SABADO 29 DE JULIO DE 2000
Polarización, tras 10 años consecutivos de gobierno
Recientes encuestas demostraron que 47 por ciento de los peruanos tienen reservas ante el tercer mandato de cinco años del presidente Alberto Fujimori, mientras 40 por ciento apoya al mandatario. Esto significa que Fujimori gobernará al país que él mismo ha dividido en sus 10 años de gobierno.
Fujimori fue reelecto por tercera vez en una segunda vuelta de comicios presidenciales, cuando la primera ronda había estado plagada de irregularidades que, según dictamen de la misión observadora de la Organización de Estados Americanos (OEA), se repetirían en la segunda vuelta. Cuando el gobierno rehusó llamados internacionales de posponer las elecciones ante esta situación, el candidato opositor, Alejandro Toledo, se retiró de la contienda con lo que motivó que Fujimori se presentara a elecciones como candidato único.
El hecho es que cuando todo indicaba que había posibilidades reales para una transición, Fujimori volvió a triunfar de la misma forma en que salió victorioso de su autogolpe de Estado el 5 de abril de 1992. Sólo un pequeño grupo de sus asesores y colaboradores militares supo de este acto, pues todo el gabinete dijo haberse enterado por la televisión de que el presidente había clausurado el Congreso y formado un "gobierno de emergencia y reconstrucción nacional".
Fujimori no tiene empacho en autocalificarse de "pragmático, decidido y audaz", y se vanagloria de haber estabilizado la economía del país adoptando un programa neoliberal que durante su primera campaña electoral rechazó de plano lo que, según analistas, le valió el triunfo sobre candidatos como el escritor Mario Vargas Llosa. Sus allegados cuentan que todas las decisiones del gobernante son adoptadas dentro de un petit comité, al margen de su gabinete y del Congreso, donde siempre ha tenido mayoría. "Primero se hace y luego se informa" sería, según dicen, una de las frases favoritas del mandatario, quien la usa con frecuencia y en cualquier contexto. (Agencias)