cancún, QR, 27 de julio * El músico Jorge Reyes lo dijo: ''No todo es guapachoso en el Caribe, también hay mitología, aluxes (duendes), magia'' y puso, al mismo tiempo que el grupo de teatro alemán Antagón lo hacía en otro foro, la diversificación escénica en el Festival Internacional Caribe, que en su versión del 2000 enriquece la oferta cultural que en años anteriores se circunscribía en su mayoría a lo sonoro.

Mural pintado in situ

Con el pintor Byron Gálvez, la actriz Ariane Pellicer y el grupo dancístico Nok Niuk, Jorge Reyes presentó el acto plástico, poético y musical El camino del jaguar basado ''en la mitología maya contemporánea, que recrea a X'tabai, especie de mujer fatal de la selva, que seduce con su belleza a quien se le aparece y lo hace presa de un encantamiento''.

Ubicado el escenario en plena playa, a un costado de un centro comercial con tecnología de punta, este acto artístico convocó la curiosidad, el alucín e incluso el trance de la fauna variopinta que puebla el turismo cancunense. Epidermis negras, blancas, amarillas, de todos colores erizadas con el proverbial efecto sonoro de Reyes en guturaciones, músicas aéreas y procesamientos electrónicos.

El elemento unificador de esta mezcla de lo sónico y lo visual lo constituyó un lienzo en blanco, de tres por dos metros, que se convirtió, al cabo de hora y media de espectáculo, en un mural de Byron Gálvez quien lo fue pintando en el instante. Sus abstracciones capturando en aerosoles, trazos vivos, los movimie CONCHERO ntos de danza, la presencia teatral y los sonidos. Un cuadro naciendo en pleno movimiento, un mural sonando.

En otro punto de la zona hotelera, con una hora de diferencia, el grupo de teatro alemán Antagón escenificó una acción teatral demoledora.

Dirigidos por Bernhard Bub, una decena de actores presentó el espectáculo ''escénico y documental denominado Equinox Terminal-El último viaje'', que se ofrece como una diatriba en los extremos de riqueza/ pobreza, tecnología/ tribalismo, memoria genética/ futurismo.

Soledad en multitudes, malestar en la cultura. Nacida del choque cultural contemporáneo, esta acción teatral responde a una serie de lugares comunes desarrollada en los últimos lustros en Europa: explosiones de energía corporal, zancos, ojos crispados, trances musculares, vertiginosas ansiedades.

En este caso, los jóvenes alemanes asimilan en sus desplazamientos escénicos lo observado y vivido en una gira artística sudamericana. Así, confluyen en ellos elementos chamánicos, indigenismo turístico, ritualidades orgánicas recogidas de sus andares por Brasil, Ecuador, Venezuela y Colombia.

Furor por la danza butoh

De manera preponderante y merced al trabajo de la bailarina y coreógrafa japonesa Minako Seki, la danza butoh imprime el crispamiento necesario y suficiente para hacer furor entre un público heterogéneo, más doméstico respecto de los turistas alelados por el acto artístico de Jorge Reyes. Inició de tal manera, con la repetición del espectáculo de danzones que la noche anterior había sido el inaugural en Chetumal, la actividad intensa del Festival Internacional Caribe en este invento del hombre blanco y neoliberalizado llamado Cancún, conglomerado de hoteles contra el que de forma hilvanada se manifestaron los artistas participantes en esta primera jornada. Jorge Reyes lo puso así: ''Quisimos, con nuestro espectáculo, ofrecer una visión cultural distinta del cliché maya de la pirámide y Chichén Itzá. Un espectáculo que tuviera que ver con la gente de aquí.''

El chofer que ''nos trajo al hotel ųsecunda Ariane Pellicerų respondió a nuestra pregunta de si sabían de X'tabai diciendo que a su abuelo se le apareció esa suerte de sirena selvática''.

El teatrista alemán Bernhard Bub globalizó el asunto: el espectáculo de su compañía, dijo, es exactamente lo contrario de lo que buscan las personas que vienen a Cancún, nada de aventuras ni emociones fuertes en el bungee, sino una confrontación consigo mismo.

''Es impresionante el contraste en los individuos europeos, que tienen altísimos niveles cultural y educativo, enorme poder adquisitivo, pero no sienten nada, no tienen emociones, anhelan sentimientos, por eso buscan cosas fuertes. En la Expo Hannover que se realiza en Alemania, por ejemplo, han reducido la cultura a mero entretenimiento. Vivimos la cultura del dinero.''

En los siguientes días, lo otrora guapachoso del Festival del Caribe, se convertira en una oferta cultural muy amplia, complementaria y ciertamente signada por la excelencia artística.

Más de 40 funciones teatrales en espacios abiertos y cerrados, con ocho compañías provenientes de Europa, Australia, Colombia y México, además de exposiciones pictóricas, actividades callejeras, el lanzamiento de los Premios del Pensamiento Caribeño y, por supuesto, lo mejor de la música Caribe.