SABADO 29 DE JULIO DE 2000

Ť Causa círculo vicioso de recesión y desempleo


Continúa la deuda externa como un problema crónico en AL

Ť El débito de los países de la región supera 750 mil mdd

Afp, Montevideo, 28 de julio Ť La deuda externa bruta total de América Latina, que supera los 750 mil millones de dólares y atrapó a muchos países de la región en círculos viciosos recesivos, tuvo su último episodio este jueves, con la propuesta de Ecuador de canjear sus bonos Brady y eurobonos para reducir su deuda pública en cerca de 20 por ciento.

Las enormes deudas que Ecuador y otros países arrastran desde hace años los han atrapado en un círculo vicioso de bajo crecimiento, más impuestos, alto desempleo, recesión, caída de inversiones, elevados déficits fiscales y emisión de más pasivo para financiarlos.

A pesar de la profunda restructuración realizada por muchas naciones tras la crisis de la deuda de los años 80, en el denominado Plan Brady (por su creador, el ex secretario del Tesoro estadunidense Nicholas Brady), actualmente Argentina, Bolivia, Ecuador, Honduras, Nicaragua y Panamá tienen pasivos públicos que superan el 50 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB).

El contador y economista Juan Carlos Protasi, ex director del Banco Central de Uruguay, recordó que niveles de deuda superiores al 50 por ciento del PIB, el 170 por ciento de las exportaciones o el 20 por ciento de los ingresos deben ser considerados como una advertencia -según expertos internacionales- por ser la relación que mantenían varios países latinoamericanos cuando comenzó la crisis de la deuda, a comienzos de los 80.

Para enfrentar las grandes deudas "hay que destinar una porción del PIB cada vez mayor para pagar los intereses, el ingreso de la gente cae y disminuye el consumo. Además hay que mantener los impuestos altos, lo que desalienta la inversión", dijo en entrevista con la Afp.

La estabilidad alcanzada en la mayoría de los países -con una inflación más o menos controlada- ha tenido su costo, ya que al generar más confianza en los inversores los Estados pudieron endeudarse más. Cuando en 1999 el PIB decreció a raíz de la crisis asiática, de malas administraciones y de la corrupción, la deuda siguió, no obstante, creciendo.

Asimismo, las seis alzas de las tasas de interés de Estados Unidos en el último año (de 4.75 por ciento a 6.5 por ciento) han repercutido duramente en los acreedores, tanto por el aumento que generó en los servicios como por el alza de las tasas que deben pagarse para emitir más deuda.

Para intentar disminuir su deuda, que asciende a 14 mil 011 millones de dólares (121 por ciento del PIB), Ecuador, castigado con sucesivas crisis políticas y la pérdida de credibilidad sufrida tras la moratoria de septiembre pasado sobre el pago de los Brady, propuso el canje de este tipo de bonos y de eurobonos por 6 mil 650 millones a cambio de nuevos instrumentos del Estado por 3 mil 950 millones.

Argentina es también uno de los países con situación más complicada respecto a su deuda pública, de 142 mil 920 millones de dólares, que supera el 50 por ciento de su PIB. Su déficit fiscal fue de 2.6 por ciento del PIB en 1999, y este año el gobierno pactó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) bajarlo a 1.6 por ciento, para lo cual ajustó al máximo el gasto público y aumentó impuestos. El desempleo de mayo se situó en 15.4 por ciento y la economía aún no se activa.

Boliva, con un pasivo total que oscila los 4 mil millones de dólares, un 50 por ciento de su PIB, ha sido aceptada en la Iniciativa de Países Pobres Altamente Endeudados (HIPC), que le permitirá una condonación de su deuda por mil 600 millones de dólares, recursos que se destinarán a combatir la pobreza.

Honduras, con una deuda pública de 4 mil 200 millones de dólares (79 por ciento del PIB)y un déficit fiscal de 7.5 por ciento también calificó en la HIPC, por lo cual su deuda podría verse reducida en unos mil millones de dólares a cambio de la privatización de activos estatales.

También aspira a ser aceptada en septiembre próximo en la HIPC Nicaragua, cuyo déficit fiscal ronda 10 por ciento y tiene la mayor deuda pública de América Latina en relación con el PIB: 426 por ciento, equivalente a 6 mil 574 millones de dólares.

La deuda panameña, de 5 mil 600 millones, equivale al 84 por ciento de su debilitado PIB. Un reciente acuerdo firmado con el FMI compromete al país a realizar una reforma tributaria, bajar el déficit fiscal de 2.4 por ciento y privatizar bancos y empresas públicas.

Costa Rica es el único país centraomericano que ha reducido significativamente el peso de su deuda. En los 80, esta ascendía al 1.834 por ciento del PIB, y actualmente equivale al 30 por ciento de su Producto.

Protasi, ahora consultor internacional, indicó que en Uruguay se ha agravado el problema, ya que el pasivo público neto (no tiene en cuenta reservas) interno y externo llega al 34.5 por ciento del PIB, o un 170 por ciento de las exportaciones. El déficit fiscal acumulado a marzo es de 4.7 por ciento del PIB, y el desempleo alcanza al 13.7 por ciento el mayor desde 1984.

En Venezuela el primer vicepresidente del ente empresarial Fedecámaras, Pedro Carmona, advirtió el jueves que la deuda interna llegó a más de 7 mil 692 millones de dólares, lo que podría aumentar la condición riesgo-país y elevar el déficit fiscal a 5.6 por ciento del PIB (actualmente es de 3.5 por ciento).

El presidente Hugo Chávez negó que la deuda haya aumentado este año e insistió en la necesidad e revisar el pasivo externo, de 22 mil 200 millones de dólares (22 por ciento del PIB) para evitar que los pagos sean duplicados.

Los gigantes económicos del continente, cuyas deudas públicas brutas suman unos 200 mil millones de dólares, han aprendido a convivir con el problema.

La deuda externa de México es de unos 96 mil millones de dólares (20 por ciento del PIB), pero su economía crece de la mano del Tratado de libre Comercio de América del Norte.

La brasileña es aproximadamente del mismo valor, pero sin tener en cuenta al sector público financiero (17 por ciento del PIB). No obstante, si se tiene en cuenta también al sector privado de ambos países, los pasivos crecen a casi 170 mil y 212 mil millones, respectivamente.